viernes, 5 de febrero de 2010

Los desaparecidos de Calderón

03-julio-2008
El Frente Nacional Contra la Represión (FNCR) acaba de presentar un documento titulado “Aspectos Relevantes de la Represión de Estado en México (primera parte)”, donde se hace un diagnóstico de la situación que priva en el país al respecto. El reporte tiene varios capítulos y he decidido comentar con ustedes el dedicado a las desapariciones forzadas que se han sucedido durante el sexenio del presidente Felipe Calderón
De acuerdo con el FNCR se desconoce con certeza el número de desapariciones ocurridas en lo que va del sexenio, primero porque no necesariamente están vinculadas a razones políticas, y porque se han desarrollado otras modalidades para ejecutarlas y manejarlas, por ejemplo llamándolas “levantones”, y en muchos casos tratando de desvincular la responsabilidad del Estado, haciéndolas aparentar como “ajustes de cuentas” entre vándalos, o narcotraficantes. Por ignorancia o temor este tipo de actos no siempre son denunciados.
Yo no sé –ustedes ayúdenme a diferenciar- si un “levantón” del narco puede ser contabilizado como una desaparición forzada por parte del Estado por motivos políticos. Digo: es reprobable que se secuestre a cualquier persona, y en todos los casos es responsabilidad de la autoridad dar con ellos y saber qué pasó, pero meterlos a todos en el mismo costal de los luchadores sociales no me parece.
Cita como ejemplo de esta práctica ominosa el multicitado caso de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, integrantes del Partido Democrático Popular Revolucionario - Ejército Popular Revolucionario (EPR), que fueron detenidos –desparecidos el 25 de mayo de 2007.
A pesar de que el 30 de julio de 2007 los familiares de las víctimas interpusieron una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR) por desaparición forzada (delito de lesa humanidad) la dependencia sólo investiga por “desaparición ilegal en la modalidad de secuestro”.
A partir de un comunicado que a finales de abril publicó el EPR, y después de una serie de dificultades, actualmente se está sentando las bases para establecer un diálogo, con el objetivo principal de recuperar con vida a los dos desaparecidos del EPR, pero también de atender el tema de los desaparecidos en su conjunto.
El siguiente caso registrado por FNCR es el del 5 de julio de 2007 cuando fueron desaparecidas en Oaxaca Daniela y Virginia Ortiz Ramírez. A estas siguió Francisco Paredes Ruiz, desaparecido el 26 de septiembre del 2007 en Michoacán, y del que todavía no se sabe nada. Luego Lauro Juárez el 30 de diciembre del 2007 también en Oaxaca.
En todos estos casos, dice el reporte, se ha registrado una rotunda falta de voluntad por parte de las autoridades, y un constante hostigamiento a los familiares.
Después continúa con el caso de los trabajadores de Pemex, en Cadereyta, Nuevo León, que yo en lo personal no considero político, sino muy probablemente vinculado al crimen organizado, por más que haya evidencias de que fueron “levantados” por el Ejército –muy probablemente al servicio del narco, como suele suceder en algunas regiones militares.
Desde mayo de 2007, 38 líderes y trabajadores petroleros fueron desaparecidos en la ciudad de Cadereyta, Nuevo León. Destaca que entre estos se encuentran los hermanos Vega Zamarripa, entre ellos Hilario Vega, quien cumplía su tercer periodo como secretario general de la sección 49 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
Las autoridades del gobierno del Estado no sólo han demostrado no tener conocimiento de los hechos, sino además desinterés por resolver el problema.
En el caso de los desaparecidos en Guerrero el informe asegura que hacia principios de febrero de 2008 organizaciones civiles de esa entidad dieron a conocer que en poco más de un año se registraban 107 desapariciones, 16 secuestros y 391 asesinatos, sin que los tres niveles de gobierno esclarezcan los hechos, ni se castigue a los responsables. La mayoría en Acapulco, Chilpancingo, Atoyac, Zihuatanejo, Iguala y Tecpan de Galeana.
¿Tú sabes de más casos que deban ser reportados por el FNCR?, ¿Faltan, sobran?

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