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jueves, 15 de septiembre de 2016

Guerrillas chilenas, Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo MIR-Ejército Guerrillero de los Pobres no saludan la paz en Colombia

15 septiembre 2016







10º comunicado conjunto FPMR - MIR-EGP

GUERRA, PAZ Y RESISTENCIA ARMADA

El acuerdo definitivo e irreversible que han firmado las Farc para dejar las armas -las que se fundirán en tres monumentos a construir en EEUU, Cuba y Colombia- y legalizarse como fuerza política electoral, constituye para el establecimiento oligarca el acontecimiento político que faltaba en este lado del mundo para sellar el fin de la "era comunista y la lucha armada".

En nuestra opinión los acuerdos alcanzados entre las Farc y el gobierno de Santos no constituyen ningún avance ni aporte en la lucha de resistencia popular y anticapitalista que despliega con decisión y masividad el pueblo pobre colombiano, los pueblos originarios y afrodescendientes del territorio.

Las bases fundamentales y estratégicas del Estado de control y represión institucional y paramilitar, el modelo político y económico neoliberal, los privilegios de las clases dominantes, el poder político-económico de las FFAA y los intereses del capital transnacional quedan intactos e inmunes.

Este no es el primer acuerdo de un gobierno colombiano con una guerrilla del país, aunque sin duda es el más importante y mediático hasta ahora.

El año 90 se firmó la paz con el M19 y se acordó una Asamblea Constituyente como coronación del acuerdo. Se armó la Asamblea Constituyente, se reformó la Constitución y la guerra del Estado contra el pueblo continuó con la represión brutal de siempre.

Antes, en el año 1985, las Farc acordaron con el gobierno una tregua y lanzaron una campaña política a través de la Unión Patriótica, cuyo resultado fue la masacre de aquella organización identificada con las Farc, con el saldo de 3500 militantes asesinados por las fuerzas oscuras de la oligarquía y el Estado colombiano.

A finales de los 90 las Farc acuerdan otra tregua con el gobierno de turno y se concentran por tres años en una zona de distensión llamada El Caguán, mientras los desplazamientos forzados de la población y las operaciones militares contrainsurgentes no cesaban en los campos y ciudades de Colombia.

Un Estado con un parlamento en donde el tercio de sus diputados están investigados por su relación con el narcotráfico y el paramilitarismo. Más de 6 millones de desplazados forzados por la guerra contra el pueblo.

Las principales ciudades del país bajo el control territorial de las bandas paramilitares "desmovilizadas", que manejan y controlan todo tipo de tráfico, extorsiones, sicariato y la vigilancia total a la población civil de las zonas populares.

Los bombardeos con toneladas de explosivos para “dar de baja” guerrilleros. Las operaciones de los escuadrones paramilitares que asesinan a dirigentes y luchadores populares, violan mujeres y torturan hasta la muerte frente de sus familias y comunidades. Los crímenes perpetrados por militares fomentados por leyes que premian con condecoración, dinero y vacaciones el asesinato. Más de seis mil civiles asesinados en estos años fueron presentados ante la opinión pública como guerrilleros abatidos en combate, en los llamados falsos positivos, donde ningún alto mando ha sido condenado hasta hoy.

La institucionalización del despojo territorial de las comunidades campesinas y pueblos originarios. Las detenciones, controles policiales y vejaciones masivas que pretenden acallar la movilización popular, los paros agrarios y las protestas sectoriales.

Recompensas de millones de dólares por dirigentes guerrilleros vivos o muertos. El caso de Iván Ríos de las Farc es simbólico. La traición por dinero es un acto miserable que sólo amerita justicia.

Método de Estado que otros fascistas del continente, como el gobernador de Neuquén, Argentina, implementó contra dos militantes de nuestras organizaciones -poniendo precio a su captura vivos o muertos- motivado por su odio de clase contra los luchadores del pueblo.

Esta es la realidad que deja de manifiesto por qué la "paz estable y duradera" va mucho más allá de los acuerdos firmados entre las Farc y el gobierno y no será posible en la actual Colombia, ya que se impuso la impunidad al genocidio que no cesa, en descarada complicidad con toda la institucionalidad del Estado paramilitarizado y la venia del poder político y económico transnacional.

En nuestra visión, creemos también que la paz no llegará sólo por desmovilizaciones de alguna guerrilla, por muy grande y bien armada que esté. El fondo del conflicto armado es responsabilidad del Estado colombiano y de las injusticias profundas que las estructuras del capitalismo generan en el pueblo pobre y que lo obligan a la resistencia en todas sus formas.

