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jueves, 15 de septiembre de 2016

Guerrillas chilenas, Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo MIR-Ejército Guerrillero de los Pobres no saludan la paz en Colombia

15 septiembre 2016







10º comunicado conjunto FPMR - MIR-EGP

GUERRA, PAZ Y RESISTENCIA ARMADA

El acuerdo definitivo e irreversible que han firmado las Farc para dejar las armas -las que se fundirán en tres monumentos a construir en EEUU, Cuba y Colombia- y legalizarse como fuerza política electoral, constituye para el establecimiento oligarca el acontecimiento político que faltaba en este lado del mundo para sellar el fin de la "era comunista y la lucha armada".

En nuestra opinión los acuerdos alcanzados entre las Farc y el gobierno de Santos no constituyen ningún avance ni aporte en la lucha de resistencia popular y anticapitalista que despliega con decisión y masividad el pueblo pobre colombiano, los pueblos originarios y afrodescendientes del territorio.

Las bases fundamentales y estratégicas del Estado de control y represión institucional y paramilitar, el modelo político y económico neoliberal, los privilegios de las clases dominantes, el poder político-económico de las FFAA y los intereses del capital transnacional quedan intactos e inmunes.

Este no es el primer acuerdo de un gobierno colombiano con una guerrilla del país, aunque sin duda es el más importante y mediático hasta ahora.

El año 90 se firmó la paz con el M19 y se acordó una Asamblea Constituyente como coronación del acuerdo. Se armó la Asamblea Constituyente, se reformó la Constitución y la guerra del Estado contra el pueblo continuó con la represión brutal de siempre.

Antes, en el año 1985, las Farc acordaron con el gobierno una tregua y lanzaron una campaña política a través de la Unión Patriótica, cuyo resultado fue la masacre de aquella organización identificada con las Farc, con el saldo de 3500 militantes asesinados por las fuerzas oscuras de la oligarquía y el Estado colombiano.

A finales de los 90 las Farc acuerdan otra tregua con el gobierno de turno y se concentran por tres años en una zona de distensión llamada El Caguán, mientras los desplazamientos forzados de la población y las operaciones militares contrainsurgentes no cesaban en los campos y ciudades de Colombia.

Un Estado con un parlamento en donde el tercio de sus diputados están investigados por su relación con el narcotráfico y el paramilitarismo. Más de 6 millones de desplazados forzados por la guerra contra el pueblo.

Las principales ciudades del país bajo el control territorial de las bandas paramilitares "desmovilizadas", que manejan y controlan todo tipo de tráfico, extorsiones, sicariato y la vigilancia total a la población civil de las zonas populares.

Los bombardeos con toneladas de explosivos para “dar de baja” guerrilleros. Las operaciones de los escuadrones paramilitares que asesinan a dirigentes y luchadores populares, violan mujeres y torturan hasta la muerte frente de sus familias y comunidades. Los crímenes perpetrados por militares fomentados por leyes que premian con condecoración, dinero y vacaciones el asesinato. Más de seis mil civiles asesinados en estos años fueron presentados ante la opinión pública como guerrilleros abatidos en combate, en los llamados falsos positivos, donde ningún alto mando ha sido condenado hasta hoy.

La institucionalización del despojo territorial de las comunidades campesinas y pueblos originarios. Las detenciones, controles policiales y vejaciones masivas que pretenden acallar la movilización popular, los paros agrarios y las protestas sectoriales.

Recompensas de millones de dólares por dirigentes guerrilleros vivos o muertos. El caso de Iván Ríos de las Farc es simbólico. La traición por dinero es un acto miserable que sólo amerita justicia.

Método de Estado que otros fascistas del continente, como el gobernador de Neuquén, Argentina, implementó contra dos militantes de nuestras organizaciones -poniendo precio a su captura vivos o muertos- motivado por su odio de clase contra los luchadores del pueblo.

Esta es la realidad que deja de manifiesto por qué la "paz estable y duradera" va mucho más allá de los acuerdos firmados entre las Farc y el gobierno y no será posible en la actual Colombia, ya que se impuso la impunidad al genocidio que no cesa, en descarada complicidad con toda la institucionalidad del Estado paramilitarizado y la venia del poder político y económico transnacional.

En nuestra visión, creemos también que la paz no llegará sólo por desmovilizaciones de alguna guerrilla, por muy grande y bien armada que esté. El fondo del conflicto armado es responsabilidad del Estado colombiano y de las injusticias profundas que las estructuras del capitalismo generan en el pueblo pobre y que lo obligan a la resistencia en todas sus formas.

La insurgencia armada forma parte de un proceso construido por la resistencia social y el derecho del pueblo a defenderse, rebelarse y armarse ante la opresión y barbarie de la oligarquía y su Estado policial, que lo único que han hecho estas últimas décadas es fortalecer su aparato militar contrainsurgente y represivo.

El capitalismo depredador con sus políticas neoliberales, el despojo en todas sus formas y esta guerra contrainsurgente del Estado, asesorado directamente por el imperio norteamericano, son los grandes y principales responsables de que la paz no sea posible ni una realidad para el pueblo colombiano, sino una vez más una mera declaración de principios y acuerdos entre partes en conflicto.

En definitiva, con este acuerdo no gana el pueblo colombiano, sino que gana el gobierno de la oligarquía financiera y fundamentalmente los grandes intereses de la gran minería transnacional.

El saqueo extractivista es lo que se viene en los territorios que eran controlados por las Farc. Entre otros, el gran macizo colombiano, de donde se nutren los ríos más importantes del país y de donde se origina el abastecimiento del 70 por ciento del agua del territorio nacional, será la gran víctima de esta maquinaria salvaje y depredadora de la minería en pos de sus ganancias astronómicas.

Este es el verdadero y gran objetivo de la paz para el gobierno de Santos y sus intereses de clase. Lo que pase con el plebiscito por la paz, la extradición a EEUU y los curules garantizados por el gobierno a las Farc no cambiará lo vital de lo pactado para el capital y sus transnacionales del saqueo.

Sobre las Farc, respetando el derecho que tienen como organización política de escoger sus propios caminos de lucha, pensamos que apostar todo al marco legal e institucional propio de un capitalismo y una modernidad en profunda e irreversible crisis es en la realidad continental un camino que no aporta a una solución estructural sobre el sistema ni el modelo social del capital; más bien es un camino que no da margen alguno a una revolución profunda y libertaria.

La historia lo dirá, pero ojalá no les pase lo que le pasó al Partido Comunista chileno que tras reincorporarse a la institucionalidad les ha tocado negociar una y otra vez en el parlamento leyes antipopulares y represivas, desmovilizando también un acumulado de luchas y actores sociales.

Todo este proceso ocurre en medio de una negociación de alto nivel geopolítico, donde intereses de los estados cubano y norteamericano, e incluso de Israel, han jugado un rol importante para determinar la agenda y los acuerdos definitivos.

La Cuba de hoy no es aquella de los años sesenta y setenta, que apoyó con generosidad y solidaridad la lucha armada en el continente; sin duda las dificultades que ha debido enfrentar les dan el derecho a ejercer su actual pragmatismo en política internacional. Pero entonces, de igual manera, toda organización en lucha es autónoma y soberana de tomar las decisiones y caminos que estime más convenientes para su pueblo.

Es así como hoy queremos destacar, apoyar y solidarizar con la decisión asumida por el Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, al no aceptar ni sumarse a los acuerdos y condiciones propuestas por las Farc y el gobierno de Santos.

Su decisión estratégica es continuar la lucha en todas sus formas en busca de una verdadera solución política a la crisis estructural que vive el pueblo de Colombia, con un real protagonismo social y popular en la toma de decisiones.

Sin duda la fuerza principal del ELN está en su consecuencia, dignidad y legitimidad que de ella se desprende después de 52 años de construcción popular y de resistencia armada sin tregua alguna hasta el día de hoy.

Ellos deben enfrentar al Estado más poderoso militarmente del continente, con un pie de fuerza de 500 mil efectivos, así como la intervención directa del imperio norteamericano que ha convertido a Colombia en cabeza de playa -con siete bases militares de última generación- y en principal aliado militar en Latinoamérica.

