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sábado, 6 de junio de 2015

No son los maestros, es la guerrilla (análisis Raymundo Riva Palacio)


El 29 de octubre de 2006, fuerzas federales entraron al Centro Histórico de la capital de Oaxaca y rompieron barricadas con vehículos antimotines que disparaban agua a presión. Hubo disparos y muchos gases lacrimógenos lanzados en esa operación con la que se terminó con un conflicto de cinco meses mediante el cual la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, quiso derrocar al gobernador Ulises Ruiz. Al final no lo logró, pero lo que parecía un fracaso en aquel entonces de los grupos más radicales, no lo fue. Oaxaca sirvió como laboratorio para probar estrategias de guerra de guerrillas urbanas al EPR, y empezar su rearticulación nacional.

El trabajo del EPR en Oaxaca lo encabezó Constantino Alejandro Canseco Ruiz, el comandante José Arturo, miembro de una de las tres familias fundadoras de la guerrilla, captado varias veces por las cámaras del Cisen dando instrucciones en las movilizaciones, durante la larga ocupación de la capital oaxaqueña. El conflicto creció del enfrentamiento entre el gobierno de Vicente Fox y el de Ruiz, que afectó la negociación salarial con la Sección 22 del magisterio. La descomposición en las élites dio nacimiento a la APPO, obsesionada con tumbar al gobernador, y en esa coyuntura, el EPR infiltró organizaciones fachadas en la APPO y activó sus “liderazgos” dentro de la dirigencia magisterial, para tomar el control del movimiento.

Oaxaca iba a ser el momento en el cual iniciaría hostilidades abiertas contra el Estado mexicano, pero la dirigencia reculó. No serían ellos los agresores, sino buscarían la provocación. Antes profundizarían en la creación de frentes de masas que les dieran cobertura política. El problema para la guerrilla no es el tiempo, sino la creación de condiciones para la insurrección. Veintitrés organizaciones fachada y 17 “asambleas populares” fueron creadas en Oaxaca, que reprodujeron en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Puebla, San Luis Potosí y la ciudad de México. Fue el comienzo de la construcción del “poder popular”, como llaman en sus documentos, que trasladarían “al nivel nacional”.

Casi una década ha pasado desde que inició la marcha hacia la insurrección, cuyos esfuerzos están reflejados en vísperas de las elecciones del domingo. La organización sectaria que era, tiene hoy ramificaciones en organizaciones obreras, campesinas, indígenas y urbano-populares. El catalizador fue la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, y el detonador, el boicot a las elecciones federales. El grupo articulador visible es la Coordinadora magisterial, disidente del sindicato, infiltrada por el EPR e ingenuamente fortalecida por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto con dinero, plazas y posiciones políticas. Con presión, la disidencia magisterial obtuvo el control de la educación en Oaxaca y Michoacán, y cogobierna en Oaxaca y Guerrero. No necesitaron las armas. La vía política les ha ido ganando los espacios.

El cambio comenzó hace cuatro años. En este mismo espacio se reportó en junio de 2011 que el EPR, que tardíamente entendió que la vía militarista no era una opción real tras la caída del Muro de Berlín, empezó a modificar su discurso dogmático –incorporó menos lenguaje marxista-leninista en sus comunicados– e intensificó su penetración en la sociedad civil. En el enfrentamiento de normalistas de Ayotzinapa con la Policía Federal en la Autopista del Sol en diciembre de 2011, había células del EPR entre los manifestantes provocando a las fuerzas federales.

Desde mayo de 2012 surgieron llamados claros a la insurrección. En junio de 2013 se publicó en este mismo espacio que el EPR se encontraba en movimiento con sus dos brazos, el ideológico-estratégico en Oaxaca, y el táctico-operativo en Guerrero, trabajando sus frentes de masas en el magisterio y en las organizaciones sociales, para construir las condiciones que los llevara al brote insurreccional planteado en sus comunicados un año antes.

Quien galvanizó el descontento antisistémico fue la CNTE, en particular la Sección 22, que controla la Coordinadora, que ha sido fuente de cuadros para el EPR. En un comunicado difundido en mayo de 2013, afirmó: “La lucha del magisterio democrático en el plano nacional es parte del conjunto de la lucha que emprende el pueblo trabajador en defensa de sus derechos y la legítima exigencia de solución a las demandas escamoteadas por el poder burgués…”.

Todavía no comenzaban las movilizaciones en la ciudad de México, ni escalaba el conflicto a la confrontación abierta. El EPR no ocultaba sus intenciones, ni disfrazó su estrategia. Todo lo hizo público a través de comunicados. Aun así, en mayo del año pasado el Cisen desmanteló su unidad de movimientos armados, y a su experta en el EPR la trasladó a tareas administrativas en la unidad de relaciones internacionales. La variable de la guerrilla no figuró en los informes al presidente Peña Nieto en las primeras semanas tras la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, ni es factor central en el análisis para la toma de decisiones sobre lo que sigue en el conflicto magisterial hoy en día.

El gobierno actúa como si su interlocución fueran sólo los maestros y la reforma educativa el puerto de destino. Pero desde hace tiempo varios líderes magisteriales responden a los intereses del EPR, cuyo objetivo es la desestabilización, el descarrilamiento del gobierno y el poder. Hasta ahora, a partir de los resultados, el EPR va ganando la partida a un gobierno que no termina de comprender quién es realmente su enemigo.



jueves, 2 de abril de 2015

Guerrero: empezó la insurrección: Raymundo Riva Palacio (análisis)


12 noviembre 2014

Las imágenes dan la vuelta al mundo. El salón de sesiones del Congreso de Guerrero en llamas. Las sedes del PRI y el PAN, destrozadas. Ataques a propiedad de multinacionales y las vías de comunicación cercenadas. Las autoridades estatales no despachan en sus oficinas porque están tomadas, y gobiernan a salto de mata. Hay una insurrección en curso en Guerrero, que pretende la creación de un ente autónomo de la Federación.

Bajo la causa legítima de la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, grupos antisistémicos están operando activamente en el estado y proyectando caos, ingobernabilidad y un gobierno arrodillado. Un documento del CISEN indica que el EPR y el ERPI, junto con sus organizaciones fachada, que se encuentran en el frente de masas que moviliza la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), las policías comunitarias y una parte del clero radical, impulsan la consolidación de La línea de la Esperanza.

Este proyecto comprende el corredor indígena que cruza Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde los maestros disidentes de la Coordinadora son la parte más activa de esta insurrección. Los municipios donde se concentra la fuerza de la insurrección son Acatepec, Ahuacuotzingo, Ajuchitán del Progreso, Ayutla, Coyuca de Catalán, Malinaltepec, Metlátonoc, Olinaláy Tecoanapa, donde operan las guerrillas del EPR, el ERPI, Tendencia Democrática Revolucionaria del Ejército del Pueblo, el Comando Justiciero 28 de Junio y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo. El EPR, fundado en 1996, en el aniversario de la matanza de Aguas Blancas, es quien aglutina al movimiento armado que tras varios años de esfuerzos, hoy está unificado.

Tras los hechos en Iguala se reactivaron y comenzaron a emitir comunicados con una frecuencia como nunca antes en su historia. Se puede alegar que en la crisis política y el pasmo del gobierno federal actual, observaron condiciones para su lucha. Los comunicados tienen como propósito la propaganda, pero en términos estratégicos son utilizados para comunicarse con sus células y darles instrucciones. La violencia contra objetivos específicos comenzó después que se difundieron los comunicados. Tras iniciarse la insurrección, la frecuencia de ellos disminuyó notablemente.

La falla en el diagnóstico sociopolítico de lo que se había detonado detrás de la causa legítima de los normalistas desaparecidos, se sumó a la todavía incapacidad gubernamental para entender que los retos en Guerrero tienen varios frentes. Tampoco ha sido del todo comprendido en los medios mexicanos y mucho menos en los internacionales. La violencia no tiene que ver directamente con los sucesos de Iguala, aunque personas vinculadas estrechamente con los familiares de las víctimas, forman parte del frente de masas guerrillero.

Los maestros y el clero radical, articulados dentro de estas organizaciones fachada, son quienes organizan la violencia callejera en acciones que pueden ser consideradas de propaganda armada. Es decir, trabajan en la proyección de imágenes de ausencia de gobierno, inestabilidad y caos, que contribuyan al debilitamiento del Estado y a forzar que el gobierno federal pierda el consenso para gobernar y que en su desesperación incurra en una represión generalizada que sólo alimentará aún más la lucha rebelde.