La insurgencia armada forma parte de un proceso construido por la resistencia social y el derecho del pueblo a defenderse, rebelarse y armarse ante la opresión y barbarie de la oligarquía y su Estado policial, que lo único que han hecho estas últimas décadas es fortalecer su aparato militar contrainsurgente y represivo.

El capitalismo depredador con sus políticas neoliberales, el despojo en todas sus formas y esta guerra contrainsurgente del Estado, asesorado directamente por el imperio norteamericano, son los grandes y principales responsables de que la paz no sea posible ni una realidad para el pueblo colombiano, sino una vez más una mera declaración de principios y acuerdos entre partes en conflicto.

En definitiva, con este acuerdo no gana el pueblo colombiano, sino que gana el gobierno de la oligarquía financiera y fundamentalmente los grandes intereses de la gran minería transnacional.

El saqueo extractivista es lo que se viene en los territorios que eran controlados por las Farc. Entre otros, el gran macizo colombiano, de donde se nutren los ríos más importantes del país y de donde se origina el abastecimiento del 70 por ciento del agua del territorio nacional, será la gran víctima de esta maquinaria salvaje y depredadora de la minería en pos de sus ganancias astronómicas.

Este es el verdadero y gran objetivo de la paz para el gobierno de Santos y sus intereses de clase. Lo que pase con el plebiscito por la paz, la extradición a EEUU y los curules garantizados por el gobierno a las Farc no cambiará lo vital de lo pactado para el capital y sus transnacionales del saqueo.

Sobre las Farc, respetando el derecho que tienen como organización política de escoger sus propios caminos de lucha, pensamos que apostar todo al marco legal e institucional propio de un capitalismo y una modernidad en profunda e irreversible crisis es en la realidad continental un camino que no aporta a una solución estructural sobre el sistema ni el modelo social del capital; más bien es un camino que no da margen alguno a una revolución profunda y libertaria.

La historia lo dirá, pero ojalá no les pase lo que le pasó al Partido Comunista chileno que tras reincorporarse a la institucionalidad les ha tocado negociar una y otra vez en el parlamento leyes antipopulares y represivas, desmovilizando también un acumulado de luchas y actores sociales.

Todo este proceso ocurre en medio de una negociación de alto nivel geopolítico, donde intereses de los estados cubano y norteamericano, e incluso de Israel, han jugado un rol importante para determinar la agenda y los acuerdos definitivos.

La Cuba de hoy no es aquella de los años sesenta y setenta, que apoyó con generosidad y solidaridad la lucha armada en el continente; sin duda las dificultades que ha debido enfrentar les dan el derecho a ejercer su actual pragmatismo en política internacional. Pero entonces, de igual manera, toda organización en lucha es autónoma y soberana de tomar las decisiones y caminos que estime más convenientes para su pueblo.

Es así como hoy queremos destacar, apoyar y solidarizar con la decisión asumida por el Ejército de Liberación Nacional de Colombia, ELN, al no aceptar ni sumarse a los acuerdos y condiciones propuestas por las Farc y el gobierno de Santos.

Su decisión estratégica es continuar la lucha en todas sus formas en busca de una verdadera solución política a la crisis estructural que vive el pueblo de Colombia, con un real protagonismo social y popular en la toma de decisiones.

Sin duda la fuerza principal del ELN está en su consecuencia, dignidad y legitimidad que de ella se desprende después de 52 años de construcción popular y de resistencia armada sin tregua alguna hasta el día de hoy.

Ellos deben enfrentar al Estado más poderoso militarmente del continente, con un pie de fuerza de 500 mil efectivos, así como la intervención directa del imperio norteamericano que ha convertido a Colombia en cabeza de playa -con siete bases militares de última generación- y en principal aliado militar en Latinoamérica.

A esto se suma que ahora las FFAA colombianas se integran al pie de fuerza de la OTAN, la maquinaria de guerra encargada de los megabombardeos para la invasión y saqueo del planeta.

La resistencia del ELN es un ejemplo de lucha popular contra la opresión y su historia forma parte de un acumulado y aprendizaje para todos los que continuamos creyendo en la fuerza del pueblo y en la revolución libertaria, más allá de la crisis de la izquierda toda y la refundación necesaria en medio de la marcha resistente.

