viernes, 5 de febrero de 2010

Atoyac, urgen las exhumaciones

05-junio-2008
¿Qué tan subversivos son unos huesos?
En otra palabras ¿a qué le teme la Procuraduría General de la República al retrasar la investigación de los posibles restos humanos que al parecer se encuentran enterrados en la escuela primaria de Atoyac de Álvarez, Guerrero, en lo que en los años 70 fuera que fueran terrenos del 48 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, encargado de buscar a Lucio Cabañas?
El pasado 2 de febrero se escaneó el suelo de la escuela y la ecografía encontró resonancias compatibles con la presencia de posibles bultos o cuerpos humanos. Lo que sigue es escarbar, lo que no tiene para cuándo. Las promesas son de que en 15 días se comenzarán los trabajos y así con esa promesa se ha ido alargando el proceso.
¿Por qué tendría importancia en el año 2008 saber del paradero de tanta gente? Primero, por humanidad, sería importante para los familiares de los desaparecidos saber la verdad, incluso sería sano para el propio Ejército mexicano saldar cuentas con ese pasado que inevitablemente viene cargando al hombro como fardo. ¿Por qué no deshacerse de quienes amparados en el uniforme militar violaron derechos humanos?, ¿por qué heredar responsabilidades? O, en su caso, ¿por qué no demostrar que ahí no están los cuerpos?
Cabe recordar que de la época de la llamada “guerra sucia” hay 450 ciudadanos de Átoyac de Álvarez, y 650 de todo Guerrero, detenidos desaparecidos por el ejercito federal mexicano, de 1967 a 1978, que suman mas de 850 en todo el país.
De acuerdo con listas de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Victimas de Violaciones los Derechos Humanos en México (Afadem) las desapariciones no concluyeron con la guerra sucia de hace 30 años. El 24 de mayo de 1995, fue detenido desaparecido Gilberto Romero Vázquez, en Átoyac de Álvarez, Guerrero. En septiembre de 1996, fue detenido desaparecido en Chilpancingo, Gro., el profesor Gregorio Alfonso Alvarado López. El 25 de mayo de 2007, en Oaxaca, Oaxaca, fueron detenidos desaparecidos Edmundo Reyes Amaya y Alberto Gabriel Sánchez Cruz. El 26 de septiembre de 2007, en Morelia Michoacán, es detenido desaparecido, Francisco Paredes Ruiz, miembro de la Fundación Diego Lucero.
En América Latina existen más de 100 mil personas detenidas desaparecidas de las cuales en Atoyac de Álvarez suman más de 450 ciudadanos y en Guerrero son mas de 650 casos.
En varios países de América del sur, ya existen procesos avanzados, muchos detenidos desaparecidos ya fueron entregados a sus familiares y algunos de los responsables ya se encuentran siendo enjuiciados; contrariamente a lo que sucede en México, Luís Echeverría Álvarez, Mario Arturo Acosta Chaparro, Eliseo Jiménez Ruiz, Wilfredo Castro Contreras, Miguel Nazar Haro y tantos genocidas que siguen siendo protegidos por el estado mexicano.
Por eso tienen sentido las peticiones de Afadem:
1.- Que se dé paso a la etapa subsecuente en la diligencia hasta la exhumación de los lugares en donde, tras el primer análisis con la técnica del escaneo con geo-radar se encontraron rastros de entierros.
2.- Notificar oportunamente a las víctimas y sus representantes legales.
3.- Abrir el procedimiento al escrutinio público, permitiendo el acceso de los familiares de las víctimas, sus representantes legales y testigos de calidad; de detectarse presencia de restos humanos, dar todas las facilidades para la inmediata recuperación de ellos.
Resulta inconcebible que un procedimiento tan relevante para la reconstrucción de la memoria histórica y la reparación integral a las víctimas pretenda no concluirse o bien desarrollarse en secreto total y sin la información y participación de testigos de la sociedad civil con la autoridad moral suficiente para legitimarlo.
No hay que tenerle miedo a los huesos. Ya hay que cerrar esa herida.

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