A esto se suma que ahora las FFAA colombianas se integran al pie de fuerza de la OTAN, la maquinaria de guerra encargada de los megabombardeos para la invasión y saqueo del planeta.

La resistencia del ELN es un ejemplo de lucha popular contra la opresión y su historia forma parte de un acumulado y aprendizaje para todos los que continuamos creyendo en la fuerza del pueblo y en la revolución libertaria, más allá de la crisis de la izquierda toda y la refundación necesaria en medio de la marcha resistente.

Es entonces la lucha de quienes a pesar de los derrumbes de paradigmas, modelos de sociedad y estrategias, no cesan ni claudican en la más pura y vital de las utopías de la humanidad: una sociedad de hombres y mujeres libres, en igualdad de condiciones y oportunidades, organizados comunitaria y territorialmente bajo los principios de la solidaridad, la autogestión y la justicia, con un profundo respeto por la tierra que nos cobija, sus recursos y especies que hacen parte de este planeta agónico.

Manifestamos nuestro compromiso internacionalista con estos hermanos de marchas y combates por la vida y convocamos a todos(as) los luchadores(as) y combatientes del pueblo a cerrar filas en torno a la solidaridad activa y concreta con la lucha del pueblo pobre colombiano, pueblos originarios, afrodescendientes y su Ejército de Liberación Nacional, ELN, que se enfrenta quizás a la coyuntura política y militar más compleja de su historia junto a lo más marginados y desposeídos de este gran y hermoso territorio cobijado por las mismas mágicas montañas andinas del Wallmapu.

De esta manera saludamos en este mes de Septiembre una nueva jornada de lucha y movilización popular en Chile con motivo de la respuesta del pueblo a la barbarie criminal de los ricos y las FFAA chilenas que a punta de bombardeos y represión genocida instauraron una dictadura cuya tarea asignada fue la de imponer a sangre y fuego el modelo neoliberal del capital transnacional.

Son tiempos vitales para el planeta y su humanidad. Los malos gobiernos abundan por doquier; los menos malos se desmoronan aceleradamente y los buenos, basados en un poder popular, autónomo y autogestionario, esperan su turno.

La pregunta es si para una sociedad de iguales y autogestionaria es necesario que un Estado, una religión o una burocracia basada en el llamado “centralismo democrático” decida, organice y ejecute en nombre de todo un pueblo.

Finalmente manifestamos nuestro apoyo activo a las luchas del pueblo contra el modelo neoliberal y el Estado policial chileno. A la lucha de los trabajadores contra el sistema privado y especulativo de pensiones impuesto por la dictadura militar. La de los pescadores artesanales víctimas naturales de la pesca de arrastre de las transnacionales pesqueras. La de los estudiantes, profesores y trabajadores de la educación que no cesa ni claudica. La de los pobladores y trabajadores de Chiloé que viven en carne propia el colapso de todo un ecosistema tragado por la vorágine del mercado de los grandes negocios de la naturaleza. La del pueblo mapuche que lucha por territorio y autonomía, en donde la única respuesta contundente del Estado chileno ha sido el estado de sitio permanente en el Wallmapu y el apoyo a las empresas forestales que han financiado el despojo, la represión y creación de grupos paramilitares.

Son las luchas históricas de los pobres del campo y la ciudad junto a las nuevas nacidas de la globalización del capital y sus miserias. Las luchas de los pueblos originarios que nos van mostrando y enseñando nuevos horizontes. De los movimientos sociales y los marginados de siempre.

Será en la marcha resistente de estos sujetos sociales, fundamentalmente en la alianza de los pueblos pobres y pueblos originarios, que iremos encontrando nuevos senderos y herramientas que nos permitan rearmar propuestas, estrategias y cosmovisiones siempre en el objetivo vital y subversivo de la revolución libertaria.

¡¡Ni un paso atrás. Toda una vida de lucha!!
¡¡Construyendo fuerza y unidad continental, hasta vencer o morir!!
¡¡Sólo la lucha nos hace libres!!

Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo
MIR-Ejército Guerrillero de los Pobres

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Las grietas de la derecha (que está dividida sobre La Paz en Colombia): ELN

7 septiembre 2016




Uribe Vélez criticó la presidencia de Pastrana (1998-2002) por intentar procesos de paz con las guerrillas. Enseguida en la presidencia de Uribe (2002-2010), éste intentó un diálogo de paz con la insurgencia, con el que Pastrana no estuvo de acuerdo. Ahora ambos se alían para oponerse al proceso de diálogo y negociación, que adelanta el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018).

¿Quién entiende a las cabezas del régimen dominante? Esta conducta demuestra, ¿que lo que es bueno para sí mismo, no lo es para el otro? O en realidad evidencia, que ni los unos ni los otros están de acuerdo en buscar una salida política del conflicto social, político y armado, que desangra a Colombia las últimas 7 décadas.

Como si fuera poco, ahora aparece el vicepresidente en ejercicio, afirmando que es escéptico frente al proceso de paz.

Si miramos el resto de fuerzas políticas colombianas, los conservadores dicen estar de acuerdo con los acuerdos firmados en La Habana, mientras sus jefes más encumbrados se oponen a ellos.

En la coalición de gobierno, los liberales respaldan la gestión de paz de Santos, mientras los seguidores del vicepresidente Vargas Lleras se muestran reticentes con ella.

El bloque más cohesionado alrededor de una salida política del conflicto es la izquierda, en donde confluyen el Polo Democrático Alternativo, los Verdes, los Progresistas, la Unión Patriótica, el Movimiento Alianza Indígena y Social (MAIS), la Marcha Patriótica y el Congreso de los pueblos, entre otros.

Así mismo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, aunque por carriles distintos, avanzamos por la misma ruta de aportar a lograr una paz auténtica.

En una palabra, la derecha está dividida ante la paz, mientras la izquierda está unida alrededor de desarrollar una salida no violenta del conflicto.

Los motivos de estas conductas políticas parecen obvios. Mientras la derecha se halla cómoda en medio de un ambiente de guerra, la izquierda lo rechaza y clama por sacar la violencia de la lucha política.

El balance del régimen es desalentador. Aunque Santos ofrece a la insurgencia una salida, que es más parecida a una pacificación, que a transformaciones de paz; ni aún así logra unir a las clases dominantes, alrededor de su modelo de solución política del conflicto.

Hay que recordar que la versión de pacificación de Santos, se fundamenta en que son intocables el modelo capitalista neoliberal, el régimen político y su doctrina militar; con lo que garantiza que siga aumentando el empobrecimiento y exclusión de las grandes mayorías colombianas; sometidas por la tradicional represión legal e ilegal, que ejerce la elite dominante.

Agrava más el futuro de la sociedad colombiana, la postura belicista del régimen imperante, que se alía a la máquina de guerra imperialista, comandada por la OTAN.

El reto de la sociedad colombiana es grande, para hacer a un lado a la derecha violenta y lograr una paz, que instaure una democratización del país y una nación autodeterminada.
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* Editorial de la Revista Insurrección Nº 545.

lunes, 5 de septiembre de 2016

La guerrilla de las Farc contaría con 15.700 hombres

26 agosto 2016



El informe también incluye el número estimado de personas que integran las redes de apoyo al terrorismo.

Además, en una eventual desmovilización se esperaría que las Farc entreguen unas 20.000 armas.

Según el último conteo realizado por el Ejército Nacional, la guerrilla de las Farc contaría en la actualidad con 6.700 hombres armados, una cifra mucho menor que la de hace 12 años cuando llegaban a los 20.700.

Lo cierto es que el informe también incluye el número estimado de personas que integran las redes de apoyo al terrorismo, calculadas en 9.600, para un total de 15.700 integrantes de la guerrilla.

Pero en una eventual desmovilización, las Fuerzas Militares estiman que se presentarían unas  22.000 personas de las que 6.000 no serían miembros de las Farc y buscarían recibir beneficios económicos.