Es entonces la lucha de quienes a pesar de los derrumbes de paradigmas, modelos de sociedad y estrategias, no cesan ni claudican en la más pura y vital de las utopías de la humanidad: una sociedad de hombres y mujeres libres, en igualdad de condiciones y oportunidades, organizados comunitaria y territorialmente bajo los principios de la solidaridad, la autogestión y la justicia, con un profundo respeto por la tierra que nos cobija, sus recursos y especies que hacen parte de este planeta agónico.

Manifestamos nuestro compromiso internacionalista con estos hermanos de marchas y combates por la vida y convocamos a todos(as) los luchadores(as) y combatientes del pueblo a cerrar filas en torno a la solidaridad activa y concreta con la lucha del pueblo pobre colombiano, pueblos originarios, afrodescendientes y su Ejército de Liberación Nacional, ELN, que se enfrenta quizás a la coyuntura política y militar más compleja de su historia junto a lo más marginados y desposeídos de este gran y hermoso territorio cobijado por las mismas mágicas montañas andinas del Wallmapu.

De esta manera saludamos en este mes de Septiembre una nueva jornada de lucha y movilización popular en Chile con motivo de la respuesta del pueblo a la barbarie criminal de los ricos y las FFAA chilenas que a punta de bombardeos y represión genocida instauraron una dictadura cuya tarea asignada fue la de imponer a sangre y fuego el modelo neoliberal del capital transnacional.

Son tiempos vitales para el planeta y su humanidad. Los malos gobiernos abundan por doquier; los menos malos se desmoronan aceleradamente y los buenos, basados en un poder popular, autónomo y autogestionario, esperan su turno.

La pregunta es si para una sociedad de iguales y autogestionaria es necesario que un Estado, una religión o una burocracia basada en el llamado “centralismo democrático” decida, organice y ejecute en nombre de todo un pueblo.

Finalmente manifestamos nuestro apoyo activo a las luchas del pueblo contra el modelo neoliberal y el Estado policial chileno. A la lucha de los trabajadores contra el sistema privado y especulativo de pensiones impuesto por la dictadura militar. La de los pescadores artesanales víctimas naturales de la pesca de arrastre de las transnacionales pesqueras. La de los estudiantes, profesores y trabajadores de la educación que no cesa ni claudica. La de los pobladores y trabajadores de Chiloé que viven en carne propia el colapso de todo un ecosistema tragado por la vorágine del mercado de los grandes negocios de la naturaleza. La del pueblo mapuche que lucha por territorio y autonomía, en donde la única respuesta contundente del Estado chileno ha sido el estado de sitio permanente en el Wallmapu y el apoyo a las empresas forestales que han financiado el despojo, la represión y creación de grupos paramilitares.

Son las luchas históricas de los pobres del campo y la ciudad junto a las nuevas nacidas de la globalización del capital y sus miserias. Las luchas de los pueblos originarios que nos van mostrando y enseñando nuevos horizontes. De los movimientos sociales y los marginados de siempre.

Será en la marcha resistente de estos sujetos sociales, fundamentalmente en la alianza de los pueblos pobres y pueblos originarios, que iremos encontrando nuevos senderos y herramientas que nos permitan rearmar propuestas, estrategias y cosmovisiones siempre en el objetivo vital y subversivo de la revolución libertaria.

¡¡Ni un paso atrás. Toda una vida de lucha!!
¡¡Construyendo fuerza y unidad continental, hasta vencer o morir!!
¡¡Sólo la lucha nos hace libres!!

Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo
MIR-Ejército Guerrillero de los Pobres

lunes, 5 de septiembre de 2016

La guerrilla de las Farc contaría con 15.700 hombres

26 agosto 2016



El informe también incluye el número estimado de personas que integran las redes de apoyo al terrorismo.

Además, en una eventual desmovilización se esperaría que las Farc entreguen unas 20.000 armas.

Según el último conteo realizado por el Ejército Nacional, la guerrilla de las Farc contaría en la actualidad con 6.700 hombres armados, una cifra mucho menor que la de hace 12 años cuando llegaban a los 20.700.

Lo cierto es que el informe también incluye el número estimado de personas que integran las redes de apoyo al terrorismo, calculadas en 9.600, para un total de 15.700 integrantes de la guerrilla.

Pero en una eventual desmovilización, las Fuerzas Militares estiman que se presentarían unas  22.000 personas de las que 6.000 no serían miembros de las Farc y buscarían recibir beneficios económicos.

Por su parte, el Centro de Estudios de Conflictos de la Universidad Javeriana realizó una proyección de cuántas armas entregarían los guerrilleros, teniendo como referencia el informe del Ejército.

