03-marzo-2009
“La revolución va a estallar de un momento a otro”. Son palabras pronunciadas por Ricardo Flores Magón y que sirven de epígrafe para el comunicado número cuatro emitido por Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo, junto con el Comando Magonista de Liberación (CML), del domingo pasado.
De hecho, entre el miércoles y el domingo se conocieron tres comunicados guerrilleros.
El primero fue del recientemente activo Movimiento Armado del Norte (MAN), cuyo discurso hemos revisado en este mismo espacio, y que ahora emitió la que llamó “posición frente al narcotráfico y la militarización”, cuyo eje es el rechazo a la labor que realizan las Fuerzas Armadas en contra de los cárteles de las drogas
Enumera algunas violaciones a los derechos humanos cometidos por militares, dice que se está militarizando las calles del país con apoyo de Estados Unidos, vía el Plan Mérida, y que en suma todo sirve de pretexto el gobierno para aplicar toques de queda y eliminación de garantías individuales de la población.
No hace planteamientos sociales concretos y termina con un muy inquietante respaldo a los encapuchados de Nuevo León que, “legítimamente”, dice, protestaban contra la presencia de los soldados en Monterrey.
Por su parte, y sin ninguna relación con el MAN, el domingo pasado fueron difundidos dos comunicados firmados por sendos comandos del grupo guerrillero Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo (TDR-EP): uno firmado en Oaxaca por el Comando Magonista de Liberación (CML), y otro firmado en Cuautla, Morelos, por el Comando Jaramillista Morelense-23 de Mayo (CJM-23M).
De entrada, el comunicado número 4 emitido por el CML tiene un tono de urgencia. Coincide en señalar que la guerra contra el narco del gobierno federal no es tal, sino en realidad una estrategia de intimidación contra la población civil.
Dice que la falta de castigo a los culpables de los asesinatos de 26 activistas de la APPO en 2006, la desaparición forzada de luchadores sociales y la represión selectiva de luchadores sociales son ya intolerables.
“El recuento de hechos y ofensas hacia el pueblo son excesivas, lesivas y genocidas, los poderosos de ayer y hoy siempre impunes, creen que nada pasa y que podrán mantener su despótica manera de gobernar sin que nuestro pueblo digno y harto del desprecio, la intolerancia, la violencia, la explotación… levante su voz, se una y se organice para construir junto su futuro”.
Y advierte: “Las condiciones de pobreza y marginación que vivimos en Oaxaca y en el país en general hacen de esto un polvorín y más temprano que tarde será insostenible para los poderosos e insoportable para nosotros, pueblo en general (…) El tiempo apremia y la paciencia se agota, a construir Poder Popular”.
El otro texto, el comunicado número 17 del CJM-23M (que también forma parte de la coalición TDR-EP) comienza rechazando la democracia representativa y electoral.
“(…) liberales progresistas, neoliberales reaccionarios y hasta izquierdistas “modernos”, en pleno siglo XXI, pretenden convencernos de las supuestas bondades y ventajas de la democracia representativa y de la centralidad del poder; como si los de abajo no supiéramos, por nuestra propia y amarga experiencia, que la delegación del poder en unos cuantos gobernantes y politicastros ha sido una de las principales fuente de la corrupción reinante en nuestro país, la cual se ha desbordado a niveles nunca antes vistos”.
Después, para variar, también asegura que el Ejército al realizar labores de policía con el pretexto del combate al narcotráfico, en realidad pretende inhibir la protesta social ante la fraudulenta y torpe gestión del gobierno calderonista.
Menos beligerante que los otros dos mensajes, rechaza el llamado desarrollo económico que preconiza el gobierno estatal de Morelos: “El desarrollo del que tanto se jactan los de arriba y sus modernos encomenderos (partidos y gobernantes) sólo trae como consecuencia la desigualdad, la exclusión, la injusticia, el individualismo, la pobreza extrema, la criminalización de los más pobres e, incluso, su asesinato o la condena a vivir en los cerros de basura que produce el desenfrenado consumismo mercantil-capitalista”.
Y concluye con un exhorto a la organización popular, a la racional administración de los recursos naturales, a la recuperación de la pluralidad de memorias y a “estar alertas ante la doble moral de la ultraderecha que reza todos los domingos por la salvación de su alma y, al mismo tiempo, hace lo imposible por profundizar el infierno de la esclavitud neoliberal en que nos pretenden mantener a los de abajo”.
Cómo la ves. ¿La guerra contra el narcotráfico es una falacia?, ¿sólo es un pretexto para atacar a los más pobres?, ¿los encapuchados de Monterrey eran luchadores sociales?,¿no sirven de nada las elecciones?, ¿estamos al borde del hartazgo social y del estallido social?, ¿es inútil insistir en el cambio social por la vía pacífica y de las urnas?
viernes, 5 de febrero de 2010
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