La CETEG la encabeza Ramos Reyes Guerrero, quien está relacionado con el Ejército de Liberación Nacional, una escisión del EPR que secuestró al abogado panista Diego Fernández de Cevallos en 2010. Opera desde Tlapa de Comonfort, en la Región de la Montaña y tiene como lugartenientes, vinculados también con las guerrillas, según el CISEN, a los maestros Pedro Eligio Cabañas en Cualac –hermano de Lucio Cabañas, el dirigente guerrillero histórico–, Taurino Rojas, simpatizante del EPR, en Metlatónoc, y Florencio Andréu Castañeda, en Olinalá. Otros líderes del magisterio disidente, como Minervino Morán, que fue pieza activa en la toma de la ciudad de México por los maestros el año pasado, es simpatizante del ERPI.

Morán pertenece al Frente Popular Revolucionario (FPR), organización paraguas y fachada de la guerrilla, que encabeza Omar Garibay Guerra, y que se encuentra dentro del Movimiento Popular Guerrerense (MPG),del que es líder Ubaldo Segura Pantoja, dirigente de la Unión Social Independiente de Pueblos Indígenas, que es un frente del EPR, donde participa activamente Bertoldo Martínez Cruz, que dirige el Frente de Organizaciones Democráticas de Guerrero y el Comité Contra la Tortura y la Impunidad, al que vincula el CISEN con el ERPI.

En el MPG, cuya función central es articular los vínculos a nivel nacional, está el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, que dirige Abel Barrera, y cuyo asesor jurídico, abogado de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, es Vidulfo Rosales, quien ha participado en actos de organizaciones fachada del ERPI. También se encuentra la Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero, en la que cuando menos tres de sus dirigentes son jefes del ERPI: Ernesto Gallardo, comandante Neto, Gonzalo Torres, comandante Gonzalo, y Crisóforo García, comandante Guerrero, y la Red Guerrerense de Derechos Humanos, que encabeza Manuel Olivares, defensor y adoctrinador en Ayotzinapa, señalado por las autoridades como simpatizante del ERPI.

El árbol de la insurrección en Guerrero no es algo nuevo. Los sabían los órganos de inteligencia del Estado Mexicano y no se hizo nada. Tampoco alertaron al presidente Enrique Peña Nieto lo que se cocinaba en Guerrero. La desaparición de los normalistas significó el detonante para que empezara la marcha de esa rebelión contra las instituciones que hoy, tienen desbordado al centro del país.

 
Iguala: el engaño al Presidente (III)

La recomendación al presidente Enrique Peña Nieto de encapsular la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa al declarar que los hechos en Iguala eran un asunto que debían arreglar los guerrerenses, regaló 15 días a grupos políticos y armados dentro y fuera de la ley, que avizoraron que a través de una causa legítima podían comenzar una rebelión. El mes que discutieron en Los Pinos si convenía o no presionar al gobernador Ángel Heladio Aguirre a pedir licencia, les facilitó el incendio del estado. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, repitió erróneamente que el crimen era del fuero común, sin entender él, ni Aurelio Nuño, el jefe de la Oficina de la Presidencia, que en Iguala no sólo se había cometido un crimen, sino que empezó la contrarreforma nacional. No lo diagnosticaron ellos; no se percató el Presidente.

Actuar como Poncio Pilatos las dos primeras semanas en Guerrero es el mayor error político de Peña Nieto y de su gobierno, que envuelto por la endogamia política de su Presidencia, no le permitió ver a él ni a su equipo que la insurrección social en el corazón de la cuenca del descontento fue alimentado, probablemente en forma inopinada, por el grupo compacto en su entorno. El punto de inflexión para entender lo que se vive en Guerrero fue la captura de la maestra Elba Esther Gordillo en febrero de 2013, con el argumento que eliminarla como líder del magisterio, allanaría al camino de la Reforma Educativa.

Desde el interior del gobierno advirtieron que el análisis era equivocado, y que si creían que meter a la cárcel a la maestra era la solución, no entendían su rol en el magisterio. Como sucede regularmente en la burbuja donde está encerrado el Presidente, descalificaron las opiniones. 

Cuando fue detenida, le sugirieron a Osorio Chong que en esa coyuntura se capturara también a los jefes de la Coordinadora, un docena de maestros disidentes principalmente en Oaxaca, y con el liderazgo descabezado, iniciar su renovación. Se hizo lo contrario.

Desde la Secretaría de Gobernación, por intermediación del subsecretario del ramo, Luis Miranda -compadre del Presidente-, empoderaron a la Coordinadora magisterial. De cinco entidades donde operaban, Miranda, con el respaldo de Osorio Chong y Nuño, la creció a 23, y obligaron a varios gobernadores a darles interlocución. Les regalaron plazas, contra lo que establece la Reforma Educativa, y más de 12 mil millones de pesos. Poder y dinero, lo que nunca imaginaron antes, por la gracia de Los Pinos y Bucareli.

El alegato ante el Presidente era que así tendrían controlada a la oposición magisterial. En Michoacán llevaron la racional al extremo. Por sugerencia del comisionado para la Seguridad y el Desarrollo, Alfredo Castillo –que depende de facto de Nuño-, se designó como subsecretario de Educación Básica a Rafael Mendoza Castillo, ideólogo de la Coordinadora, y que quiere la abrogación de la Reforma Educativa. Esta semana, los maestros disidentes michoacanos iniciaron protestas con el pretexto de la desaparición de los normalistas, sumándose a la rebelión, que públicamente encabeza la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), la que en el mes de indecisiones del gobierno de Peña Nieto, articularon a la oposición social y al frente de masas de los movimientos armados.

¿Sabrá el Presidente que en Guerrero se articularon las fuerzas legales y las guerrillas en torno a la causa legítima para que aparezcan los 43 normalistas de Ayotzinapa, que son las que están causando la violencia en aquél estado? Dentro del gobierno sabían que esto podría suceder. De hecho, un grupo de coordinación para Guerrero, compuesto por más de una veintena de funcionarios, se daba cita los sábados en el CISEN. Encabezado por el director del órgano de inteligencia, Eugenio Imaz, participaban representantes del área política de Gobernación –Imaz tiene como jefe inmediato a Osorio Chong-, del Ejército, la Marina, la PGR, la Comisión Nacional de Seguridad, la Policía Federal, y el gobierno de Guerrero.

Uno de los documentos -de marzo de 2014- que analizaron, establece en el mapa de riesgos lo que la vinculación entre el magisterio disidente y la guerrilla, que llaman “subversión”, podía generar en el estado. “No hay vínculos orgánicos entre el magisterio disidente de Guerrero y la subversión”, sostiene, pero a través de las relaciones personales, probaba los enlaces y el trabajo coordinado entre sus líderes. Su existencia generaba alerta, y en el documento se anticipan entre los riesgos:

1.- Pueden desviar recursos económicos para las organizaciones subversivas y su frente político (que incluyen organizaciones de derechos humanos y policías comunitarios).

2.- La confluencia del magisterio y subversión en el Movimiento Popular Guerrerense pueden detonar escenarios de confrontación.

3.- Proliferación y escalamiento de conflictos sociales en diversas regiones de la entidad por actores CETEG-subversión.

La información les había llegado de Guerrero, pero no se alertó al Presidente. Por razones desconocidas, dieron carpetazo a todo el trabajo y desde hace más de cuatro meses, no se reúne el grupo. El equipo que hacía seguimiento de los movimientos armados prácticamente se desintegró y se dejaron sueltos los cabos que hoy mueven las manos violentas en el estado. Son públicos, visibles y altamente activos quienes hoy tienen arrinconado al Presidente y al gobierno. Lo sabían en el gobierno pero no hicieron nada entonces, ni, parece, ahora.

Guerrero: empezó la insurrección (IV y fin)

Las imágenes dan la vuelta al mundo. El salón de sesiones del Congreso de Guerrero en llamas. Las sedes del PRI y el PAN, destrozadas. Ataques a propiedad de multinacionales y las vías de comunicación cercenadas. Las autoridades estatales no despachan en sus oficinas porque están tomadas, y gobiernan a salto de mata. Hay una insurrección en curso en Guerrero, que pretende la creación de un ente autónomo de la Federación.

Bajo la causa legítima de la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, grupos antisistémicos están operando activamente en el estado y proyectando caos, ingobernabilidad, y un gobierno arrodillado. Un documento del CISEN indica que el EPR y el ERPI, junto con sus organizaciones fachada, que se encuentran en el frente de masas, que moviliza la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), las policías comunitarias y una parte del clero radical, impulsan la consolidación de La línea de la Esperanza.

Este proyecto comprende el corredor indígena que cruza Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde los maestros disidentes de la Coordinadora son la parte más activa de esta insurrección. Los municipios donde se concentra la fuerza de la insurrección son Acatepec, Ahuacuotzingo, Ajuchitán del Progreso, Ayutla, Coyuca de Catalán, Malinaltepec, Metlátonoc, Olinalá y Tecoanapa, donde operan las guerrillas del EPR, el ERPI, Tendencia Democrática Revolucionaria del Ejército del Pueblo, el Comando Justiciero 28 de Junio, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo. El EPR, fundado en 1996, en el aniversario de la matanza de Aguas Blancas, es quien aglutina al movimiento armado que tras varios años de esfuerzos, hoy está unificado.