"Estimamos que las Farc entregarían o dejarían fuera de uso unas 20.000 armas", señaló el director del Cerac, Jorge Restrepo.

Sin embargo, si se desmoviliza el ELN, que adelanta diálogos exploratorios con el Gobierno para un eventual proceso de paz, el número de armas llegaría a las 94.000, incluyendo las que las guerrillas han tenido en los últimos 50 años.

"La guerrilla colombiana se arma con fusiles, tiene un número relativamente bajo de pistolas y revólveres", apuntó Restrepo.

Un cálculo conservador señala que por lo menos por cada combatiente las Farc entregarían un arma.







(Tomado de http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/guerrilla-las-farc-contaria-15700-hombres

jueves, 25 de agosto de 2016

Los frentes de la guerrilla de las FARC que no entregarán las armas

25 agosto 2016




No todos los guerrilleros de las Farc apoyan el proceso de paz con el gobierno de Colombia. Tanto el Frente 1, como el Frente 7, han dicho que no están dispuestos a entregar las armas y desmovilizarse como el resto de sus camaradas. El rechazo del Frente 1, también conocido como Armando Ríos, fue comunicado tras el cese el fuego y se convirtió en la primera muestra de rechazo de un sector de la guerrilla ante el acuerdo que busca terminar con 50 años de conflicto armado.

Ese frente no de los más numerosos y lo componen unos 200 combatientes. Sin embargo, es parte del llamado Bloque Oriental de las Farc, una de las subdivisiones más poderosas de la guerrilla. Operan en el sureste de Colombia y fueron ellos quienes mantuvieron secuestrada a Ingrid Betancourt, entre febrero de 2002 y julio de 2008.

El Frente 7 de las Farc, llamado Jacobo Prias Alape, y que también pertenece al Bloque Oriental, tampoco acatarán los acuerdos. Este frente está compuesto por al menos 300 guerrilleros.

La posición de ambos bloques de la guerrilla era algo esperado por los negociadores de paz, que asumían que habría unidades de las Farc que no apoyarían los acuerdos logrados tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana. De todos modos se confía que el nivel de disidencia no supere el 10% de la guerrilla, que estaría formada por 8.000 miembros.

La disidencia de ambos frentes ocurre en momentos en que los distintos bloques de las Farc intentan instruir a sus frentes sobre cómo prepararse para el traslado a las zonas de concentración.





(Tomado de http://diario.latercera.com/2016/08/25/01/contenido/mundo/8-221920-9-los-frentes-de-la-guerrilla-que-no-entregaran-las-armas.shtml)

viernes, 8 de julio de 2016

Photographing the end of Colombia’s Guerrilla Warfare: British Journal of Photography




24 junio 2016

Written by Laura Beltrán Villamizar


Female FARC rebels sit and watch while the men play a football match against civilians. 3 May 2016. All images © Federico Rios
Colombian government and leftists FARC rebels have reached a deal on a bilateral cease-fire. Daily life in a FARC guerrilla camp midst historic milestone towards an end to the conflict 
The Revolutionary Armed Forces of Colombia, known as the FARC, are the oldest guerrilla group in Latin America and could be living their last days in the jungle before possibly being re-incorporated as a political group.
President Juan Manuel Santos officially announced today that the Colombian government and the armed group FARC will sign a bilateral ceasefire agreement during peace talks in Havana, Cuba. A historic step towards an end to the 50-year-old conflict.

Residents of a small village gather to hear the FARC talk. They are welcomed to share their views on the on-going peace process in Havana. 2 May 2016. Photo © Federico Rios

A group of FARC rebels dance and celebrate the front leader’s birthday. 3 May 2016. Photo © Federico Rios
Colombia is now going through its most peaceful period since the beginning of the armed conflict with the FARC guerrillas.
The rebel group and the Colombian government began formal peace talks in 2012 and have been negotiating an end to decades of fighting since then.

A patient gets treated at the FARC dentist. More or less 400 patients have been treated here in the past three months. Service is free of charge for the population in the area and many travel several days to reach the place. 2 May 2016. Photo © Federico Rios.

FARC rebels rest during the football match. 3 May 2016. Photo © Federico Rios
According to CERAC (Center of Resources for Conflict Analysis), the unilateral ceasefire declared by the FARC in 2015 avoided more than 1500 violent deaths.
Today, it became known that, the backbone of the agenda on the “end of conflict” will be agreed upon and announced in Havana. Mainly, an official bilateral ceasefire, the distribution of land for the FARC, laying down arms, and the protection and warranties for the process.