Por su parte, el Centro de Estudios de Conflictos de la Universidad Javeriana realizó una proyección de cuántas armas entregarían los guerrilleros, teniendo como referencia el informe del Ejército.

"Estimamos que las Farc entregarían o dejarían fuera de uso unas 20.000 armas", señaló el director del Cerac, Jorge Restrepo.

Sin embargo, si se desmoviliza el ELN, que adelanta diálogos exploratorios con el Gobierno para un eventual proceso de paz, el número de armas llegaría a las 94.000, incluyendo las que las guerrillas han tenido en los últimos 50 años.

"La guerrilla colombiana se arma con fusiles, tiene un número relativamente bajo de pistolas y revólveres", apuntó Restrepo.

Un cálculo conservador señala que por lo menos por cada combatiente las Farc entregarían un arma.







(Tomado de http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/guerrilla-las-farc-contaria-15700-hombres

jueves, 25 de agosto de 2016

Los frentes de la guerrilla de las FARC que no entregarán las armas

25 agosto 2016




No todos los guerrilleros de las Farc apoyan el proceso de paz con el gobierno de Colombia. Tanto el Frente 1, como el Frente 7, han dicho que no están dispuestos a entregar las armas y desmovilizarse como el resto de sus camaradas. El rechazo del Frente 1, también conocido como Armando Ríos, fue comunicado tras el cese el fuego y se convirtió en la primera muestra de rechazo de un sector de la guerrilla ante el acuerdo que busca terminar con 50 años de conflicto armado.

Ese frente no de los más numerosos y lo componen unos 200 combatientes. Sin embargo, es parte del llamado Bloque Oriental de las Farc, una de las subdivisiones más poderosas de la guerrilla. Operan en el sureste de Colombia y fueron ellos quienes mantuvieron secuestrada a Ingrid Betancourt, entre febrero de 2002 y julio de 2008.

El Frente 7 de las Farc, llamado Jacobo Prias Alape, y que también pertenece al Bloque Oriental, tampoco acatarán los acuerdos. Este frente está compuesto por al menos 300 guerrilleros.

La posición de ambos bloques de la guerrilla era algo esperado por los negociadores de paz, que asumían que habría unidades de las Farc que no apoyarían los acuerdos logrados tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana. De todos modos se confía que el nivel de disidencia no supere el 10% de la guerrilla, que estaría formada por 8.000 miembros.

La disidencia de ambos frentes ocurre en momentos en que los distintos bloques de las Farc intentan instruir a sus frentes sobre cómo prepararse para el traslado a las zonas de concentración.





(Tomado de http://diario.latercera.com/2016/08/25/01/contenido/mundo/8-221920-9-los-frentes-de-la-guerrilla-que-no-entregaran-las-armas.shtml)

martes, 12 de julio de 2016

Paz en Colombia, cocaína y cárteles mexicanos: Proceso


POR RAFAEL CRODA
11 JULIO, 2016
COLUMNA / EJE SUR

BOGOTÁ (apro).- La desmovilización de la guerrilla colombiana de las FARC, que deberá comenzar en unas semanas más, puede tener un efecto significativo sobre el negocio del narcotráfico a nivel regional y plantea un desafío para las organizaciones que dominan esa actividad criminal, en especial para los cárteles mexicanos de la droga.

Es un hecho que la salida de las FARC de los territorios donde se concentran la producción de hoja de coca y los laboratorios en los que se transforma esa planta en cocaína pura causará un desabasto en el mercado de esa droga.

Y no sólo porque las FARC dejarán de proteger las plantaciones de hoja de coca y los laboratorios, sino porque uno de los acuerdos de esa guerrilla con el gobierno de Colombia consiste en la aplicación de un ambicioso programa de sustitución de cultivos ilícitos.

Con este plan, que en su arranque contará con un financiamiento de 400 millones de dólares, el gobierno y las FARC esperan que la mayoría de las 74 mil 500 familias involucradas en el cultivo de hoja de coca abandonen esa actividad y se reincorporen a la agricultura tradicional.

El Estado colombiano está comprometido, mediante los acuerdos de paz, a darles a esos campesinos asistencia técnica, créditos y, sobre todo, infraestructura social: escuelas, clínicas y carreteras.

Y a diferencia de otros acuerdos de paz –como el de Guatemala, que el Estado incumplió–, el que firmarán el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC tendrá rango constitucional y eso le dará un blindaje jurídico que facilitará su cumplimiento y ejecución.

Tan es así, que el ministro del Posconflicto, Rafael Pardo, estimó en una entrevista con Proceso que en un plazo de entre tres y cuatro años los cultivos de hoja de coca en Colombia caerán en un 90 por ciento con relación a las 96 mil hectáreas que existen en la actualidad.

“Eso es prácticamente desaparecer la coca. Los cultivos serían algo marginal”, afirmó Pardo.

Es claro que, de cumplirse esta expectativa, el mercado mundial de la cocaína –cuyo principal abastecedor es Colombia— sufrirá una modificación estructural.

“Los principales afectados van a ser las bandas criminales colombianas y los narcotraficantes mexicanos. Para ellos, menos coca será menos negocio. Por eso van a hacer todo lo posible por mantener el abastecimiento en sus actuales niveles”, dice a Apro una fuente de la  división antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia (PNC).

Indica que los cárteles mexicanos de la droga, principalmente “el de Sinaloa”, están apoyando financieramente y con abastecimiento de armas a sus socios colombianos para copar las zonas cocaleras que abandonarán las FARC cuando comience su proceso de desmovilización, previsiblemente antes de que concluya septiembre.

“El socio mayor del Cártel de Sinaloa en Colombia es ‘Otoniel’, pero hay otras pequeñas estructuras regionales con las que los mexicanos hacen negocios. Son los que los abastecen de cocaína. Ellos se están preocupando de que ese suministro de droga siga, que no caiga”, señala la fuente consultada.

El socio de El Chapo

Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, es el jefe de la banda criminal más grande de Colombia. A su grupo se le conoce como Los Urabeños, el Clan Úsuga o el Clan del Golfo. En realidad, es la mayor y más poderosa organización criminal colombiana, a pesar de los fuertes golpes que ha recibido en los dos últimos años.

“Otoniel” domina gran parte de la costa del pacífico colombiano, donde se encuentra la ruta principal de los embarques de cocaína con destino a Centroamérica, México y Estados Unidos. En el pasado, fue “el principal nexo” en Colombia del recapturado jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, según un informe de la PNC.

Pero “Otoniel” está en problemas. No sólo porque es el principal objetivo de la policía colombiana y un cuerpo elite de la corporación tiene varios meses tras él.

También, porque se trata de un capo proveniente de los grupos paramilitares de extrema derecha que se desmovilizaron la década pasada y porque, según investigaciones judiciales, sus estructuras armadas siguen haciendo trabajos sucios para terratenientes y caciques regionales interesados en deshacerse de líderes sociales comprometidos con la paz y con la reforma agraria que se viene como parte de los acuerdos con las FARC.

Y como uno de los pactos con esta guerrilla establece que el Estado deberá atacar a los grupos neoparamilitares que amenazan la paz, el cerco sobre “Otoniel” y su organización se hará más estrecho. Incluso, las FARC contribuirán con el gobierno en el combate a este capo. No con las armas, porque este grupo insurgente las dejará, pero sí con información sobre sus rutas y movimientos.

A ninguno de los jefes de la policía colombiana le cabe duda de que uno de los mayores desafíos de la paz –el acuerdo final con las FARC se  firmará en agosto o septiembre— será el de evitar que los territorios que dejará esa guerrilla sean ocupados por bandas como la de “Otoniel” o los “baby carteles” que proliferan en todo el país y que han creado fuertes vínculos operativos y de negocios con narcotraficantes mexicanos.

Los escenarios que manejan los organismos de seguridad de Colombia incluyen que los cárteles mexicanos de la droga puedan financiar las eventuales guerras por el control de zonas que abandonen las FARC y que incentiven, a través de sus socios locales, los sembradíos de hoja de coca para garantizar el abasto de cocaína.