Tras los hechos en Iguala se reactivaron y comenzaron a emitir comunicados con una frecuencia como nunca antes en su historia. Se puede alegar que en la crisis política y el pasmo del gobierno federal en actual, observaron condiciones para su lucha. Los comunicados tienen como propósito la propaganda, pero en términos estratégicos, son utilizados para comunicarse con sus células y darles instrucciones. La violencia contra objetivos específicos comenzó después que se difundieron los comunicados. Tras iniciarse la insurrección, la frecuencia de ellos disminuyó notablemente.

La falla en el diagnóstico sociopolítico de lo que se había detonado detrás de la causa legítima de los normalistas desaparecidos, se sumó a la todavía incapacidad gubernamental para entender que los retos en Guerrero tienen varios frentes. Tampoco ha sido del todo comprendido en los medios mexicanos y mucho menos en los internacionales. La violencia no tiene que ver directamente con los sucesos de Iguala, aunque personas vinculadas estrechamente con los familiares de las víctimas, forman parte del frente de masas guerrillero.

Los maestros y el clero radical, articulados dentro de estas organizaciones fachada, son quienes organizan la violencia callejera en acciones que pueden ser consideradas de propaganda armada. Es decir, trabajan en la proyección de imágenes de ausencia de gobierno, inestabilidad y caos, que contribuyan al debilitamiento del Estado y a forzar que el gobierno federal pierda el consenso para gobernar y que en su desesperación, incurran en una represión generalizada que sólo alimentará aún más la lucha rebelde.

La CETEG la encabeza Ramos Reyes Guerrero, quien está relacionado con el Ejército de Liberación Nacional, una escisión del EPR que secuestró al abogado panista Diego Fernández de Cevallos en 2010. Opera desde Tlapa de Comonfort, en la Región de la Montaña y tiene como lugartenientes, vinculados también con las guerrillas, según el CISEN, a los maestros Pedro Eligio Cabañas en Cualac –hermano de Lucio Cabaños, el dirigente guerrillero histórico-, Taurino Rojas, simpatizante del EPR, en Metlatónoc, y Florencio Andreu Castañeda, en Olinalá. Otros líderes del magisterio disidente, como como Minervino Morán, que fue pieza activa en la toma de la ciudad de México por los maestros el año pasado, es simpatizante del ERPI.

Morán pertenece al Frente Popular Revolucionario (FPR), organización paraguas y fachada de la guerrilla, que encabeza Omar Garibay Guerra, y que se encuentra dentro del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), del que es líder Ubaldo Segura Pantoja, dirigente de la Unión Social Independiente de Pueblos Indígenas, que es un frente del EPR, donde participa activamente Bertoldo Martínez Cruz, que dirige el Frente de Organizaciones Democráticas de Guerrero y el Comité Contra la Tortura y la Impunidad, al que vincula el CISEN con el ERPI.

En el MPG, cuya función central es articular los vínculos a nivel nacional, está el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, que dirige Abel Barrera, y cuyo asesor jurídico, abogado de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, es Vidulfo Rosales, quien ha participado en actos de organizaciones fachada del ERPI. También se encuentra la Unión de Pueblos y Organizaciones de Guerrero, donde cuando menos tres de sus dirigentes son jefes del ERPI, Ernesto Gallardo, comandante Neto, Gonzalo Torres, comandante Gonzalo, y Crisóforo García, comandante Guerrero, y la Red Guerrerense de Derechos Humanos, que encabeza Manuel Olivares, defensor y adoctrinador en Ayotzinapa, señalado por las autoridades como simpatizante del ERPI.

El árbol de la insurrección en Guerrero no es algo nuevo. Los sabían los órganos de inteligencia del Estado Mexicano y no se hizo nada. Tampoco alertaron al presidente Enrique Peña Nieto lo que se cocinaba en Guerrero. La desaparición de los normalistas significó el detonante para que empezara la marcha de esa rebelión contra las instituciones que hoy, tienen desbordado al centro del país.

viernes, 4 de octubre de 2013

EPR se deslinda de nexos con CNTE

AL PERIODISTA RAYMUNDO RIVA PALACIO

AL PUEBLO DE MEXICO

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!

Señor Raymundo Riva Palacios, por medio de la presente respondemos a sus puntos asentados en las  entregas pasadas y en la reciente con respecto a nuestro partido PDPR-EPR.

 De su puño y letra, o siendo más preciso por medio de yemas y teclas, reafirma usted, una vez más su posición política e ideológica, pero en esta ocasión citando una de las fuentes teóricas que conduce su oficio periodístico, por lo menos ahora ya no fue como en otras entregas producto de una divulgación premedita del aparato de inteligencia militar-civil del Estado, al menos en uno de sus apartados, porque en el último escrito queda también establecido el origen gubernamental de sus fuentes, en concreto el origen policíaco.

Pero antes de continuar, debemos aclarar que no proponemos debate a discusión pública, le hemos respondido a sus dichos, ateniéndonos al derecho de réplica y para desmentir lo que constituye una mentira y por consecuencia una calumnia, aunque usted esquive la esencia de este hecho.

Inequívocamente es avance para la discusión y claridad para los lectores, que permitirá aclarar su punto de vista  y el nuestro con respecto a cómo concebimos cada cual la realidad presente y el pasado reciente del movimiento revolucionario en México, en ese mismo sentido, quedará asentada públicamente la definición personal -en su caso- fijando posición política con respecto al injusto sistema capitalista, al depredador régimen neoliberal, ante los antipopulares y represivos gobernantes en turno, la voraz oligarquía en México y la actitud política hacia la lucha organizada de nuestro pueblo.

Sobre la GPP.

La estrategia político-militar de Guerra Popular Prologada (GPP) no es sólo una batalla y su parte sustancial no es la insurrección. El punto principal es la incorporación consciente de todo el pueblo a la lucha armada revolucionaria desarrollando las distintas formas de lucha para derrocar al Estado burgués.

Es la incorporación voluntaria y consciente de los diferentes sectores populares como el resultado de toda una trayectoria de lucha que inicia por sus reivindicaciones inmediatas las cuales al fragor de la lucha y las respuestas represivas del Estado exponen crudamente que el origen de la negación o escamoteo de las demandas tiene un origen político y de clase, por lo tanto irremediablemente la lucha económica evoluciona en política a partir de la claridad del sector en lucha.

Resultado de la agudización de la lucha de clases los sectores populares organizados y en lucha reivindican las demandas históricas:

la liberación de la opresión burguesa mediante la violencia popular-revolucionaria; la toma del poder político por el pueblo y esencialmente para el pueblo; y la construcción del socialismo, claro está, que dicho proceso se desarrolla de forma dialéctica y a partir de las condiciones propias de cada pueblo, sería absurdo atenerrnos a un manual o a la aplicación mecánica de otras experiencias, eso sólo existe en la imaginación de quienes desconocen la esencia de la lucha revolucionaria, lo demás cae en la especulación subjetiva.

En la estrategia de la GPP lo militar está supeditado a lo político ideológico, es ante todo un lineamiento político que cuenta con estrategia, táctica y método; tareas estratégicas y tácticas; objetivos a corto, mediano y largo plazo; con una metodología de construcción revolucionaria, reclutamiento, educación política y formación ideológica en las estructuras de partido, ejército, bases políticas y de apoyo. Por consecuencia la lucha revolucionaria no tiene nada que ver con las acciones delincuenciales que nos quiere adjudicar a fuerza de los informes policíacos que pretenden deslegitimar nuestra lucha.

Acierta usted al marcar históricamente que la GPP surge con ese nombre en la importante experiencia de la revolución popular en China, la cual fue un gran aporte como estrategia revolucionaria para el proletariado internacional, pero en si fue la evolución del los principios de organización político militar del proletariado y del marxismo adecuados a las condiciones específicas de la lucha de clases que libró el pueblo chino.

Lineamiento que el pueblo vietnamita aplica de forma creativa en la guerra de liberación y revolucionaria probando su vigencia teórica-práctica y versatilidad una vez más en el planeta, Corea del Norte es otro gran ejemplo, de ahí devendrían diversas interpretaciones y desarrollos de la GPP en diversas partes del mundo incluyendo a nuestra América Latina, que culminaron parte del proceso de acuerdo a la composición político ideológica de sus vanguardias.

Plan general estratégico que abarca los aspectos de:
población-territorio, económico, político, ideológico y militar como los principales. El cual como todo proceso de transformación profunda de la sociedad no tiene fecha, eso lo decidirán la generalización de la agudización de la confrontación de la lucha de clases en el país, que es, entre el movimiento popular revolucionario y la burguesía nacional y su oligarquía. Y nunca ha estado, ni podrá estar limitada a una región geográfica mucho menos a un sector, por ser de carácter nacional la lucha.