A FARC rebel rides a horse through a river and towards a clandestine route hidden in the mountains. 2 May 2016. Photo © Federico Rios

Community residents help unload the boat which was just rescued by the FARC. The bricks are meant to be used for a school nearby. The state provides the bricks but the community has to build the school. 1 May 2016. Photo © Federico Rios
This is the next step to reach a definite and final peace agreement. With this announcement, the end of one of the longest conflicts in modern history seems to be finally in sight.
Despite the agreed unilateral ceasefire by the FARC in 2015, attacks have always been a constant threat. Several FARC leaders have been killed by the Colombian government after July 2015.

FARC guerrillas greet local farmers as they pass by. In numerous places in Colombia, the civil population know of no law and order other than from the rebel group. 1 May 2016 Photo © Federico Rios

Pedro Baracutado, commander of the front 34 of the FARC, gives instructions in the early morning. News and developments related to the peace talks are discussed here regularly. Also, decisions are made made here. 1 May 2016. Photo © Federico Rios
The army and paramilitary are ubiquitously present in the area. As a result, the FARC live in an environment of hope and stress of war, knowing every minute could be their last.
The rebel group is present virtually everywhere in Colombia. They have extensive knowledge about the jungle and are mix of different ethnic and social backgrounds — farmers, academics, indigenous people, afros, and mestizos. Besides, 40% of the FARC are female. They are equals.

The rebel group feels the overflight of an aircraft during walks. Everything is put on hold and the atmosphere is tense for fear of heavy bombings. 3 May 2016. Photo © Federico Rios

Alejandra walks with her team for long hours in the sun. The guerrillas change their positions frequently for security reasons — 40% of them are female. 3 May 2016. Photo © Federico Rios.
Colombian peace negotiations are now entering their final and most critical stage, as President Juan Manuel Santos and the leader of the FARC announced this week the breakthrough on some of the most poignant aspects that keeps the conflict going.
Midst this process, photographer Federico Rios, portrayed the daily life of the FARC members in what could possibly be their last days in the jungle.

Algunos guerrilleros de las FARC se niegan a dejar las armas

 Por medio de un comunicado publicado en su página digital, la insurgencia recordó que en el marco de las medidas de desescalamiento y generación de confianza hacia el fin de la guerra, las FARC-EP derogaron y dejaron sin efecto la Ley 002 sobre tributación.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió hoy a un frente de las FARC que presuntamente estaría en desacuerdo con el proceso de paz que si no se une a los diálogos será duramente combatido y perderá "su última oportunidad".

De esta manera el mandatario respondió ante la amenaza del frente Armando Ríos, una de las facciones de las FARC que, en contra la cúpula guerrillera amenazó con no desmovilizarse y seguir con sus acciones subversivas. "Alguien me decía en estos días que un frente de las FARC tenía dudas o algunas personas de las FARC, tienen dudas de si acogerse a este proceso de paz o no", dijo Santos. "Este Frente Primero por ahora ha cumplido el cese al fuego que ordenaron sus jefes", la disidencia del 'Armando Ríos' es más ideológico y no tanto sobre el tema de economías ilegales, argumentó que en la mayoría de casos de desarme de guerrillas en el mundo, casi siempre hay un 15% de esas estructuras que muestra reparos y decide continuar la lucha armada". El Frente Primero de las FARC hace parte del Bloque Oriental de esa organización guerrillera que para el periodo de 1991-2001 fue el más destacado ya que alcanzó a concentrar el 29% de toda la actividad armada y llegó a contar con el mayor número de guerrilleros, así como a tener la mayor cobertura territorial, según el informe Guerrilla y Población Civil, Trayectoria de las FARC 1949-2013 del Centro de Memoria Histórica. "No lo duden. Acójanse a este proceso, porque será su última oportunidad", dijo Santos este miércoles. 11 Embarrassing Pics You Have to See to Believe Rich People Try to Hide This Video, Watch Before It's Banned Diabetes Breakthrough That Will Bankrupt Diabetes Industry This How a 22-Year-Old Girl Became a Millionaire In 30 Days ? Así lo advirtió durante un evento de pedagogía de paz que lideró en el municipio El Retorno del departamento Guaviare (sureste), donde aseguró que recibió información sobre la negativa del frente primero de la guerrilla -que actúa en esa localidad- de sumarse a los acuerdos que se firmen para acabar con 50 años de guerra. "Cualquiera que tenga alguna duda, que mejor la deje a un lado y se acojan, porque es la última oportunidad que tienen para cambiar de vida. Porque de otra forma terminarán -se los aseguro- en una tumba o en una cárcel". El gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negocian desde noviembre de 2012 en Cuba para poner fin a más de medio siglo de conflicto y el 23 de junio sellaron las condiciones del cese al fuego definitivo y la entrega de armas de los rebeldes, que se concretarán una vez firmada la paz. Tribu Magazine http://tribumagazine.net/2016/07/algunos-guerrilleros-de-las-farc-se-niegan-a-dejar-las/





