viernes, 5 de febrero de 2010

Dialogamos o no con el EPR

29-abril-2008
Este análisis se publica hoy en la primera sección de EL UNIVERSAL. Lo comparto con ustedes ahora en forma de blog, para que me digan qué opinan. Miles de cabezas seguro que piensan más que una.
Los acontecimientos han sido acelerados. En tan solo un fin de semana un proscrito grupo guerrillero ha dado pasos hacia una interlocución política nacional que, sin haber logrado su objetivo principal –recuperar a sus compañeros militantes Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez- ha obtenido más resultados parciales de los que le hubieran redituado años de bombas juntos.
Mucha agua ha pasado ya desde la noche del jueves al día de hoy: 1.-Se ha propuesto una comisión de intelectuales mediadores en un eventual diálogo con el gobierno.
2.- Se obtuvo respuesta positiva de los mismos.
3.- "Casualmente” se activaron ordenes de presentación y arraigo contra ocho funcionarios del gobierno de Ulises Ruiz presuntamente involucrados en el caso. Uno de ellos su primo Romeo Ruiz, quien no fue retenido.
4.- Ya se prepara el relevo militar del general Juan Alfredo Oropeza, pieza clave en esta historia.
5.- El EPR se dice conmovido de la pronta respuesta de los intelectuales y se compromete a no realizar acciones armadas en lo que dure el diálogo.
6.- Las fuerzas políticas nacionales comienzan a posicionarse a favor y en contra de dialogar con los armados.
Cuando todo apuntaba que tendríamos en México un mayo de miedo, con atentados aleatorios del EPR en protesta por el aniversario de las desapariciones, ahora estamos hablando de cómo se articularía un diálogo eminentemente político.
Falta, sin embargo, saber si habrá interlocución a los dos lados de la mesa.
En una inusualmente larga deliberación, el gobierno federal dice seguir evaluando la autenticidad de los comunicados eperristas. La demora es preocupante.
Fuerzas políticas muy poderosas no desean que se reconozca como interlocutor a un grupo armado, así sea de manera temporal. El Yunque ya exhibió sus cartas; también es probable que los empresarios que los respaldan también estén operando; el gobierno de Oaxaca no es ajeno; aun peligrosos núcleos duros de la milicia y la inteligencia pudieran estar al acecho de la decisión presidencial.
Saboteadores, pues, no faltan. Un correo electrónico que circula desde la semana pasada pretende crear una cortina de humo al aludir e a que los desaparecidos estarían en poder de otro grupo guerrillero, a manera de venganza por diferencias internas. No obstante, el carácter anónimo del mismo y un lenguaje poco comedido le restan credibilidad a ese petardo comunicativo.
También las declaraciones del dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, en el sentido de que, para él, no debe haber diálogo con los guerrilleros, “porque no se puede negociar con quien tiene una pistola en la mesa”, demuestran que hay quienes todavía no entienden lo útil de usar la política para desactivar los focos rojos nacionales.
Comenzar un diálogo, creo yo y díganme si estoy equivocado, no dañaría a nadie y sí en cambio, podría servir para desentrañar una de las historias policiaco-militares más intrincadas de los últimos tiempos. Otra vez la disyuntiva. Aplastamos o dialogamos; matamos o morimos.

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