En los dos últimos años, ha habido un repunte en la producción de esa droga por al aumento de cultivos ilícitos en Colombia.  Las hectáreas sembradas con hoja de coca pasaron de 48,189 en 2013 a 96 mil el año pasado, lo que significa un alza del 99 por ciento.

Y la producción potencial de cocaína pura pasó de 442 toneladas a 646 toneladas, el mayor nivel de los últimos nueve años.

Esto se explica por la apreciación del dólar frente a las monedas latinoamericanas, lo que valoriza los productos de exportación, como esa droga; por la suspensión de aspersiones aéreas con glifosato, un herbicida que puede causar cáncer, y porque familias campesinas se incorporaron a la siembra de coca en espera de ser beneficiadas por el programa de sustitución de cultivos.

Este programa se comenzó a aplicar a nivel piloto el domingo 10 de julio en el noroccidental municipio de Briseño. Las FARC, que financiaron la guerra con la coca, están participando de la mano del gobierno en ese plan de erradicación y desarrollo alternativo.

La policía de Colombia está segura que los cárteles mexicanos de la droga, que durante años han sido los principales beneficiarios económicos de la cadena regional del narcotráfico, no se van a quedar con los brazos cruzados ante la potencial caída del abastecimiento de su producto principal y de su mayor fuente de ingresos.





Tomado de
http://www.proceso.com.mx/446834/paz-en-colombia-cocaina-carteles-mexicanos

viernes, 8 de julio de 2016

Photographing the end of Colombia’s Guerrilla Warfare: British Journal of Photography




24 junio 2016

Written by Laura Beltrán Villamizar


Female FARC rebels sit and watch while the men play a football match against civilians. 3 May 2016. All images © Federico Rios
Colombian government and leftists FARC rebels have reached a deal on a bilateral cease-fire. Daily life in a FARC guerrilla camp midst historic milestone towards an end to the conflict 
The Revolutionary Armed Forces of Colombia, known as the FARC, are the oldest guerrilla group in Latin America and could be living their last days in the jungle before possibly being re-incorporated as a political group.
President Juan Manuel Santos officially announced today that the Colombian government and the armed group FARC will sign a bilateral ceasefire agreement during peace talks in Havana, Cuba. A historic step towards an end to the 50-year-old conflict.

Residents of a small village gather to hear the FARC talk. They are welcomed to share their views on the on-going peace process in Havana. 2 May 2016. Photo © Federico Rios

A group of FARC rebels dance and celebrate the front leader’s birthday. 3 May 2016. Photo © Federico Rios
Colombia is now going through its most peaceful period since the beginning of the armed conflict with the FARC guerrillas.
The rebel group and the Colombian government began formal peace talks in 2012 and have been negotiating an end to decades of fighting since then.

A patient gets treated at the FARC dentist. More or less 400 patients have been treated here in the past three months. Service is free of charge for the population in the area and many travel several days to reach the place. 2 May 2016. Photo © Federico Rios.

FARC rebels rest during the football match. 3 May 2016. Photo © Federico Rios
According to CERAC (Center of Resources for Conflict Analysis), the unilateral ceasefire declared by the FARC in 2015 avoided more than 1500 violent deaths.
Today, it became known that, the backbone of the agenda on the “end of conflict” will be agreed upon and announced in Havana. Mainly, an official bilateral ceasefire, the distribution of land for the FARC, laying down arms, and the protection and warranties for the process.

A FARC rebel rides a horse through a river and towards a clandestine route hidden in the mountains. 2 May 2016. Photo © Federico Rios

Community residents help unload the boat which was just rescued by the FARC. The bricks are meant to be used for a school nearby. The state provides the bricks but the community has to build the school. 1 May 2016. Photo © Federico Rios
This is the next step to reach a definite and final peace agreement. With this announcement, the end of one of the longest conflicts in modern history seems to be finally in sight.
Despite the agreed unilateral ceasefire by the FARC in 2015, attacks have always been a constant threat. Several FARC leaders have been killed by the Colombian government after July 2015.

FARC guerrillas greet local farmers as they pass by. In numerous places in Colombia, the civil population know of no law and order other than from the rebel group. 1 May 2016 Photo © Federico Rios

Pedro Baracutado, commander of the front 34 of the FARC, gives instructions in the early morning. News and developments related to the peace talks are discussed here regularly. Also, decisions are made made here. 1 May 2016. Photo © Federico Rios
The army and paramilitary are ubiquitously present in the area. As a result, the FARC live in an environment of hope and stress of war, knowing every minute could be their last.
The rebel group is present virtually everywhere in Colombia. They have extensive knowledge about the jungle and are mix of different ethnic and social backgrounds — farmers, academics, indigenous people, afros, and mestizos. Besides, 40% of the FARC are female. They are equals.

The rebel group feels the overflight of an aircraft during walks. Everything is put on hold and the atmosphere is tense for fear of heavy bombings. 3 May 2016. Photo © Federico Rios

Alejandra walks with her team for long hours in the sun. The guerrillas change their positions frequently for security reasons — 40% of them are female. 3 May 2016. Photo © Federico Rios.
Colombian peace negotiations are now entering their final and most critical stage, as President Juan Manuel Santos and the leader of the FARC announced this week the breakthrough on some of the most poignant aspects that keeps the conflict going.
Midst this process, photographer Federico Rios, portrayed the daily life of the FARC members in what could possibly be their last days in the jungle.

Algunos guerrilleros de las FARC se niegan a dejar las armas

 Por medio de un comunicado publicado en su página digital, la insurgencia recordó que en el marco de las medidas de desescalamiento y generación de confianza hacia el fin de la guerra, las FARC-EP derogaron y dejaron sin efecto la Ley 002 sobre tributación.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió hoy a un frente de las FARC que presuntamente estaría en desacuerdo con el proceso de paz que si no se une a los diálogos será duramente combatido y perderá "su última oportunidad".

De esta manera el mandatario respondió ante la amenaza del frente Armando Ríos, una de las facciones de las FARC que, en contra la cúpula guerrillera amenazó con no desmovilizarse y seguir con sus acciones subversivas. "Alguien me decía en estos días que un frente de las FARC tenía dudas o algunas personas de las FARC, tienen dudas de si acogerse a este proceso de paz o no", dijo Santos. "Este Frente Primero por ahora ha cumplido el cese al fuego que ordenaron sus jefes", la disidencia del 'Armando Ríos' es más ideológico y no tanto sobre el tema de economías ilegales, argumentó que en la mayoría de casos de desarme de guerrillas en el mundo, casi siempre hay un 15% de esas estructuras que muestra reparos y decide continuar la lucha armada". El Frente Primero de las FARC hace parte del Bloque Oriental de esa organización guerrillera que para el periodo de 1991-2001 fue el más destacado ya que alcanzó a concentrar el 29% de toda la actividad armada y llegó a contar con el mayor número de guerrilleros, así como a tener la mayor cobertura territorial, según el informe Guerrilla y Población Civil, Trayectoria de las FARC 1949-2013 del Centro de Memoria Histórica. "No lo duden. Acójanse a este proceso, porque será su última oportunidad", dijo Santos este miércoles. 11 Embarrassing Pics You Have to See to Believe Rich People Try to Hide This Video, Watch Before It's Banned Diabetes Breakthrough That Will Bankrupt Diabetes Industry This How a 22-Year-Old Girl Became a Millionaire In 30 Days ? Así lo advirtió durante un evento de pedagogía de paz que lideró en el municipio El Retorno del departamento Guaviare (sureste), donde aseguró que recibió información sobre la negativa del frente primero de la guerrilla -que actúa en esa localidad- de sumarse a los acuerdos que se firmen para acabar con 50 años de guerra. "Cualquiera que tenga alguna duda, que mejor la deje a un lado y se acojan, porque es la última oportunidad que tienen para cambiar de vida. Porque de otra forma terminarán -se los aseguro- en una tumba o en una cárcel". El gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para poner fin a más de medio siglo de conflicto y el 23 de junio sellaron las condiciones del cese al fuego definitivo y la entrega de armas de los rebeldes, que se concretarán una vez firmada la paz. Tribu Magazine http://tribumagazine.net/2016/07/algunos-guerrilleros-de-las-farc-se-niegan-a-dejar-las/





http://tribumagazine.net/2016/07/algunos-guerrilleros-de-las-farc-se-niegan-a-dejar-las/

jueves, 7 de julio de 2016

Las FARC y nuestros grupos guerrilleros: por Alejandro Jiménez

23 junio 2016

Cuando hoy las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmen con el gobierno colombiano el fin del conflicto armado, estarán notificando a Colombia y a sus tropas el fin de las FARC como guerrilla. El acuerdo acaba con una guerra de 52 años que enfrentaron 11 presidentes y 13 gobiernos desde 1964.