Realizamos como partido la revolución sobre la base de un principio, sobre la base de los propios esfuerzos
de nuestro pueblo.

Surgimiento del EPR.

Documentado está en nuestros escritos partidarios, como en varias ediciones con finalidad académica, en publicaciones periodísticas y literarias sobre nuestro origen y desarrollo como proyecto revolucionario y en ninguna  de las cuales se menciona al sector campesino como nuestro origen, en los cuales precisamos que los primeros núcleos militantes revolucionarios arribaron  de los distintos sectores del pueblo que conforma  a la sociedad mexicana el obrero, estudiantil, intelectual, popular, campesino, indígena, profesionistas de las distintas áreas, por lo cual el génesis, desarrollo y enraizamiento de nuestro partido se dio y está en los diferentes sectores populares y en la diversidad de la geografía mexicana, coincidentemente de eso dan cuenta cada uno a su manera los trabajos de investigación y literarios fuera de nuestras estructuras.

Precisamos sobre este punto por el mensaje entre líneas que envía con la intención de causar desánimo y derrotismo entre los sectores populares más consecuentes y combativos que aún no se incorporan a la lucha revolucionaria, al escribir usted de esa forma es con la finalidad de tratar de menguar simpatías y ocasionar aislamiento de nuestro partido. Es una de las  tácticas contrainsurgentes a la que más recurre el aparato de inteligencia gubernamental: difundir y sembrar la idea entre el movimiento de masas y el pueblo en general que en estos tiempos “no se puede hacer la revolución por la vía armada revolucionaria”, además de buscar infructuosamente deslegitimar nuestra lucha y partido.

En la simetría política de la lucha de clases  son unos cuantos los individuos que a título personal despliega recursos y medios a su alcance para desarrollar esta sucia tarea porque coyunturalmente así lo dicta su conciencia, otros por encargo, imprevisión, y los más rabiosos por intereses y/o convicción de clase. Que por cierto, son contados los tiradores mercenarios visibles en los medios masivos de comunicación que ponen la cara, micrófonos y sus plumas para atacar de forma frontal al movimiento popular-revolucionario.
La base social susceptible de incorporarse al proceso de la lucha revolucionaria no sólo se encuentra en el área rural y el sector campesino, la marginación, pobreza, desempleo, explotación, represión y opresión política no sólo se dan en el campo es un rasgo general del sistema capitalista mexicano, los cinturones de miseria y “ciudades perdidas” siempre han existido en los centros de desarrollo urbano  y zonas suburbanas, son injusticias sociales y miserias que crea el propio sistema. Y ahí es donde está la lucha revolucionaria para transformar sus condiciones de vida y trabajo de las masas excluidas y desposeídas de todo derecho humano y constitucional.

¿Existen las condiciones?

Objetivamente siempre han existido las condiciones objetivas desde que se traicionó la guerra de independencia que protagonizó el pueblo mexicano -principalmente indígenas y criollos- por medio de una negociación entre los sobrevivientes de esta gesta del bando mexicano y el clero y la monarquía española; prevalecen desde la guerras antiimperialistas de intervención extranjera; condiciones que se generalizaron y profundizaron durante la dictadura porfirista que impone un retroceso de las leyes de reforma y devuelve los fueros al clero católico. En cada una de estas etapas de lucha la cifra de muertos por motivos políticos en millones han sido los hijos del pueblo.

Existen las condiciones porque desde la época postrevolucionaria, la “reconstrucción de  la República” al gobierno progresista de Cárdenas a los más de 80 años de gobernar la burguesía mediante el partido de Estado-PRI -como instrumento político principal-, el relevo bisexenal temporal de la ultraderecha, ambos camarillas de gobernantes y políticos de oficio de la burguesía se impusieron y gobierna con el ejército federal, hasta la actualidad el pueblo trabajador que sobrevive en la pobreza y miseria es en decenas de millones; los oligarcas no llegan ni a diez familias y su entorno no alcanza ni una decena del millón; los muertos por enfermedades curables, muertes prematuras de infantes y madres al parir en cifras conservadoras están en cientos de miles; los presos políticos y de conciencia siempre ha sido como una constante que en el sistema político incrementándose en tiempos de auge de la lucha de clases; como también son miles los asesinados por motivos políticos; el crimen de lesa humanidad, la detención-desaparición, es una práctica sistemática del Estado que a mediados del siglo XX al incipiente S. XXI son más de 30 mil detenidos-desaparecidos por motivos políticos y sociales.

Las condiciones persisten pero como no es un asunto de frustración, resentimiento, venganzas, sino de claridad política, conciencia y definición de clase es todo un proceso de construcción de la nueva revolución y sus pilares donde la violencia es tan sólo una parte de la lucha más no la fundamental y determinante. Porque debe de saber las diferencias entre estallido social, insurrección, guerra de liberación y revolucionaria. Aceptado está lo desfavorable  de la correlación de fuerzas entre los que actualmente detentan el poder y el movimiento popular-revolucionario, sin embargo, no es sinónimo de imposibilidad de luchar por la transformación de la sociedad.

Sobre Ted Robert Gurr.

Retomando los párrafos iníciales sobre la fuente en la que basa  en está ocasión su escrito, es parte de la intelectualidad orgánica del imperialismo Estadounidense que justifica las políticas de seguridad nacional que van más allá de las fronteras con acciones militaristas, guerras de rapiña, anexión y neocolonialismo, con la premisa maniquea del bien y el mal, con un lenguaje postmodernista que no se plantea nada nuevo con respecto a los clásicos universales de las ciencias económicas, sociales y humanistas, empaniza términos y categorías del marxismo, le quita todo el contenido transformador para ubicarlo en la constitucionalidad del estado de derecho burgués y su democracia.

El lenguaje puede confundir a un novel de estas ciencias, aún cándido en política, pero se identifica al grado de alienación con quienes comparte esa forma política de coexistir con Estados capitalistas e imperialistas, desde la simulación  de entes progresistas  y ejercer “crítica” al gobierno recubierta con el lenguaje de movimiento social, civilidad, horizontalidad; ensalzan los fracasos y glorias de las “revoluciones tersas”, pero la esencia es justificar literal y “científicamente” que las revoluciones sociales impulsadas por el pueblo ya no proceden es estos tiempos de globalización neoliberal y hegemonía violenta del capital oligárquico nacional-transnacional.

Todo, absolutamente todo, lo que no sea socialdemocracia y bipartidismos burgués; dictaduras del capital y democracias burguesas de oropel; Estados policiacos-militares y dictaduras militares no procede en el orbe, porque así lo dictamina el gendarme internacional (EU) al que servilmente se pliegan gobiernos lacayos -como el mexicano- cuyos escuderos domésticos de toda estirpe defienden con argumentos tan inverosímiles como perversos sobre la “viabilidad” del modo de producción capitalista, justificando sínicamente la brutalidad de los cuerpos represivos que cometen masacres y crímenes de lesa humanidad en nombre del estado de derecho oligárquico y la democracia burguesa.

Asimilando las experiencias de lucha de nuestro pueblo y otros pueblos del mundo concluimos que ningún proceso de transformación radical de la sociedad puede estar motivado e impulsado por sentimientos ya sean personales o colectivos como el resentimiento, la venganza, frustración y desesperación, sino por una determinación voluntaria y consciente de la necesidad de incorporarse a la lucha, pues el personaje justiciero que se mueva por esas motivaciones y “triunfa” como libertario eso sólo ocurre en los dramas y guiones hollywooodenses con la intención  de imponer esa falsa idea en los distintos extractos sociales a nivel mundial. Los procesos revolucionarios se construyen y son una obra colectiva de conglomerados populares con convicciones de clase.

La contrainsurgencia en México es la GBI que es el plan global imperialista de intervención en todas las regiones del mundo contra los pueblos en lucha por su legítima transformación, es la agresión imperialista contra gobiernos progresistas y socialistas; es el conjunto de acciones  que abarcan principalmente los aspectos político, militar, psicológico, propagandístico e ideológico en todos los ámbitos de la vida de las naciones que agrede con la complicidad de los gobiernos burgueses lacayos y escuderos mercenarios que van desde el que vocifera en los sacrosantos púlpitos  de los medios masivos de la comunicación hasta el sanguinario paramilitar, entre los cuales la única diferencia la hacen los instrumentos para combatir al pueblo.

Por lo que resulta falso que nosotros señalemos únicamente como contrainsurgencia en el país a los autores diligentes que elaboran artículos por consigna o convicción y al paramilitarismo enfundado en distintos ropajes, denunciamos ante el pueblo a estos dos instrumentos del Estado e imperialismo para que ubiquen a los frentes más visibles y beligerantes de la contrainsurgencia.