http://tribumagazine.net/2016/07/algunos-guerrilleros-de-las-farc-se-niegan-a-dejar-las/

viernes, 29 de mayo de 2015

Fiscal le dice no a extradición de guerrilleros de las FARC



Desde Estados Unidos el fiscal General, Eduardo Montealegre, habló sobre la situación jurídica de los guerrilleros que eventualmente se desmovilicen tras la firma de un acuerdo de paz con el Gobierno y con garantías de no extradición.

El jefe del ente investigador planteó ante la Fiscal de Estados Unidos, Loretta Lynch, su posición de darles garantías a los guerrilleros en medio del proceso de paz. “Si se firma el acuerdo y las Farc desarticulan sus estructuras, se desmovilizan y abandonan el narcotráfico y otras actividades delictivas no deberían ser extraditados; ahora, si los guerrilleros continúan delinquiendo, se levantarían esos beneficios”, explicó Montealegre.

También se declaró partidario de un cese bilateral al fuego “siempre y cuando las partes lleguen a un punto de no retorno y la firma de la paz sea un hecho”, dijo el fiscal.

Con el propósito de reforzar el equipo negociador del Gobierno llegó este jueves a La Habana, Cuba, la canciller María Ángela Holguín, en medio de tensiones por la suspensión del cese unilateral del fuego.

Junto a la Ministra llegó el empresario Gonzalo Restrepo, quien también fue nombrado negociador, aunque ambos estarán en la mesa de forma transitoria, según explicó el presidente Juan Manuel Santos.

Si bien un completo hermetismo ha rodeado la incorporación de los nuevos negociadores, se espera que durante los próximos días haya un pronunciamiento por parte del jefe negociador, Humberto de la Calle, sobre el trabajo que cumplirán Holguín y Restrepo en la mesa.

Por ahora los ánimos en Cuba están tensos puesto que los países garantes del proceso de paz, Noruega y Cuba, llamaron esta semana a ambas partes a hacer esfuerzos para “salvar las negociaciones” e impulsar el desescalamiento del conflicto armado.

También la Unión Europea pidió al gobierno y a las Farc que “sigan comprometidos a continuar las negociaciones” y que “deben adoptarse medidas concretas hacia una desescalada de la situación en el terreno”.

SIGUEN LOS ATAQUES 

Un suboficial del Ejército y dos soldados habrían sido asesinados por miembros de las Farc que se encontraban, al parecer, planeando un ataque terrorista contra el complejo petrolero de Caricare, en el sector conocido como La Y de Tropicales, en zona rural del municipio de Arauquita, Arauca.

El Comando de la institución informó que en la misma operación habrían sido neutralizados tres presuntos miembros de las Farc, quienes vestían uniformes de uso privativo de la Fuerza Pública y tenían en su poder tres fusiles y explosivos.

Durante las últimas 48 horas, según el Ejército los uniformados han neutralizado 20 intentos de ataques terroristas de las Farc y tres del Eln en los departamentos de Arauca, Caquetá, Cauca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Tolima.




Tomado de http://www.latarde.com/actualidad/colombia/151565-fiscal-le-dice-no-a-extradicion-de-guerrilleros-de-las-farc

FARC-EP, 51 años de lucha por la paz




Las FARC-EP celebramos este 27 de mayo un aniversario más de nuestro nacimiento en Marquetalia. Durante 51 años continuos hemos combatido a las fuerzas militares y de policía colombianas, a sus grupos paramilitares, a sus apoyos norteamericanos, británicos, israelíes y demás, con una impresionante asimetría de recursos de todo orden, movidos exclusivamente por nuestras convicciones, inspirados por nuestros mártires y sin alterar en un milímetro nuestros principios y objetivos. Y seguimos combatiéndolos, al precio de nuestra sangre y nuestras vidas, con el mismo coraje y disposición.