¿Esto qué representa para los grupos armados que se mantienen activos en América Latina, sobre todo en México? Equivale a lo que en su momento también fue para ellos la desaparición de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín: no su fin automático, pero sí un fuerte momento de reflexión sobe la pertinencia de la vía armada para combatir al Estado burgués con el esquema de guerra de guerrillas al estilo Che Guevara.

Grupos guerrilleros como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que datan de aquellos mismos años sesenta, con siglas que han ido de la Unión del Pueblo al Procup, han vivido las transformaciones de un mundo que ha ido a contracorriente de lo que pregona su programa revolucionario: el ideal de un gobierno comunista encabezado por la clase trabajadora, tras una guerra armada que enfrente a la clase en el poder con la obrera.

Aun así estos grupos se mantienen en la lucha, o cuando menos en la clandestinidad, con una base social limitada a algunos miles de simpatizantes, realizando esporádicas acciones armadas para financiarse, emitiendo encendidos comunicados antisistémicos y esperando el momento idóneo en que existan las condiciones sociales para lanzarse a la ofensiva final, que no se ha dado en 50 años.

Cuando cayó el Muro, en 1989, los grupos guerrilleros mexicanos de corte socialista se encontraban ya debilitados y encapsulados en las regiones más pobres del país: Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas. Aunque fue en este último estado donde se daría en 1994 el alzamiento indígena zapatista, con 10 días de enfrentamiento armado contra el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, después de los cuales el EZLN se convertiría más en un símbolo y  movimiento social, que en una guerrilla propiamente dicha.

Éste fue quizá el último espacio reciente en la historia de México en que las fuerzas armadas populares hubieran podido unirse en un alzamiento, pero no lo hicieron: no tuvieron ni la fuerza, ni la disposición para unirse. Se les fue la oportunidad. Los más duros y radicales se mantuvieron en la montaña, esperando “su” momento.

La claudicación (y fracaso) de las FARC seguramente será vista por nuestros grupos armados como un accidente de la historia que no modifica las inevitables leyes del marxismo. En el país siguen manteniéndose las condiciones de pobreza generalizada, el neoliberalismo exacerba la marginación, el Estado reprime a los disidentes, hay impunidad y corrupción. ¿Cómo no luchar por un México socialista? Como sea, las FARC se habían desgastado, unido al narcotráfico, olvidaron principios revolucionarios básicos. ¿Por qué habría de renunciarse ahora a la revolución si en lo que se embarcaron fue en una larga marcha como la de Mao?

Todo suena lógico, salvo que la realidad va en otro sentido y los hechos no pueden ser ignorados. “Si la realidad no cuadra con lo que pienso, peor para la realidad”, decía con genial ironía Carlos Monsiváis.

Hace dos años, en Beijing, capacitadores políticos del Partido Comunista chino se me quedaron viendo primero muy serios y después divertidos, cuando les pregunté qué opinaban de los grupos guerrilleros latinoamericanos de filiación maoísta (Sendero Luminoso y dos grupúsculos mexicanos). “Vamos hombre, ni aquí creemos ya en Mao”, me espetaron.

Hoy es, pues, un día de seria reflexión para nuestros grupos armados.

 (publicado originalmente en Nexos)
http://www.nexos.com.mx/?p=28704




domingo, 5 de julio de 2015

Time to call the FARC’s bluff

IT WAS never going to be easy. Three times since the 1980s Colombian governments have tried but failed to broker peace with the guerrillas of the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC). Even so, the latest talks seemed set to succeed in ending a conflict that has dogged Latin America’s third-most-populous country. Facing strengthened security forces, the FARC, a narco-Stalinist outfit, has lost all hope of military victory. Unlike the previous efforts, the negotiations are following a tight agenda, of five points, aimed at ending the conflict for good. They take place in Havana, opaquely, in an effort to insulate them from the continuing conflict back home.

But the process has been grindingly slow. After 32 months agreements have been reached on only three of the five points. In the past year the two sides have become bogged down on the most difficult issue—transitional justice, or what punishment, if any, guerrilla leaders accused of war crimes should face.

Now, for the first time, the whole peace process looks in jeopardy. In April the FARC killed 11 soldiers bivouacked in a village sports centre in Cauca, in the south of the country. This broke an indefinite ceasefire declared by the guerrillas in December. With Colombians outraged, President Juan Manuel Santos ordered a resumption of bombing raids: more than 40 guerrillas, including two former negotiators, were killed. Their ceasefire formally abandoned, the FARC have staged almost daily attacks on oil pipelines and electricity pylons, on one occasion spilling 10,000 barrels of oil into a river.

Through all this, the talks in Havana have continued. On June 4th the two sides agreed on the terms of an 11-member Truth Commission, to take testimony from protagonists and victims of an extraordinarily messy conflict that has involved right-wing paramilitaries as well as the FARC and the army. Another accord, on reparations to victims, seems close.

But this evidence of momentum looks to be too little, too late. The Cauca attack and what followed have exhausted public patience with the talks. In a poll taken in late April Mr Santos’s approval rating fell to 29%, from 43% in February. Divisions have appeared in the government.    

The real damage from Cauca and its aftermath is what it reveals about the FARC. It suggests that some guerrilla units may not want peace. The leadership failed to condemn the attack, calling instead for the government to agree to a bilateral ceasefire. They know that this is politically impossible for Mr Santos until the talks are in sight of success and the FARC on the brink of demobilisation: the guerrillas used a government ceasefire during the previous talks in 1999-2002 to recruit and re-arm. The FARC’s negotiators seem happy to spin out the talks indefinitely. But Mr Santos faces a drumming of fingers from across the political spectrum.

That makes it urgent to clinch a deal on transitional justice. The outline of such an agreement has long been clear. Those guerrilla leaders accused of war crimes should face a special judicial tribunal. Those found guilty must spend some time, albeit much reduced, in a facility that can be described as a prison. Similar terms would apply to senior army officers accused of atrocities.

Punishment of some kind is essential if a peace agreement is to stick, and to be endorsed by public opinion (polls find that up to 80% of Colombians want the FARC to do jail time). According to Javier Ciurlizza of the International Crisis Group, an NGO, the FARC have in private at last accepted the principle of punishment, but want it meted out by an international tribunal and only after they have had the chance to build a political base. Those conditions are unacceptable to the government. Behind these quibbles lies a worrying philosophical abyss. The guerrillas still portray themselves as rebels against an abusive state, but most Colombians see them as a bunch of criminals who must show remorse and accept the rules of democracy.

The president, whose hobbies include poker, now faces a choice. Call the FARC’s bluff by laying on the table a take-it-or-leave-it offer on justice—or risk the talks collapsing anyway in the cycle of retaliation. Burdened by disappointments in other areas, Mr Santos has staked his presidency on a peace agreement. But objectively it is the FARC’s negotiators who need it more. Return to war in Colombia, and sooner or later they will be killed.

“If the talks break down, I don’t think anyone would have the patience to go through this again,” Sergio Jaramillo, Mr Santos’s chief peace negotiator, has said. True. But courting a breakdown may be the only way to succeed.