Los primeros (periodistas e intelectuales orgánicos de la burguesía) que forma parte del aparato ideológico por medio del cual manipulan la realidad nacional y a nivel mundial del diario acontecer sociopolítico y el desarrollo de la lucha de clases, son los propagandistas del capitalismo que despliegan su leguas viperinas y mezquino intelecto contra la lucha del pueblo. Los paramilitares como la fuerza irregular represiva militar del Estado.

Además, resulta significativo resaltar el reconocimiento que usted hace a priori del supuesto ERP, como “nueva guerrilla” y hoy lo sostiene como si contara con los pelos de la burra en la mano, de ser así, está obligado a exponer los hechos y argumentos que lo hace sostener con obcecada convicción la autenticidad de la “nueva guerrilla”. Sólo dos cosas se vislumbran en tan aferrado convencimiento es un encargo la promoción del ERP, para abonar mediáticamente una supuesta confrontación entre la “guerrilla a partir de una inexistente ruptura interna de nuestro partido.

Preguntamos: ¿Acaso no será el umbral mediático de fabricar el escenario sobre la conjetura de una confrontación entre nosotros y el denominado ERP? O es ¿El justificante político-jurídico para la detención, asesinato y detención-desaparición de alguno de nuestros militantes, de un  luchador social que se mueve en la legalidad que le señale como integrante de nuestro PDPR-EPR o eliminar  físicamente a un personaje público progresista incómodo para el gobierno atribuyendo la muerte como parte de la “confrontación”?

Bueno ya estará de usted… Claro que la delincuencia organizada es un agravio más para el pueblo desde el momento que esta surge desde y para el Estado, al igual que la descomposición social el origen vienen desde las más altas esferas de poder político-económico. Son males sociales inherentes al sistema que no se pueden separar: desempleo, pobreza, marginación, miseria, opresión política, hambruna, descomposición social, etcétera, etcétera. Si le llama la atención que destaquemos la delincuencia organizada, ¿en lugar de país, quién  no se refiera a ella? es el PAN de cada día, que el PRI con Peña Nieto son la continuidad de pretender encubrir los fines contrainsurgentes del combate a la delincuencia organizada.

No podemos quedarnos callados con el estigma delincuencial que hace de la pobreza, protesta y lucha popular, como pueblo se nos cobran todas las facturas de las atrocidades que hace el sistema, gobernantes, oligarcas y políticos de oficio que va desde los ecocidios, “excesivos” gastos por seguridad social y pensiones del pueblo trabajador, hasta los crueles ajustes de cuentas y matanzas entre “criminales” no señor Riva Palacio, no enmudeceremos, no lo permitiremos jamás y cuantas veces sea necesario desmentiremos lo que constituye grotesca mentira, lo que se enfila como maniobra para justificar la represión contra los revolucionarios y los luchadores sociales, tiro por viaje en sus escritos señala a personalidades democráticas como parte de nuestra militancia, recientemente lo ha hecho contra profesores democráticos que militan en la CNTE, por cierto ¿ya está en paz con usted mismo con la represión que se ha dado contra los trabajadores de la educación?

De parte nuestra no hemos planteado que los agravios contra el pueblo terminen en insurrección. Cuando estos acontecimientos sociopolíticos legítimamente válidos se desenlazan son el resultado de la profundización y generalización de la polarización social y, del desarrollo cualitativo y cuantitativo de lucha de clases, por lo consiguiente, las insurrecciones en su mayoría no son espontáneas son todo un proceso histórico de resistencia, persistencia, estructuración, de fuerzas y dirección de la voluntad de un pueblo a combatir mediante las distintas formas de lucha. La insurrección es la coyuntura histórica determinante la correlación de fuerzas en las distintas etapas de la confrontación las cuales se caracterizan generalmente en dos parciales y generales.

Otro suceso dentro de la confrontación entre clases cuyo origen y motivación son también del orden económico, social y político, pero de carácter espontáneo, es el estallido social, levantamiento popular legítimo por la exigencia del respeto y defensa de los derechos humanos y constitucionales. Como acción política del pueblo es un elemento necesario para el desarrollo integral de la lucha de clases, en el aspecto de desgaste al enemigo, acumulación de fuerzas y experiencia en el combate de las fuerzas populares en la lucha callejera.

EL tiempo en días, meses, lustros y décadas para los revolucionarios es asunto insubstancial, pues la velocidad, espectacularidad y protagonismo no van con nuestra línea política y procedimientos metodológicos, estamos convencidos que el autor principal y determinante en el avance y triunfo de la revolución en México es el pueblo conscientemente organizado y en lucha, con una posición político-ideológica de clase.

Nuestro compromiso es hacer la revolución y esta no inicia ni culmina con una insurrección, lo políticamente necesario e indispensable  para el proceso de transformación radical que los sectores populares requieren es construir conjuntamente con un partido revolucionario los pilares de la revolución. Vivir, organizar, luchar y construir las bases del proceso de transformación en el seno del pueblo ¡NUNCA! Será un fracaso.

Quienes admiten la revolución como un proceso de velocidad y tiempos esquemáticamente establecidos, y ven la persistencia por décadas en la lucha revolucionaria como intento fallido, primero: es la expresión de un conocimiento teórico subjetivo carente de una praxis del proceso popular revolucionario; segundo, la interpretación y análisis que se produce de la realidad es limitado y parcial;  tercero, innegablemente dichos y escritos del cual género y medio lleva una posición política-ideológica; cuarto y se mueven por interés mezquino que únicamente busca el éxito burgués por lo tanto son unos advenedizos con respecto a las necesidades e intereses de las mayorías populares.

¿Conexión guerrillera?

Como siempre desde sus escritos lanza no sólo el señalamiento sino también va implícita la exigencia para la represión gubernamental. Por enésima ocasión, desmentimos todo intento por tratar de vincular a nuestro partido con luchadores sociales que realizan su protesta dentro de los marcos constitucionales de la lucha popular, tal es el caso de los trabajadores de la educación de la sección 22, agrupados en la CNTE.

La PGR en el informe aludido no dice nada nuevo, por el contrario, es el típico ardid policíaco para lavar imagen y legitimidad ante una sociedad azotada por la delincuencia desde y para el Estado, por un lado, y por el otro, burda maniobra para incriminar luchadores sociales y armar expediente policíaco para ejercer la represión contra la CNTE. La versión policíaca que usted recoge sin investigar si esos dichos son reales o UN INVENTO POLICÍACO, QUE A BASE DE TORTURA FUERON ARRANCADAS ESAS DECLARACIONES INCULPATORIAS.

Hay que recordar que en diversos escritos, como usted mismo acepta, ha exigido la acción del Estado contra los profesores de la Sec. 22 en general y en específico contra algunos profesores que militan en ella, basando su acusación en versiones policíacas.

Por reiterada ocasión, no hemos tenido nada que ver con el secuestro de los sobrinos de Gutiérrez Candiani, y si la PGR dice que encontró propaganda del EPR, es parte de la maniobra policiaca, además recuerde que nuestra propaganda está en manos de mucha gente, eso es una cosa y otra que la siembren para tratar de armar expediente jurídico contra luchadores sociales.

Igualmente, pone como pruebas videos y manuales que han encontrado en Michoacán para configurar delitos y armar la militancia revolucionaria de tal o cual organización estudiantil o popular. ¿Desconocimiento o perversidad?, los documentales del canal 6 de julio sobre nuestro partido y ejército se consiguen en cualquier lugar; manuales para la insurrección hechos por nuestro partido no existen.

Lo que ha quedado claro es la conexión policíaca de donde funda sus especulaciones, las fuentes policíacas son la base de sus acusaciones que pretende presentar como una gran investigación periodística.

Por último, aunque le cueste trabajo, como a muchos que han renegado de la lucha revolucionaria, 49 años de lucha revolucionaria significan acumulación de experiencia y de fuerzas en la lucha que nuestro pueblo está desarrollando, nosotros estamos del lado de nuestros hermanos de la ciudad y del campo que son objeto de explotación y opresión, y como dice, en efecto, tenemos definición política e ideológica y estamos determinados a seguir desarrollando la lucha por el socialismo en nuestro país por medio de métodos revolucionarios.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS DEL PAIS!
¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR¡
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA
DEL PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO PDPR Año 49.
República mexicana, a 3 de octubre de 2013

lunes, 9 de septiembre de 2013

Intercambio epistolar EPR y Raymundo Riva Palacio


29 agosto 2013

AL PERIODISTA RAYMUNDO RIVA PALACIO
AL PUEBLO DE MEXICO

¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!

Sr. Riva Palacio, para todos es positiva la discusión pública para despejar en el vasto campo de la lucha de clases, en donde incluye la lucha ideológica en la cual participa con sus opiniones, las posiciones políticas e ideológicas de cada uno de los actores de manera clara, por eso cuando escribe va dejando indeleblemente posiciones y hechuras fieles al bando al cual pertenece en la lucha de clases. A nosotros no nos causa molestia ni nerviosismo alguno, como supone usted y grupos apócrifos. Por el contrario siempre fijaremos nuestra postura ante los acontecimientos en el país y desde luego responderemos a cuanta opinión o intento de calumnia y difamación se fabrique en nuestra contra.

