13-octubre-2009
A ver. La abundancia de videocámaras en las ciudades ¿ayuda a prevenir los delitos, o es una invasión a la intimidad de los ciudadanos? Con el “Big Brother” urbano te sientes ¿más seguro o más vulnerable?
Esto viene a cuento por una información que publicó la semana pasada el diario El Mundo, de España, en el sentido de que en Gran Bretaña una compañía llamada 'Internet Eyes' ofrece a sus clientes la posibilidad de alquilar videocámaras de seguridad conectadas a una red de vigilancia citadina, a un precio de 20 libras por cámara a la semana.
Por otro lado, ofrece a cualquier internauta la posibilidad de ser un vigilante desde casa, a quienes se compromete a gratificar por cada delito denunciado o evitado.
Para ser un 'cibervigilante', hay que llenar una suscripción gratuita. El sistema es simple: los suscriptores tratan de acumular puntos por vigilar lo que graban sus cámaras asignadas a tiempo real. Si ven algo sospechoso, pulsan un botón para enviar una imagen y mandan un mensaje de texto descriptivo al propietario de la cámara.
Los usuarios se anotan un punto por detectar un posible crimen, y tres si resulta ser un crimen real. También puede perder puntos si el responsable de la cámara decide que la descripción no era un crimen.
Según el diario The Times, esta compañía está promoviendo su servicio como un juego, y está previsto que haya una prueba de su funcionamiento en noviembre en la localidad de Stratford-upon-Avon, donde nació William Shakespeare, por cierto.
Este sistema de vigilancia, que va de la denuncia a la soplonería, parecería lejano a nuestra realidad, si no fuera porque en el Distrito Federal vamos por los mismos pasos.
Hay que recordar que el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, presentó el Proyecto Bicentenario Ciudad Segura, que incluye la instalación de ocho mil 080 videocámaras con sensores para vigilar las calles del Distrito Federal. Proyecto que están montando en este momento Telmex y la empresa francesa Thales, que será la que proporcionará la tecnología para ese proyecto.
Las cámaras pretenderán registrar cada momento, cada momento de la vida social del área que le toque vigilar. La idea es detectar delincuentes y darles seguimiento, obtener sus facciones, su modus operandi y la mayor cantuidad de datos posibles para detenerlos. A diferencia del sistema inglés, acá no será la ciudadanía la invitada a dar seguimiento a la cobertura, sino personal especializado de la SSP capitalina.
Rceordamos el caso del fallido bombazo a las instalaciones de la SSP del DF, en febrero de 2008, que mató al portador del artefacto, Juan Manuel Meza, ‘El Pipen’ , y dejó mal herida a una de las cómplices, Tania Vázquez, cuyos movimientos previos a la explosión fueron grabados por la cámara de videovigilancia de la Universidad de las Américas.
Sin embargo, organismos de derechos humanos ingleses y españoles rechazan la videovigilancia omnipresente en las calles de las ciudades por invasivas a la privacidad de las personas, toda vez que no es posible garantizar al cien por ciento el uso correcto de las imágenes por parte de los cuerpos de seguridad: seguimientos políticos, intimidad hecha pública, venta de imágenes propias, extorsiones policiacas.
Como todo depende del cristal con que se mire, las opiniones están dividias entre quienes lo apoyan y rechazan.
En México, ¿nuestras policías son confiables para que tengan permiso de ver cada paso que damos? No lo creo.
martes, 9 de febrero de 2010
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