Tomado de http://www.economist.com/news/americas/21656694-colombias-peace-process-risks-drifting-collapse-time-call-farcs-bluff

jueves, 25 de junio de 2015

EU dice que liberar a "Simón Trinidad" no está "sobre la mesa" en La Habana

El enviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz en Colombia, Bernie Aronson, aseguró hoy que en las negociaciones que se siguen en La Habana "no está sobre la mesa" la posibilidad de que su país libere temporal o permanentemente al líder de las FARC "Simón Trinidad" para que participe en el diálogo.

"No he visto ninguna petición de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) ni del Gobierno de Colombia para que se libere al señor Trinidad", dijo Aronson durante una audiencia en un subcomité de la Cámara de Representantes estadounidense.

Ese asunto "no está sobre la mesa" en las negociaciones de paz que el Gobierno colombiano y las FARC mantienen desde 2012 en La Habana, añadió Aronson.

"Simón Trinidad", cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, fue extraditado a Estados Unidos en 2004 y condenado poco después a sesenta años de cárcel por el secuestro de tres ciudadanos estadounidenses.

A pesar de ello, "Trinidad" fue nombrado por las FARC como representante plenipotenciario en las negociaciones de paz en La Habana, por lo que desde 2012 ha habido peticiones de la guerrilla para que Estados Unidos lo libere con el fin de incorporarlo a la mesa de diálogo.

Aronson reconoció que en sus primeros intercambios con las FARC, la guerrilla "planteó la posibilidad de que 'Trinidad' participara en las negociaciones de alguna forma, vía (llamada mediante la aplicación informática) Skype o algo similar".

"Pero el Gobierno de Colombia no ha propuesto eso, ni lo he sugerido yo", argumentó Aronson.
El diplomático estadounidense respondió así a las preguntas de una congresista republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, que se mostró "muy escéptica" con el proceso de paz en La Habana.

Ros-Lehtinen dijo que este martes envió una carta a la fiscal general de EEUU, Loretta Lynch, expresando su "preocupación porque se pueda permitir que Trinidad viaje a Cuba para asistir a las conversaciones", una misiva que también suscribieron los congresistas republicanos Mario Díaz Balart y Carlos Curbelo.

A comienzos de este año se reactivaron las peticiones para que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, intercediera ante las autoridades estadounidenses para conseguir la liberación de "Trinidad", que ya fue miembro de la delegación guerrillera en las fallidas negociaciones con el Gobierno entre 1999 y 2002.

Sin embargo, Santos declaró en marzo que no veía "fácil en un futuro próximo" que "Simón Trinidad" pueda ser liberado y unirse a las negociaciones.





Tomado de  http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2015-06-25/eeuu-dice-que-liberar-a-simon-trinidad-no-esta-sobre-la-mesa-en-la-habana_617380/

Guerrilla colombiana sigue cometiendo atrocidades, dice informe de EU

Pese a los diálogos de paz que se adelantan en Cuba, la Farc siguió reclutando menores, sembrando minas anti personales, secuestrando a civiles, cometiendo numerosas ejecuciones extrajudiciales entre muchos otros crímenes.

Eso, en parte, dice el último reporte sobre la situación de Derechos Humanos en el país que fue publicado este jueves por el Departamento de Estado.

De acuerdo con el informe, durante el 2014 también hubo reportes de nuevas ejecuciones extrajudiciales cometidas por miembros de la Fuerza Pública y se afirma que los principales problemas de Colombia a lo largo de ese año fueron la impunidad, la ineficiencia del sistema judicial, el desplazamiento forzoso, la corrupción y la discriminación social.

Según el reporte, los grupos guerrilleros de las Farc y el Eln, pero primordialmente las Farc, habrían secuestrado a por lo menos 36 personas y seguían exigiendo pagos por su liberación.

Así mismo, sostiene que, según datos del Gobierno, serían responsables de la muerte de 27 personas y 161 heridos que fueron víctimas de minas anti personales entre enero y agosto de 2014. Entre ellos, 30 eran niños o adolescentes.

Dice a su vez que ambos grupos continuaron con la práctica de reclutar a menores de edad y citan al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, cuando dice que el promedio de edad del reclutamiento es de 12 años.

"Los asesinatos políticos y asesinatos ilegales siguieron siendo un problema muy serio, y se presentaron varios reportes de que miembros de las Fuerzas de Seguridad cometieron ejecuciones extrajudiciales en conexión con el conflicto armado", asegura el reporte.

El Departamento de Estado dice que hasta julio del año pasado la Fiscalía había reportado 32 nuevos casos de supuestos homicidios agravados cometidos por agentes del Estado y se había acusado a 147 miembros de las fuerzas de seguridad por homicidios de civiles.

También cita a la ONU para decir que durante el año pasado se presentaron menos reportes de militares presentando a civiles como bajas en combate, pero que se investigaba 11 casos que podían encajar en esta categoría.

El reporte también menciona datos de Cinep, según los cuales hasta julio se habían documentado 9 ejecuciones extrajudiciales (4 atribuidas a miembros del Ejército 4 a la Policía y una a empleados del Inpec).

De acuerdo con el Departamento de Estado, en investigaciones del gobierno, al igual que reportes de ONG, se acusó a miembros activos de las fuerzas de seguridad por colaborar con grupos criminales. 

Según datos de la Fiscalía, dice el Departamento de Estado, entre enero y julio del año pasado se arrestó a 41 personas por vínculos con el clan Úsuga. Y mencionan el arresto, el 5 de julio, del jefe de los Rastrojos, Danny Julián Quintana, quien supuestamente había evadido a la justicia gracias al apoyo de miembros de la Policía.

Aunque el informe destaca cómo el Gobierno ha procurado más recursos para la investigación de estos casos y otras violaciones de derechos humanos, las investigaciones avanzaron con lentitud y se presentaron múltiples obstáculos.

Dice, a su vez, que la situación de miles de exparamilitares seguía en el limbo, pues la Fiscalía carece de recursos para procesar los casos y cuestiona el poco dinero y tierras que se les ha podido confiscar a los jefes paras.




miércoles, 24 de junio de 2015

Documento secreto de las FARC reveló un plan de atentados terroristas en Bogotá

El Ejército colombiano descubrió un plan secreto de las FARC que tenía como objetivo llevar a cabo atentados de alto impacto en Bogotá y Cundinamarca. La información la reveló la revista Semana, que tuvo acceso a un informe militar reservado.

El cuerpo de Inteligencia de las Fuerzas Armadas reportó en su documento que los planes criminales fueron orquestados por la compañía Mariana Páez, bloque oriental del grupo guerrillero.

El batallón de Policía Militar N.º 24 General José Joaquín Matallana Bermúdez fue el que llevó adelante los exhaustivos trabajos de inteligencia. El pasado 22 de junio, su comandante, el coronel Juan Carlos Salcedo Castro, alertó a todas las estructuras de las fuerzas armadas sobre un posible atentado terrorista de las FARC en el centro del país, que tenía como principal objetivo a oficiales de alto rango.

Por ese motivo, el oficial llamó a extremar las medidas de seguridad.

Salcedo señaló en su informe que actualmente Bogotá es un objetivo "muy rentable para atacar", en momentos en que el grupo guerrillero ha aumentado las hostilidades en los últimos tiempos para así presionar al gobierno de Juan Manuel Santos a iniciar una tregua de cese el fuego bilateral.


De acuerdo con el informe elaborado por la inteligencia colombiana, las FARC enviaron a cinco combatientes a la capital para encargarse de los atentados que también tenían como objetivo estructuras energéticas. De esos cinco guerrilleros, tres fueron identificados.

Hace aproximadamente dos meses, llegaron a Bogotá "Paola" y "Holmes el Mocho", quienes tienen como misión hacer inteligencia sobre instalaciones castrenses y torres de energía.
Otro de los guerrilleros identificados es "Guillermo", quien habría intentado dinamitar una torre de energía. Sin embargo, según consigna Semana, la carga explosiva no detonó.

Días atrás el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri "Timochenko", le envió un correo electrónico a todas las estructuras del grupo guerrillero a quienes ordenó aumentar la intensidad de las hostilidades contra el gobierno colombiano.