Una tesis del Estado mexicano para deslegitimar la lucha revolucionaria ha sido la de tratar de vincular por todos los medios la lucha armada revolucionaria con el narcotráfico o la delincuencia organizada, es la tesis de la “narco guerrilla” esgrimida desde el Pentágono. Un hecho invinculable e inexistente, que al parecer dicha tesis usted ya la asumió como irrebatible, pues no lo es.

El narcotráfico y la delincuencia organizada como hemos sostenido, es un fenómeno desde y para el Estado mexicano, a estas alturas son múltiples las pruebas de la participación de instituciones, funcionarios públicos de diferentes niveles, así como mandos policíacos y militares en esta actividad propia de la descomposición y para la oxigenación del régimen.

Por tanto, el argumento de la vinculación de “grupos armados” (suponemos que se refiere a los revolucionarios) con el narcotráfico no es sustentable, y en todo caso si usted tiene pruebas, ¡preséntelas!, sólo le recordamos que en una ocasión un militante de nuestro partido le explicó en una amplia carta la situación que privaba en Michoacán ante su desconocimiento de los costos de la guerra contra el narcotráfico en esa región del país, en donde se le puntualizaba que no todos los Valencia son narcotraficantes y que éstos no tenían el control de poblaciones y territorio que se difundía en los medios de comunicación.

Su insistencia forzada de vincular al movimiento revolucionario y el narcotráfico ya no es un simple desconocimiento de la realidad, lleva implícita toda la intención de criminalizar la lucha popular de amplias regiones de estos estados, además tipifica tanto a pueblos, comunidades y organizaciones legales y revolucionarias de ser sujetos sin ningún principio político-ideológico de fácil absorción y manipulación por el narcotráfico.

Su posición, como la del Estado mexicano, ha sido la de sobredimensionar a grado mítico a personajes y grupos de presuntos delincuentes para justificar la militarización e infundir el terrorismo de Estado. Los únicos vínculos informales y formales que existen es entre estos grupos y el Estado mexicano, las pruebas están ampliamente documentadas, son la nota del día.

Señor Riva Palacio, no pretenda diluir o esconder sus falsas afirmaciones en un tercero, en este caso la creación de inteligencia, el ERP. Afronte el hecho que se ha equivocado en sus juicios respecto a nuestro partido, coincidentemente se apega de forma precisa a la versión policíaca- política del Estado. Nosotros no amenazamos a nadie, no es ni será nuestra actitud, se supone que en la discusión se tiene derecho a réplica, es la que ejercemos, porque no podemos quedarnos callados ante una infamia, tenemos el derecho y la obligación de desmentir cuantas veces sea necesario.

Generalmente hemos respondido a sus falsas apreciaciones y algunas veces no lo hemos hecho por prudencia y lo burdo del planteamiento, o bien por ocuparnos de asuntos mayores, ello no significa aceptación tácita de sus aseveraciones . Tenemos claro desde qué posición se asume y a quién beneficia esa opinión, nosotros así lo entendemos y para muchos actores políticos está clara su posición.

Con respecto al confort ¿A cuál se refiere al burgués o al proletario?, ¿Cuál es el suyo?, ¿qué tipo de confort ha ganado con su pluma? Ahora resulta que los revolucionarios no tenemos derecho a voz, a ejercer nuestra opinión, a contradecir a periodistas de su talla que asumen tener la verdad absoluta y que está cautivado por conveniencia de sus fuentes policíacas. Qué contradictorio es, cuando se opera militarmente nos dicen violentos y llaman a desarrollar la lucha por otros medios, y cuando a valoraciones políticas damos un posicionamiento se nos cuestiona por no hacer uso de la crítica de las armas, lo que denota la incomprensión de qué es hacer la revolución y de qué lado se está.

Por enésima ocasión, nosotros no realizamos secuestros, llámesele como se le llame, ni actividades de orientación delincuencial para sostener la lucha revolucionaria, no nos confunda señor Riva Palacio, nuestro pueblo es una cantera inagotable de recursos para la revolución y no tenemos necesidad de recurrir a esas actividades, aunque usted no lo conciba. Por eso resulta falsa y ruin la aseveración de que en tiempos del gobierno foxista en una de nuestras casas encontraron “decenas de millones de pesos” producto del secuestro del empresario Ángel Losada. Una mentira mediática más que se suma al expediente policíaco para juzgar a los revolucionarios que sean detenidos.

Efectivamente, se acepta que desde la fundación de nuestro partido en 1964 hemos estado en lucha irreconciliable contra el régimen y por eso tenemos el reconocimiento público como fuerza insurgente, cuarenta y nueve años de lucha revolucionaria nos respaldan. Si mencionamos las maniobras de contrainsurgencia es porque no está enderezada sólo contra nosotros, abarca a toda voz de inconformidad y procesos organizativos de carácter popular, la denunciamos porque hay plumas desde los medios de comunicación que la pretenden ocultar o ignorar y desde el Estado enmascararla en esta última década con la falsa guerra al narcotráfico.

Es de destacar que al igual que un general del ejército federal, usted al supuesto ERP le da expedito reconocimiento y curiosamente hasta lo defiende. No, nuestra respuesta no es producto del nerviosismo, tampoco apresurada o poco inteligente como equivocadamente afirma, constituye una necesidad deslindarnos con lo que no somos y tampoco ha sido nuestra trayectoria, somos revolucionarios que luchamos al lado de nuestro pueblo de manera racional e ideológicamente convencidos de objetivos y métodos, no pretenda etiquetarnos como delincuentes.

Nos despedimos como iniciamos, convencidos de que la discusión política con responsabilidad es necesaria y benéfica para llegar a conocer la verdad histórica, pero eso no tiene nada que ver con la calumnia y la deslegitimización de nuestro partido y lucha.


¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS DE AYER Y HOY!
¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS DEL PAIS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡CON LA GUERRA POPULAR¡
¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ DE PRENSA Y PROPAGANDA
DEL
PARTIDO DEMOCRATICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

Año 49.
República mexicana, a 29 agosto de 2013.



RESPUESTAS


6 septiembre 2013

Respuesta al EPR/I

Raymundo Riva Palacio

El Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, conocido como EPR, refutó enérgicamente a este autor por la columna del 12 de agosto (“EPR: Alusiones personales”), donde al observar una escisión en esa organización con la aparición del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), se hacía referencia a la participación del grupo armado en los secuestros del político Diego Fernández de Cevallos y el empresario Ángel Losada, así como a la fusión de células del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), con Los Caballeros Templarios. El texto, afirmó en un comunicado el 29 de agosto pasado, es una “calumnia”, una “difamación”, y pretende deslegitimar su partido y su lucha.

El EPR, sin embargo, propone una discusión pública “para despejar en el vasto campo de la lucha de clases, en donde incluye la lucha ideológica en la cual participa con sus opiniones, las posiciones políticas e ideológicas de cada uno de los actores de manera clara”. El comunicado forma parte de tres mensajes que ha dado a conocer desde el 9 de agosto, cuando descalificó y se deslindó del ERP, “una provocación policiaco-militar”, como parte de una campaña contrainsurgente. La nueva respuesta del EPR es cualitativamente diferente, dispuesto a ir a la arena pública a debatir ideas y separar por completo su controversia con al denominado ERP.

Estos intercambios epistolares que emergen desde abajo de la epidermis nacional no son irrelevantes. Todo lo contrario. Atrás de los movimientos sociales que se expresan de diferentes formas, corren estructuras y vasos comunicantes de orden político y militar, que analizan si las condiciones objetivas para iniciar una escalada contra el Estado Mexicano, con el fin de acabarlo y a partir de sus cenizas construir un nuevo Estado, están dadas. En un segundo texto se analizará si esas condiciones existen actualmente.

El EPR quiere, además, que este autor “afronte el hecho que se ha equivocado en sus juicios respecto a nuestro partido”. El rechazo enérgico y sistemático de los últimos comunicados a que se le vincule con secuestros y narcotráfico obliga a reformular argumentos y matizar afirmaciones. Pero también a preguntarle sobre algunos aspectos que toca su comunicado que requieren de mayor explicación para entender la dinámica por la que atraviesa esa parte de la sociedad desconocida del país, en donde se aprecian tres variables:

1.- En su comunicado, rechaza la vinculación con el narcotráfico que, “hemos sostenido, es un fenómeno desde y para el Estado Mexicano”. En la columna a la cual responde, se apuntó: “En el caso de Michoacán, Los Caballeros Templarios se extendieron a Tierra Caliente en Guerrero, donde absorbieron o expulsaron a miembros del ERPI, otra escisión del EPR. Las autoridades de Michoacán encontraron manuales del EPR en algunas normales, así como videos donde instruyen para la insurrección”. Es decir, documentación hay, lo que no significa, como lo subraya en su deslinde, que sea el PDPR-EPR parte de lo mismo. El matiz, a partir de la posición expresada en el comunicado, es obligado.

