viernes, 5 de febrero de 2010

TDR, el Ejército del Pueblo

28-octubre-2008
Cada vez asoman más la cabeza. Sus huellas no dejan de aparecer. De ellos se dice que son militaristas, duros y no le temen a recurrir al asesinato de quienes consideren “traidores” y a los secuestros para financiarse, aunque en realidad sabemos poco de ellos.
Dicen ser partidarios de conformar una coordinadora guerrillera nacional; rechazan el vanguardismo del EPR, del que se escindieron hace nueve años; y acaban de romper la tregua que ellos mismos había ofrecido en mayo para dejar trabajar a la Comisión de Mediación que busca a los eperristas desaparecidos.
Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP) difundió la semana pasada un comunicado en el que refrendó su apoyo al movimiento magisterial que está en contra de la Alianza por la Calidad Educativa y al de la defensa de petróleo que encabeza al que califican de “pacifista bien intencionado” de Andrés Manuel López Obrador, lo que de ninguna manera significa que haya vasos comunicantes entre ellos, sino que aluden a dichos movimientos en tanto síntomas de una descomposición social y económica mayor que, desde su punto de vista, debe ser enmendada vía la lucha revolucionaria.
En ese mismo comunicado, sin embargo, destacaron en un párrafo un rasgo poco frecuente en sus mensajes, algo más ideológico y menos militar: “Asumimos que la revolución social profunda no se reduce a la organización de un acto único, excepcional y violento, del cual resurge la patria, liberada repentinamente de todas sus cadenas; la revolución social es una actividad práctica transformadora y permanente, que va quitando cadenas y superando cautiverios, y cuyo espacio propio es el de la cotidianidad y el de la construcción de relaciones verdaderamente humanas; la revolución social es una actividad libre, consciente y voluntaria que no promueve la guerra que se puede evitar, pero que no elude cobardemente la guerra inevitable”.
Rubrican sus texto con frases simbólicas como “Por la unidad del pueblo, la coordinadora revolucionaria”, “Contra el neoliberalismo, el poder Popular”; “Por el socialismo: vivir., luchar, vencer”; y con una frase que repetía mucho Lucio Cabañas “Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo”.
De haber conformado una corriente de opinión dentro del EPR, acabó separándose de él en octubre de 1999. Se dice que quien encabezó la ruptura fue Constantino Alejandro Canseco Ruiz, conocido en las filas del EPR como “comandante José Arturo”, pareja de Blanca Estela Círigo Vázquez, alias la “Twinky Wonder”. Cuentan con fuerte presencia en Oaxaca, Morelos y Chiapas.
Se integra por los comandos Jaramillista Morelense- 23 de Mayo, Popular Revolucionario-La Patria es Primero, el Magonista de Liberación y el Revolucionario de los Trabajadores- México Bárbaro.
Desde el año 2002 han reivindicado una decena de explosiones de regular tamaño, y sin víctimas, en Guerrero, Oaxaca, Morelos y el Distrito Federal, siendo su acción más espectacular la realizada en noviembre de 2006, cuando detonó artefactos de manera simultánea en la sede nacional del PRI, en el Tribunal Electoral Federal, en una sucursal de Scotiabank, así como uno que no explotó en un Sanborn’s de Insurgentes.
Se adjudicaron los asesinatos de José Rubén Robles Catalán, ex secretario general de Gobierno de Guerrero, considerado como uno de los responsables directos de la masacre de Aguas Blancas, y el de Miguel Ángel Mesino, a quien consideraban un traidor y delincuente.

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