Tomado de  http://www.infobae.com/2015/06/24/1737290-documento-secreto-las-farc-revelo-un-plan-atentados-terroristas-bogota

Altos mandos colombianos estarían vinculados a ejecuciones extrajudiciales: HRW


BOGOTÁ. - Altos mandos de las Fuerzas Militares de Colombia presuntamente ordenaron o facilitaron ejecuciones extrajudiciales de civiles cometidas por unidades bajo su mando, denunció el miércoles Human Rights Watch (HRW), que pidió a las autoridades investigar a los oficiales involucrados para sancionarlos si son responsables.


Los mandos, incluidos los actuales comandantes de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, y del Ejército, general Jaime Lasprilla, supuestamente ordenaron o sabían de ejecuciones extrajudiciales de civiles presentadas como guerrilleros muertos en combate entre el 2002 y el 2008, conocidos como "falsos positivos".

De acuerdo con HRW ningún oficial de alto rango ha sido condenado por los "falsos positivos", el mayor escándalo por violación a los derechos humanos al interior del ejército que combate a la guerrilla izquierdista en un conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado más de 220.000 muertos.

La Fiscalía investiga al menos 3.000 casos de ejecuciones extrajudiciales.

"Los falsos positivos representan uno de los episodios más nefastos de atrocidades masivas en el hemisferio occidental de los últimos años, y hay cada vez más evidencias de que altos oficiales del Ejército serían responsables de estos hechos atroces", dijo José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la división de las Américas de Human Rights Watch.

"No obstante, los oficiales del Ejército que estaban al mando cuando sucedieron las ejecuciones han conseguido eludir la acción de la justicia e incluso han ascendido a los niveles más altos del mando militar, incluidos los actuales comandantes del Ejército Nacional y de las Fuerzas Militares", agregó.
El informe se conoció un día después de que la Fiscalía General llamó a declarar por los mismos casos a cuatro generales retirados del ejército.

De acuerdo con grupos de derechos humanos, las tropas del Ejército de Colombia, presionadas por incrementar el número de bajas en las filas de la guerrilla, asesinaron a civiles, muchos de los cuales fueron reclutados con promesas de trabajo en los cinturones de miseria de las principales ciudades del país.

El informe, que incluye testimonios y grabaciones de militares implicados en las investigaciones de la Fiscalía, sostiene que la ejecución extrajudicial de civiles fue una práctica generalizada en la mayoría de unidades del ejército.  

 Pero los actuales comandantes de las Fuerzas Militares y del Ejército negaron su responsabilidad en los hechos y aseguraron que no existe ninguna acusación formal en su contra.





Tomado de  http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN0P41YB20150624?pageNumber=1&virtualBrandChannel=0


Guerrilla colombiana derribó un helicóptero

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió ayer que toda la responsabilidad de la muerte de cuatro militares durante el aterrizaje de un helicóptero del Ejército en un campo minado en el noroeste del país es de los grupos guerrilleros, sin precisar la autoría del hecho.

Santos se refirió al incidente, ocurrido ayer en una zona selvática del municipio de Teorama, en el departamento de Norte de Santander, donde murieron un oficial y tres soldados de una unidad de comando, mientras que seis más quedaron heridos, al posar el helicóptero Black Hawk en un campo minado.

El mandatario que ayer visitó la localidad de Garzón, en el departamento del Huila, para inaugurar el viaducto más largo de Colombia, explicó que "el helicóptero no fue derribado" sino que una mina hizo explosión cuando tocó tierra. Para el presidente, "cualquiera que sea la versión de los hechos, la versión correcta, por supuesto de ninguna manera exonera a la guerrilla de ese vil asesinato de estos cuatro héroes de la patria".

Explicó que el Ejército investiga el hecho para saber "exactamente lo que pasó" pues existen dos teorías: una que guerrilleros pusieron una mina la noche anterior y la hicieron explotar debajo del helicóptero de manera remota, y otra que se trata de un artefacto viejo que se activó cuando aterrizó el aparato. "A esa área llegaron días atrás miembros de nuestro Ejército, de nuestras Fuerzas Especiales, y aseguraron el área (...) Este era el sexto helicóptero que aterrizaba y sucedió lo que todos conocemos", añadió.

El Ejército atribuyó ayer el hecho a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con las que el Gobierno negocia la paz en Cuba, pero Santos no se refirió en particular a ningún grupo guerrillero ya que en la zona operan también el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL).

Ante esa situación, Santos reiteró que su orden al nuevo ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, que asumió ayer, y a los mandos militares, es que "aquí hay que arreciar la ofensiva militar hasta lograr esa paz".

Recordó que desde el pasado 22 de mayo, cuando las FARC suspendieron el cese el fuego unilateral, "más de 280 miembros de la guerrilla han sido neutralizados, entre ellos diez cabecillas de importancia". "Esa ofensiva hay que mantenerla, señores generales, ustedes saben que esas son las instrucciones", puntualizó.





FARC: llegó la hora de parar la guerra

La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, junio 23 de 2015

Al lamentar las noticias de muertes en combate, que pudieron evitarse con un cese bilateral del fuego, pedimos una vez más al presidente Santos abrir la posibilidad de frenar la guerra, de hacer una tregua en las hostilidades.

Este proceso de paz que ha avanzado como ningún otro en Colombia, y que hoy discute temas decisivos, complejos, ligados a aspectos nodales del fin del conflicto, no debiera tener como escenario de fondo la confrontación armada, ni la muerte triste de muchachos uniformados de soldados, policías o guerrilleros, todos ellos provenientes de sectores populares. Mucho más cuando los hijos de quienes azuzan la guerra no arriesgan sus vidas combatiendo en las primeras líneas de fuego.

Nunca hemos estado de acuerdo con ese eslogan absurdo y desligado del sentido común de “negociar la paz como si no hubiera guerra”. Es un sofisma seguir sosteniendo que la tregua favorece política y militarmente a la guerrilla. No, no; ella sólo favorece al anhelo colectivo de reconciliación.

Hablar de paz en medio de la guerra, como ocurre hoy en Colombia por decisión terca del Gobierno, exige primero silenciar las armas, mientras los plenipotenciarios de las partes llenan de contenido el acuerdo de cese al fuego bilateral y definitivo.

Presidente Santos, ministro Villegas: llegó la hora de parar la guerra para no dañar el proceso de paz y evitar más victimizaciones inútiles. Sólo en un ambiente de confianza y de concordia podremos convenir lo que falta para llegar al acuerdo final. No asuman como chantaje una petición generalizada, llena de humanidad.

DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP

miércoles, 17 de junio de 2015

Oleoducto Caño Limón-Coveñas, blanco de otro atentado guerrillero en Colombia.



Militares acantonados en la zona se trasladaron al lugar de los hechos para asegurar el territorio y permitir el ingreso de los técnicos que arreglarán la tubería dañada.

El oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 780 kilómetros de longitud, fue blanco hoy de un nuevo atentado perpetrados por guerrilleros que lo dinamitaron en una zona rural de Norte de Santander.

Según la estatal petrolera Ecopetrol, el ataque se produjo en el sitio conocido como Filo Guamo, en la zona rural de El Aserrío, perteneciente al municipio de Teorama, lo que ocasionó un derrame de crudo que fue a parar a las aguas del río Catatumbo.

Además, se produjo un incendio que afectó una vivienda, en tanto que otras cinco se vieron envueltas en humo, añade el comunicado de Ecopetrol.

Hasta el momento las autoridades no reportan muertos o heridos en una zona en la que hacen presencia las guerrillas del ELN y las Farc.

Ecopetrol, que rechazó el atentado, suspendió el bombeo de petróleo y activó un plan de contingencia para tratar de minimizar los daños ocasionados por la acción guerrillera.

El oleoducto, de 780 kilómetros de longitud, transporta crudo al puerto de Coveñas, en el Caribe colombiano, desde el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela.



Tomado de http://www.elheraldo.co/nacional/oleoducto-cano-limon-covenas-blanco-de-otro-atentado-guerrillero-200219

viernes, 12 de junio de 2015

Colombianos ante las FARC: ¿combatir o negociar?

