05-mayo-2009
Hace exactamente un año recomendé en este espacio el libro “La Cuarta Espada” de Santiago Roncagliolo, en el que se intenta hacer un esbozo biográfico de Abimael Guzmán, el Presidente Gonzalo, el radical dirigente del Partido Comunista del Perú, cuya guerrilla fue atípica por feroz, violenta y extremista hasta el terrorismo.
La rigidez ideológica sembrada por el “Presidente Gonzalo”, llevó a sancionar la disidencia interna en la propia guerrilla, a ser cruento con sus enemigos de clase en esa guerra y a serlo también con aquellos sectores del pueblo peruano que no querían cooperar con los sublevados, lo que dio como resultado un baño de sangre que cobró casi 70 mil vidas. Los atentados con coches bomba y en instalaciones eléctricas eran su especialidad, lo que sembró verdadero terror en la sociedad.
Abimael fue detenido en 1992. Se encuentra preso desde entonces y algunas de sus facciones remanentes todavía operan, pero sin la lucidez ni la agresividad del jefe máximo, que se consideraba a sí mismo como la cuarta espada, la cuarta columna de la izquierda, después del marxismo, el leninismo y el estalinismo. Su movimiento quedó marginado a sectores muy alejados y rurales de la geografía peruana, aunque peligrosamente cerca de zonas de influencia de narcotraficantes, lo que ha marcado su actual derrotero.
Ayer, el diario español El País reportó: “El grupo maoísta que impuso el terror en Perú durante la década de los ochenta y parte de los noventa ya no es un movimiento político que aspira a tomar el poder por medio de la revolución; hoy es una banda dedicada al narcotráfico. Donde una vez izó la bandera de la izquierda más radical, ahora planta coca. La narcoguerrilla campa a sus anchas en dos grandes valles selváticos, el del Huallaga, al norte, y el de los ríos Apurímac y Ene, al sudeste del país. Ambas son las zonas de mayor producción del cultivo base de la cocaína. Dos territorios complejos que los senderistas conocen como nadie.
“En los últimos 12 meses, 50 soldados y policías han muerto en ataques y emboscadas de Sendero. Tras la última emboscada ocurrida hace poco más de dos semanas y en la que murieron 14 soldados, el gobierno se comprometió a reforzar su presencia en el valle y aumentar los recursos destinados a zona.”
Se teme que adquiera la fuerza que alguna vez tuvieron las FARC de Colombia, combinada con el poder de los narcotraficantes mexicanos.
Al igual que las FARC, pese a las evidencias, niegan cualquier liga con el tráfico de estupefacientes. En un comunicado del 9 de febrero pasado, el Partido Comunista del Perú (nombre oficial de la organización insurgente) argumenta: “Las acusaciones de la reacción -y las acciones así lo demuestran- ha sido en torno de que "Sendero esta aliado con el narcotráfico", "Sendero es un cartel más de la droga", "la principal fuente de dinero para sendero ha sido el narcotráfico", etc., etc.; plumíferos como el agente de la CIA Jaime Antezana siempre ha dado entender eso con sus ya conocidas declaraciones; del aprismo ya se sabía lo que se venía. Desde aquí le hacemos recordar al genocida Alan García Pérez que el poder no dura para siempre y el Partido le va pasar la factura de todos sus crímenes cometidos. Con el argumento del "narcoterrorismo" el gobierno reaccionario de turno ha destinado un presupuesto que supera los cien millones de soles. Es tan grande su temor al Partido Comunista del Perú que como sea quiere exterminar a las masas de las bases de apoyo de aquella zona sin embargo el Partido ya está preparado para afrontar toda arremetida reaccionaria y desde aquí desmentimos toda acusación en torno de que el CCRPC ha "dejado la ideología por el narcotráfico".
Un párrafo más adelante hace una revelación histórica, al desconocer como líder moral a Abimael Guzmán: “Ante tales circunstancias ahora se ha oído por ahí cierta conferencia de prensa y comunicados a favor de la vida del "Presidente Gonzalo", pues bien, reiteramos una vez más que el Presidente Gonzalo ya ha sido superado, y es un LOD (Línea Oportunista de derecha) más que ha devenido en vergüenza para el partido y toda declaración de sus abogados demuestra su total traición a la Guerra Popular -centro de la Línea Política General del Partido- Gonzalo ya no representa al Partido Comunista del Perú y exigimos que no se le use como carrito de batalla para justificar ciertas acciones ya superadas, los LOD en estos tiempos han sido derrotados y las condiciones objetivas y subjetivas así lo demuestra en la palestra con el total fracaso del capitalismo en todo el orbe, y dentro del Partido, con sus manotazos de ahogado de "solución política a los problemas derivados de la guerra".
Por donde se le vea, es un nuevo Sendero Luminoso, igual de rígido en su estrategia de Guerra Popular Prolongada, menos agresivo con las comunidades rurales peruanas, destetado del “Presidente Gonzalo”; regresa manejando una retórica similar al del resto de movimientos armados latinoamericanos, pero que está vinculado a las drogas, lo que agrega un elemento polémico de evaluación, similar al que pesa sobre las FARC, cuyo público seguidor se niega a ver que su financiamiento pasa por cobrar impuestos a los narcos, cuando no es que ellos mismos venden uno que otro cargamento en el mercado internacional.
Si en el terrorismo no es moral matar inocentes, y si está abierto el debate sobre la pertinencia de realizar secuestros para financiar la revolución, ¿es correcto obtener financiamiento del crimen organizado? ¿El dinero es revolucionario cuando lo obtienen los guerrilleros y malhabido cuando lo reciben los delincuentes?
Más allá de lo que tú opines al respecto, el dato duro es que Sendero Luminoso rebrotó y está entre nosotros. Sigamos sus pasos.
viernes, 5 de febrero de 2010
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