Nuestra lucha armada de más de medio siglo en Colombia ha sido la expresión particular de una lucha económica, ideológica y política universal, que enfrenta los poderes del capital, el latifundio y la violencia, contra las aspiraciones de los pueblos, los trabajadores y la paz. Nos alzamos en armas hace ya más de cinco décadas, porque en nuestro país las vías democráticas legales fueron cerradas violentamente para el ejercicio de la actividad política opositora. Porque pronunciarse contra la injusticia del sistema capitalista y la exclusión del régimen político vigente, fue convertido en crimen, porque la cárcel y la tumba se hicieron destino seguro, para quienes se negaran a seguir la voz de los partidos tradicionales de la oligarquía arrodillada ante el gobierno de Washington.

Las FARC-EP conformamos a lo largo de estos 51 años, una inmensa confraternidad de colombianas y colombianos de todas las regiones y culturas, de dimensiones y profundidad mucho mayores a nuestras estructuras armadas. Contamos con el sincero afecto y la solidaridad de muchos pueblos del continente y el mundo. Podemos decir, con orgullo, que son los elevadísimos grados de conciencia, combatividad y heroísmo de esa gran confraternidad fariana, los que nos han permitido hacer frente, sin amilanarnos jamás, a la más intensa arremetida ideológica, política y militar emprendida por el imperialismo, la oligarquía y sus aliados contra un pueblo de Nuestra América en toda su historia.

Las FARC-EP somos un partido político en armas, lo somos desde el mismo día de nuestro nacimiento. Teníamos en Marquetalia nuestras ideas y propuestas para las comunidades aisladas y colonias agrícolas derivadas de la amarga noche de violencia liberal conservadora. Pero ante la enorme arremetida de que fuimos víctimas en mayo de 1964, por orden del Presidente Guillermo León Valencia y en ejecución de los planes del Pentágono, elaboramos en medio de la confrontación, una sencilla declaración que denominamos Programa Agrario de los Guerrilleros, en la que quedaron plasmadas las razones de nuestra histórica lucha, la naturaleza de nuestros objetivos y la necesidad de conformar un gran movimiento nacional por los cambios urgentes que requería el país.

Durante más de cinco décadas, hemos dado a conocer infinidad de documentos contentivos de nuestros planteamientos para Colombia, siempre aborrecidos por los dueños del poder, distorsionados y manipulados por los grandes medios, perseguidos por todos los aparatos de muerte y terror. En el largo camino emprendido hacia la materialización de la paz, cada vez que las FARC-EP nos hemos sentado a una Mesa de Conversaciones con el gobierno nacional, hemos dado a conocer al país y al mundo nuestros pensamientos y aspiraciones para Colombia. Así lo hicimos con la plataforma política que sirvió de lanzamiento al movimiento político Unión Patriótica, al igual que en las múltiples Audiencias Públicas celebradas en el Caguán. Asimismo obramos hoy con las propuestas mínimas sobre cada uno de los puntos de agenda de La Habana.

Nuestra preocupación principal a lo largo de estos 51 años de lucha ha sido la conformación de un gran movimiento político que se constituya en verdadera alternativa de transformación democrática para el país. Un gigantesco torrente de masas que tenga la capacidad de arrinconar la oligarquía dominante en Colombia y arrebatarle el poder. Siempre hemos creído que la toma del poder es impensable sin la participación activa y decisoria de las masas populares organizadas, y a ese propósito hemos dedicado la parte más importante de nuestros esfuerzos. La avaricia del imperialismo norteamericano y de la oligarquía dominante en Colombia, les ha hecho ver en cualquier líder u organización social o política de oposición, a un verdadero peligro para sus intereses, al que hay que quitar del medio de modo ejemplarizante. Eso explica el desangre ininterrumpido de nuestra patria.

No hemos dejado de asimilar nunca la idea de la paz con las de democracia y justicia social. Porque la pobreza y las carencias, las inequidades propias de la desigualdad social y los privilegios políticos, son la principal fuente de inconformidad y protesta contra un régimen. Los pueblos, las clases desfavorecidas, reclaman por sus derechos cuando se los niegan o conculcan, se organizan políticamente en la oposición cuando se les conceden las garantías para hacerlo. Pero si se les impide organizarse como oposición, si se los persigue, encarcela y asesina por poner de presente su inconformidad, esa violencia, esa negación absoluta de la democracia, esa institucionalización del crimen y el terror se convierten en el principal alimento de la rebeldía, en la causa principal del alzamiento armado y la guerra.