Según una encuesta, el 34 % de los colombianos cree que las FARC deben ser derrotadas militarmente, mientras el 33 % apuesta, como el presidente Santos, por una salida negociada al conflicto.

La encuesta Polimétrica de la firma Cifras y Conceptos fue realizada entre el 4 y el 9 de junio, cuando el proceso de paz atravesaba uno de sus peores momentos tras el fin del alto el fuego unilateral de las FARC y los bombardeos de la Fuerza Aérea contra la guerrilla, que supusieron duros golpes al grupo armado. Sus resultados muestran una clara división social cuando se cumplen 31 meses desde que iniciaron los diálogos de paz.

Entre la opción militar y la negociadora, el 27 % de los colombianos se decantó por la opción de "promover la desmovilización" de los miembros de la guerrilla, una fórmula equidistante que, presumiblemente, implica algún tipo de negociación, si bien también da cabida a un incremento de la ofensiva contra la guerrilla.

El número de personas que apoyan abiertamente una salida negociada al conflicto aumentó cinco puntos porcentuales desde abril, cuando el apoyo a una salida negociada al conflicto que azota Colombia desde hace más de medios siglo tocó su mínimo desde octubre de 2014. Junto a este grupo, se ubica, aun sin estar incluido en la muestra de entrevistados, el presidente Juan Manuel Santos. Entrevistado por DW al margen de la la VII Conferencia Italia-América Latina y Caribe, en Milán, Italia, Santos aseguró que esta "empeñado en sacar la paz adelante".

La paciencia "tiene un fin"

Por otra parte, el número de colombianos que prefieren derrotar militarmente a las FARC creció once puntos porcentuales con respecto al pasado mes de abril hasta alcanzar el más alto respaldo que esta opción ha tenido desde octubre de 2014. en este marco, el actual embajador de Colombia en Washington y próximo ministro de Defensa del país, Luis Carlos Villegas, advirtió a las FARC que la paciencia de los colombianos "tiene un fin" y que Estados Unidos también tiene "tiempos limitados" para desplegar su apoyo al proceso de paz en el país suramericano.

Preguntados por qué temas aceptarían para obtener la paz en las negociaciones, el 72 % de los colombianos dijo que aceptaría que el costo fuese que las FARC dejasen las armas. El 50 % aceptarían un referendo popular para la ratificación de los acuerdos y el 41 % la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, una posibilidad a favor de la que se han posicionado diferentes autoridades del país como el fiscal general, Eduardo Montealegre.

Por otra parte, solo el 28 % aceptaría la participación electoral de los miembros del secretariado, el 23 % la inclusión de guerrilleros desmovilizados dentro de la fuerza pública y el 19 % asignar curules en el congreso sin elección popular a los líderes con condenas.



Tomado de http://www.dw.de/colombianos-ante-las-farc-combatir-o-negociar/a-18514893



viernes, 29 de mayo de 2015

Fiscal le dice no a extradición de guerrilleros de las FARC



Desde Estados Unidos el fiscal General, Eduardo Montealegre, habló sobre la situación jurídica de los guerrilleros que eventualmente se desmovilicen tras la firma de un acuerdo de paz con el Gobierno y con garantías de no extradición.

El jefe del ente investigador planteó ante la Fiscal de Estados Unidos, Loretta Lynch, su posición de darles garantías a los guerrilleros en medio del proceso de paz. “Si se firma el acuerdo y las Farc desarticulan sus estructuras, se desmovilizan y abandonan el narcotráfico y otras actividades delictivas no deberían ser extraditados; ahora, si los guerrilleros continúan delinquiendo, se levantarían esos beneficios”, explicó Montealegre.

También se declaró partidario de un cese bilateral al fuego “siempre y cuando las partes lleguen a un punto de no retorno y la firma de la paz sea un hecho”, dijo el fiscal.

Con el propósito de reforzar el equipo negociador del Gobierno llegó este jueves a La Habana, Cuba, la canciller María Ángela Holguín, en medio de tensiones por la suspensión del cese unilateral del fuego.

Junto a la Ministra llegó el empresario Gonzalo Restrepo, quien también fue nombrado negociador, aunque ambos estarán en la mesa de forma transitoria, según explicó el presidente Juan Manuel Santos.

Si bien un completo hermetismo ha rodeado la incorporación de los nuevos negociadores, se espera que durante los próximos días haya un pronunciamiento por parte del jefe negociador, Humberto de la Calle, sobre el trabajo que cumplirán Holguín y Restrepo en la mesa.

Por ahora los ánimos en Cuba están tensos puesto que los países garantes del proceso de paz, Noruega y Cuba, llamaron esta semana a ambas partes a hacer esfuerzos para “salvar las negociaciones” e impulsar el desescalamiento del conflicto armado.

También la Unión Europea pidió al gobierno y a las Farc que “sigan comprometidos a continuar las negociaciones” y que “deben adoptarse medidas concretas hacia una desescalada de la situación en el terreno”.

SIGUEN LOS ATAQUES 

Un suboficial del Ejército y dos soldados habrían sido asesinados por miembros de las Farc que se encontraban, al parecer, planeando un ataque terrorista contra el complejo petrolero de Caricare, en el sector conocido como La Y de Tropicales, en zona rural del municipio de Arauquita, Arauca.

El Comando de la institución informó que en la misma operación habrían sido neutralizados tres presuntos miembros de las Farc, quienes vestían uniformes de uso privativo de la Fuerza Pública y tenían en su poder tres fusiles y explosivos.

Durante las últimas 48 horas, según el Ejército los uniformados han neutralizado 20 intentos de ataques terroristas de las Farc y tres del Eln en los departamentos de Arauca, Caquetá, Cauca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Tolima.




Tomado de http://www.latarde.com/actualidad/colombia/151565-fiscal-le-dice-no-a-extradicion-de-guerrilleros-de-las-farc

Colombia: Mueren tres militares y tres guerrilleros





Tres militares y tres guerrilleros de las FARC murieron este jueves en combates en el departamento de Arauca, este de Colombia y fronterizo con Venezuela, informó el Ejército.

Un suboficial y dos soldados de un batallón de la Brigada 18, especializado en la vigilancia de vías e infraestructura, fueron abatidos por miembros del Frente 10. En la misma operación cayeron tres guerrilleros. Los enfrentamientos ocurrieron en el área rural del municipio de Arauquita, en un sector conocido como La Y de Tropicales, zona de instalaciones petroleras, indicó la agencia AFP.

"Informaciones señalan que los guerrilleros pretendían atentar contra el complejo petrolero de Caricare", señaló el Ejército. Según el parte oficial, las fuerzas militares impidieron desde el martes más de una veintena de ataques de las FARC.

El Gobierno de Juan Manuel Santos busca poner fin a 50 años de conflicto armado. Las negociaciones de paz con las FARC se desarrollan desde noviembre de 2012 en La Habana, mientras que con el ELN avanzan pláticas exploratorias desde el año pasado.

El miércoles, Santos pidió a los militares "no bajar la guardia" tras la suspensión de las FARC de la tregua unilateral que habían declarado en diciembre. La guerrilla tomó esa decisión tras la muerte de unos 40 guerrilleros, entre ellos dos comandantes, en tres incursiones militares en los últimos días, semanas después de que 11 uniformados perecieran en una emboscada.

Los diálogos de paz se desarrollan sin que se haya decretado una tregua bilateral en Colombia, pues Santos considera que la guerrilla la utilizaría para fortalecerse. Cuba y Noruega, garantes del proceso de paz, llamaron el miércoles a ambas partes a hacer "esfuerzos" para preservar las negociaciones tras el recrudecimiento de las hostilidades, "incluyendo la adopción de un acuerdo para el cese bilateral definitivo del fuego".

El conflicto armado colombiano ha dejado oficialmente más de 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados por la violencia.




Tomado de  http://www.martinoticias.com/content/colombia-mueren-tres-militares-y-tres-guerrilleros-en-combates-entre-las-farc-y-el-ejercito-/95398.html