2.- “Nosotros no realizamos secuestros, llámesele como se les llame, ni actividades de orientación delincuencial para sostener la lucha revolucionaria”, afirmó. La participación de células del EPR está documentada, no sólo en los secuestros de Fernández de Cevallos y Losada, sino también en el reciente en Oaxaca de los sobrinos de Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Pero si se analizan lingüísticamente los comunicados del nuevo grupo ERP, su redacción evoca a la que emplearon los “Misteriosos Desaparecedores”, como se autollamaron los secuestradores del Jefe Diego. El lenguaje del EPR, en efecto, refleja la solidez ideológica y política de los viejos comunicados guerrilleros. Esto es, si la hipótesis se confirma, el nuevo grupo ERP es el responsable de los secuestros, no el EPR.

3.- En el comunicado, el EPR afirma que su partido se fundó en 1964. La única referencia documental guerrillera en ese año es del Grupo Popular Guerrillero en Chihuahua, del que se deriva la Liga Comunista 23 de Septiembre. Las guerrillas de finales de los 60 se inspiraron en los llamados “Encuentros en la Sierra”, en 1963 y 1964 en el norte, donde participaron líderes del extinto Partido Popular Socialista y la Unión General de Obreros y Campesinos de México. Si el EPR nació en 1996 de la fusión del Procup de Oaxaca y el Partido de los Pobres de Guerrero, ¿qué PDPR-EPR es el que hoy habla?

Sus afirmaciones invitan a preguntar si existen hoy nuevos andamiajes guerrilleros en el país. El contexto actual obliga a reflexionar el tipo de país que se tiene y que se quiere, para evitar lo más absurdo que podría suceder: una sorpresa. El EPR se dice firme en lo que se busca y persigue. No está claro que al otro lado de la trinchera suceda lo mismo.

(Tomado de http://www.24-horas.mx/respuesta-al-epri/



9 septiembre 2013

Respuesta al EPR/y II

Raymundo Riva Palacio

El Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, conocido como EPR, planteó en un comunicado el 29 de agosto, donde refutó a este autor por la columna del 12 de agosto (“EPR: Alusiones personales”), que desde la fundación de su partido en 1964, “hemos estado en lucha irreconciliable contra el régimen y por eso tenemos el reconocimiento público como fuerza insurgente, cuarenta y nueve años de lucha revolucionaria nos respaldan”. En la afirmación subyace su estrategia de Guerra Popular Prolongada (GPP), creada por el líder chino Mao Zedong, para una batalla de desgaste de largo plazo que caminaría del campo a las ciudades.

Desde su fundación -ubicada en el calendario tres años antes del registro de la primera guerrilla postrevolucionaria en México-, el EPR surge en el campo y ha buscado caminar a las ciudades. El éxito de la estrategia requiere que existan condiciones sociopolíticas, o que se construyan. A principio de los 90, los grupos armados en México no pensaron que existieran, por lo que no acompañaron orgánicamente al EZLN en su insurrección en Chiapas. Pero no dejaron de dar golpes militares aislados. ¿Existen hoy las condiciones?

En uno de los libros más importantes sobre el fenómeno de la rebelión de los pueblos, Why Men Rebel (Por qué se rebelan los hombres), Ted Gurr escribió en 1970 que la violencia política varía en forma y magnitud, y tiene tres categorías: conspiración, confusión o guerra civil. La primera requiere que las élites se fracturen y tomen bandos opuestos; la segunda que exista ingobernabilidad; la última es que se quiebre el país. En México, las élites (fuerzas armadas, partidos, cámaras, empresarios, Iglesia Católica) son homogéneas, por lo cual tampoco hay respaldo político, armado o económico para formar un ejército anticonstitucional. La ingobernabilidad existe en varias regiones del país, como en Michoacán, que el gobierno federal quiere recuperar.

Pero existe otro ingrediente mencionado por Gurr, que tiene que ver con una tensión en las sociedades, cuando en una población se da la discrepancia entre el valor de sus expectativas y el valor de sus capacidades. Esto genera una intensidad y magnitud que describe Gurr como “relativa privación” (el descontento), que determina el potencial para la violencia colectiva al escalar la frustración y la agresión. Desde el punto de vista socioeconómico, existen ciertamente esas condiciones en México que son propicias para una insurrección.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) registra un incremento de la pobreza de 2010 a 2012 en 500 mil personas, que la ubica en un total de 52.8 millones de mexicanos. Casi 50% de los mexicanos son pobres, y existen probabilidades que, de mantenerse el rumbo de México, la cifra ascienda a 80 millones en unos años. Pero al hablar de las condiciones para levantamientos armados, quienes viven en extrema pobreza no son detonadores de conflictos al no tener el mismo nivel de frustración y aspiración que aquellos que sí perdieron con las políticas económicas de un Estado. Por ello, que Coneval reporte el aumento de pobreza entre las clases medias, sugiere que el potencial de violencia se incrementó en los últimos años en las principales zonas urbanas afectadas, Distrito Federal, Nuevo León y Jalisco.

A la caída del ingreso se le añade otro factor que mencionó el EPR, al condenar lo que llama la estrategia contrainsurgente del gobierno federal a través de aparición de nuevas guerrillas y la prensa. “Si mencionamos las maniobras de contrainsurgencia es porque no está enderezada sólo contra nosotros, abarca a toda voz de inconformidad y procesos organizativos de carácter popular”, señala el EPR. “La denunciamos porque hay plumas desde los medios de comunicación que la pretenden ocultar o ignorar, y desde el Estado enmascararla en esta última década con la falsa guerra al narcotráfico”.

El EPR ha hablado de la pobreza en anteriores comunicados, pero ahora combina el impacto de la lucha contra la delincuencia organizada como un factor de agravio entre la población. Existe ese agravio, indiscutiblemente, pero no hay evidencia sólida de que haya terminado en un clima insurreccional. Lo que sucede en Michoacán no pasa por el tamiz de la insurrección sino del narcotráfico. Casi medio siglo que afirma el EPR han sido de respaldo popular, marca también el fracaso de su lucha. Tiene razón el EPR al esbozar que este autor no comparte la lucha armada como vía de cambio radical. Pero también se tiene que reconocer que el México de hoy no es el país que la mayoría quiere.

(Tomado de http://www.24-horas.mx/respuesta-al-epry-ii/

viernes, 9 de agosto de 2013

EPR responde a ERP, PRI y Raymundo Riva Palacio


AL PUEBLO DE MEXICO

A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MÉXICO Y EL MUNDO

A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS NO GUBERNAMENTALES

¡HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS!

Después de leer y releer las “agudas” y “sesudas”  “observaciones e investigaciones”, que expone un supuesto grupo que se separa de nuestro partido, nosotros hemos realizado las nuestras, ni tan agudas ni tan sesudas porque no ha sido necesario y hemos sacado algunas conclusiones y dado que fue público “su comunicado”, se impone que nuestra opinión sea, también, pública.

A pesar de que se curan en salud al decir “A lo mejor este comunicado se le dará el énfasis de que el ESTADO-BURGUES está metiendo busca pie o nuestro escrito sea parte de la contrainsurgencia.”, no nos queda más remedio que declarar que es así. Ese “comunicado” no es más que una ostensible provocación policiaco-militar. Quienes suscriben el escrito a nombre del supuesto Ejército Revolucionario Popular (ERP) fechado en junio del 2013, nunca han pertenecido a las filas revolucionarias del PDPR, tampoco al EPR, por lo que sus dichos son patrañas que expresan su origen policiaco con la clara pretensión de generar las condiciones para justificar y colaborar con la represión y crímenes de lesa humanidad. Todo lo que ahí se dice por todas partes emana el tufo del Estado.

1.        Escriben con infame mala intensión que los luchadores sociales de la OCSS asesinados el 28 de junio en el vado de Aguas Blancas, Guerrero, eran compañeros o cámaras (sic), camaradas habrán querido escribir (error de dedo), ratificando la versión de los gobiernos estatal y federal, que no obedece más que a la criminalización de la lucha popular.

Perversamente utilizan una fecha histórica (28 de junio) para pretender legitimidad de una forma burda y carente de toda creatividad revolucionaria, su aparición se da en el contexto de una campaña de hostigamiento y terrorismo de Estado emprendida a través del paramilitarismo y las plumas oficiosas que se empeñan en desacreditar nuestra lucha con fines contrainsurgentes.

