15-septiembre-2009
Cada cristal roto servirá para que álguien elabore una teoría a modo.Ok. La publicidad ganada con las detonaciones de artefactos los anima. Poco a poco el mundo los va conociendo. Las acciones directas no hacen temblar a la burguesía, pero el mensaje está “comenzando a llegar”, o eso se piensa.
El clima es fértil para la subversión. Gobierno débil, inconformidad social galopante, crisis económica, tejido social rasgado por crimen organizado, actores sociales beligerantes dispuestos a la radicalización, 2010 a la vista, neoliberalismo a la baja en el mundo.
Ante el apetecible escenario hay quien piensa que el futuro es del pueblo, y que sólo con prender un encendedor -o un cilindro de gas butano- se incendiará el país. De frente hacia la estación de Finlandia… en el Granma hasta los cayos…
¿Basta con el voluntarismo?, ¿no es cuestión de táctica y estrategia?, ¿el caos hará el orden?, ¿se puede jalar los bigotes al león sin que éste despierte y no dé cuando menos un zarpazo?
Peor aún, ¿no son las iniciativas sueltas el mejor pretexto para la represión?
Además de las malas y confusas piezas de los noticieros de televisión, ¿ya vieron las primeras hipótesis? Apuntan a otro lado, a quienes sí les interesa perseguir, sean o no responsables.
Cada cristal roto, cada acción directa servirá para que álguien, en algun bunker, elabore una teoría que invariablemente dé pie a una detención, a un cateo, a una desaparición, a un asesinato: “Se lo buscaron”, “son los violentos de siempre”, “lo traían en la sangre”, dirán.
Un Estado temeroso de perder el poder, en un escenario de nerviosismo social, siempre aprovechará las oportunidades que le pongan en bandeja de plata los que juegan a la rebelión. El león hará “su” justicia para limpiar de opositores el camino y mandar el mensaje de que está despierto y todavía ruge fuerte, aunque todos sepamos que está viejo y enfermo.
¿Les da igual jugar ese papel?, ¿no importa quien caiga, siempre y cuando ustedes sean la mecha?, ¿ya se vieron siendo útiles a su enemigo?
viernes, 5 de febrero de 2010
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