 

2.        A más de 10 años de la crisis reconocida públicamente por el partido, la retoman dizque para justificar su decisión. Su objetivo: el desprestigio. Por enésima vez tratan de revivir la “leyenda negra” que nos han endilgado desde remotos tiempos. ¡Bravo! Ni duda cabe que están informados ya que retoman información pública dada a conocer en nuestros Comunicados, Periódico y uno que otro anterior documento interno, aunque caen en “errorcillos” de lenguaje. Se refieren a “acciones dirigidas desde el escritorio”, no lo dudamos ya que los únicos escritorios existentes son los del “warm room” (cuarto de guerra) de su jefe máximo Enrique Peña Nieto. Y retoman críticas de tiempo atrás al tratar de hacer parecer que hemos permanecido en eterna crisis por lo que “han decidido abandonar las filas” de nuestro partido.

En fin, no tratamos de responder uno a uno los argumentos que retoman ya que sabemos de dónde ha salido este libelo y a quiénes trata el Estado de “proteger”.

Y no nos sorprende la insistencia sobre la infiltración aunque mirándolo bien deberían revisarse  ya que los infiltrados son otros, así que ¡aguas!, porque si algo debieran saber es que siempre han sido y serán los pañuelos “klinex”, es decir  desechables, de sus “jefes”, en “Inteligencia”  (ejército, marina y cisen).

3.        De Raymundo Riva Palacio lo que podemos decir es que rechazamos tajantemente lo dicho en sus escritos titulados “Diego, tres años después” y “las pinzas del EPR” fechados el 13/05/2013 y el 05/06/2013 ,12:01 am, respectivamente, en los que dolosamente menciona y vincula con nosotros a personas que nada tienen que ver con nuestro partido. Sus escritos están plagados de calumnias y elucubraciones policiacas con un solo propósito: justificar la represión y el baño de sangre, ¿Qué le hemos hecho señor Riva Palacio?, ¿Por qué tanta saña en contra de nuestro partido?, ¿Nos quiere ver muertos, presos o detenidos-desaparecidos?, ¿Por qué insiste en vincularnos con la delincuencia?, ¿Por qué insiste en adjudicarnos secuestros? Nuestro partido hace la revolución en base a los esfuerzos de nuestro pueblo, nada que ver con la delincuencia y las quimeras cuasi policiacas que usted maquina. Permítanos decirle que lo sostenido en sus escritos es totalmente falso y delirante.

Estos dos hechos aparentemente desvinculados entre sí tienen un hilo conductor, que los sitúa en la punta de lanza de una escalada contrainsurgente y en contra de nuestro partido. Campaña para deslegitimar el carácter revolucionario de nuestra lucha y justificar nuevos crímenes de lesa humanidad, presentados como pugnas internas (lo que no es nuevo). Ante esta campaña policiaco-militar contra los revolucionarios, todas las instancias del partido y nuestro ejército tomaremos las medidas requeridas que el caso amerita.

Otros temas han llamado, también nuestra atención, por lo que daremos  nuestra opinión al respecto.

a)        Militares del ejército:

Nos parece que para ser militares, como somos nosotros, se debe adoptar en cualquier circunstancia principios de dignidad y no, después de un acontecimiento funesto como es permanecer en una prisión de máxima seguridad, salir con reclamos y palabrerías sobre el maltrato al que fueron sometidos a su arribo y en su instancia, cuando es el mismo que aplican a los luchadores sociales y presos políticos inocentes, aun con mayor saña.

Estas personas que son parte del ejército federal que ahora se pronuncian como víctimas del sistema carcelario, han sido quienes en el desempeño de su oficio han ordenado realizar las mismas y peores acciones (detención desaparición), contra sus subordinados y contra los luchadores sociales, sean estos hombres o mujeres, sin respetar las garantías individuales y derechos humanos que otorga nuestra Constitución y menos aún organizaciones y códigos internacionales como los de la Convención de Ginebra, por mencionar sólo uno.

Y hoy, que recuperan su libertad no se atreven a demandar judicialmente a los responsables de su encierro. ¿Qué quiere decir esto?, que conocen perfectamente las entrañas del sistema mexicano, que lo que importa es haber recuperado su libertad alimentando la corrupción y la total impunidad en la que se maneja el sistema judicial, pensando, desde luego, que eran presuntos culpables. ¡Ah, qué tipo de militares!

b)        Cineastas:

Sin embargo, los cineastas que realizaron el documental de un presunto culpable son vilipendiados y acusados para que les sea impuesta una multa o sean encarcelados por decir la verdad y sobre todo hacerla pública, cuando el propio Estado ha reconocido que el 70 por ciento de todos los presos son chivos expiatorios porque las mafias están coludidas con las autoridades.

c)        Delincuencia:

En el caso del presunto delincuente Miguel A. Treviño, a quien nosotros no somos jueces para juzgar, y que como se puede observar en los videos de los noticiarios, camina sin esposas ni cadenas “respetando sus derechos humanos”, qué bien, así debiera ser con todos los detenidos. Ante hechos como este los “grandes hombres de negocios” de la CONCANACO, CCE y CONCAMIN guardan sospechoso silencio, ¿será, por complicidad y temor? ¡Ah!, pero no se tratara de un luchador social o de un revolucionario porque entonces no hay derecho humano que valga y estos empresarios, chillan para que los revoltosos, “quienes alteran el orden social” sean castigados sin miramiento alguno pues les “estorban” para la legalización de las reformas neoliberales que ya hace más de treinta años vienen poniendo en práctica esclavizando y despojando a los obreros y empleados para exprimirlos y acrecentar la plusvalía ya de por sí enorme gracias a su contubernio con la delincuencia organizada, llámese narcotráfico, corrupción, tráfico de influencias, delitos de cuello blanco, etc., gozando de total impunidad.

 

d)       Luchadores sociales:

Ejemplo de esto, son los presuntos culpables de los pasados inmediatos acontecimientos relacionados al secuestro de dos niños en la ciudad de Oaxaca, algunos de los cuales son maestros que pertenecen a la CNTE y a quienes el Estado ha implicado para castigar su disidencia, luchadores sociales a quienes les ha sido aplicada la tortura, la intimidación, el aislamiento, y no les dan el derecho de que sus familiares los vean ni de ellos verlos sino que son condenados inmediatamente dizque porque fueron atrapados “in fraganti”. Luchadores sociales, maestros a quienes la mayoría de los medios ha violado sus derechos humanos, criminalizando así, la lucha popular.

e)        Loxicha:

Pasa a ser, también, un hecho vergonzoso el que los presos políticos acusados de ser miembros de nuestro partido desde el año de 1996, indígenas zapotecas de la región de los Loxicha que hoy pertenecen a la Sexta, con más de diez años prisioneros injustamente, sean trasladados a una prisión de máxima seguridad alejados de sus familiares, sin importar desde años atrás haber afectado psicológicamente a sus entonces pequeños hijos, esposas y familiares cercanos.

A los anteriormente mencionados militares y presuntos delincuentes, el Estado protege a sus familias, deja intactas sus propiedades y millones de pesos, pudiendo gozar a pesar de todo de sus privilegios. Sin embargo, a los luchadores sociales del pueblo y por el pueblo los fuerzan a desaparecer sus pequeños ahorros obtenidos gracias a un trabajo honrado, con los gastos que realizan para poder exigir la libertad de sus familiares injustamente presos, por lo tanto, mantenemos la exigencia de su libertad inmediata y la presentación con vida y en libertad de nuestros compañeros detenidos desaparecidos Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.

Y para terminar, recalcamos: el nuevo PRI con su experiencia de años en la contrainsurgencia desde su “cuerpo de inteligencia” incurre en sus ya gastadas maniobras para intentar hacer creer  a nuestro pueblo que continuamos en crisis, con disidentes y conceptos tan pueriles como además afirmar cínicamente, en ese panfleto, que nosotros vamos a decir que son de inteligencia, pero lo que decimos es que no son nada inteligentes a pesar de venir directamente de la “inteligencia” del Estado.

A pesar de todo, desde el inicio de nuestra fundación como partido hemos sido calumniados y difamados, así ha trascurrido el tiempo y cada vez más reafirmamos nuestra resistencia. Porque algunos de los que nos calumniaron en esos tiempos, después haciendo un acto de reflexión comprendieron sus errores y entonces de algunos hemos recibido un apoyo irrestricto sobre todo después la dolorosa detención desaparición y recibimos su apoyo incondicional por lo cual nuestro agradecimiento

Sabemos que no cejarán en instrumentar este tipo de calumnias, como otras, porque en todo proceso histórico siempre habrá este tipo de hechos. Sin embargo, no claudicamos, no nos rendimos y ¡Estamos presentes!

¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!

¡LIBERTAS A TODOS LOS PRESOS POLITICOS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!

¡VENCER O MORIR!

¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!

¡RESUELTOS A VENCER!

¡CON LA GUERRA POPULAR! ¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ CENTRAL

DEL

PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO

PDPR

COMANDANCIA GENERAL

DEL

EJERCITO POPULAR REVOLUCIONARIO

CG-EPR

Año 49.