Las FARC-EP somos oposición política alzada en armas, porque la violencia y el terror de Estado imperantes en Colombia se han encargado de proscribir las expresiones políticas de inconformidad con el régimen. Lo que reclaman los ecos de nuestros fusiles es el derecho a la vida de todos los colombianos que no creen en las bondades del sistema, es el derecho a expresar las ideas libremente y a hacer política con ellas, sin que les metan dos disparos en la nuca en la puerta de su casa. Ningún país del continente, ni siquiera aquellos del cono sur que soportaron por años horrendas dictaduras, cuentan en su haber con un número tan impresionante de víctimas de la violencia estatal como las que cuenta Colombia, de cuya estabilidad democrática se ufanan con verdadero cinismo sus clases dominantes.

El exterminio de organizaciones políticas completas, el elevadísimo número de asesinatos políticos, la desbordada e impune acción de grupos paramilitares y bandas de sicarios, la aterradora lista de masacres, desapariciones, montajes judiciales, despojos violentos de la propiedad, desplazamientos forzados, amenazas y destierros, la ocurrencia cotidiana de la brutalidad policial represiva, falsos positivos y operaciones militares de terror, imputables todos al Estado, a sus altos funcionarios y mandos militares y policiales, apoyados por gobiernos extranjeros, altos empresarios, dirigentes políticos tradicionales, terratenientes, grandes medios de comunicación y sectores de la iglesia católica, no pueden ser disimulados ni justificados. Se trata de verdades que prueban de modo indeleble la ausencia de una democracia real en nuestro país, y son por tanto la causa principal a atender y solucionar en la búsqueda de la paz.

No olvidamos las vidas arrebatadas a nuestros compañeros de lucha y a nuestro pueblo durante todos estos años, al tiempo que expresamos nuestro afecto y solidaridad con los camaradas heridos, lisiados de guerra y afectados por enfermedades. Nos duelen nuestros prisioneros y prisioneras de guerra, que soportan el trato cruel e inhumano en las cárceles del país y el exterior, sin defeccionar en su sueño de revolución y socialismo. Para ellas y ellos nuestro abrazo y nuestro aliento. A la población civil afectada por las represiones, desplazamientos y demás crímenes del militarismo fascista, dentro de los que cabe incluir la persecución judicial, nuestro sentimiento de hermandad y nuestra decisión de luchar hasta el final por ella. En este 51 aniversario, reiteramos que sin los derechos a la vida, la integridad personal y la libertad de los opositores, sin la vigencia de garantías ciertas para el ejercicio de su actividad política, sin el resarcimiento de sus derechos violados, es inútil pensar en la finalización del conflicto.

Del mismo modo volvemos a insistir en la torpeza que significa pensar que el conflicto colombiano terminará por la vía de la fuerza y el sometimiento. El imperialismo y la oligarquía debieran entenderlo ya tras 51 años de intentos frustrados. Las FARC-EP siempre hemos sostenido que la solución es política, por vía de las conversaciones, mediante un acuerdo que ponga fin a las causas que originaron y alimentan la confrontación. Este aniversario coincide con un conjunto de avances importantes en ese sentido, alcanzados con el gobierno de Juan Manuel Santos. Aun considerando la fuerza de las salvedades pendientes, es incuestionable que lo acordado en materia de tres puntos de la Agenda carece de antecedentes y abre las puertas al optimismo. Avanzan las discusiones sobre el punto de Víctimas y paralelamente trabaja la Subcomisión de cese el fuego y fin del conflicto, en la que por primera vez en la historia se sientan a la mesa, a dialogar con respeto, importantes mandos de las fuerzas armadas enfrentadas durante todos estos años.

La Mesa de La Habana ha abierto las puertas a las más diversas representaciones de las víctimas, incorporado la visión de género, producido el Informe de la Comisión Histórica, celebrado por vez primera un acuerdo humanitario de descontaminación de explosivos. Ha implicado el reconocimiento a las FARC-EP como organización política y validado tal carácter ante la comunidad internacional, representada por los países acompañantes y garantes del proceso, el que a su vez ha recibido las más diversas manifestaciones de apoyo, entre las que cabe destacar el nombramiento de enviados especiales por parte de los gobiernos de los Estados Unidos y Alemania. También, y lo que es más importante, ha despertado un amplio debate nacional en torno al significado de la paz y las aspiraciones del pueblo colombiano, el cual se ha movilizado en forma multitudinaria en respaldo a la solución política, el cese el fuego bilateral y la Asamblea Nacional Constituyente.

El conjunto de lo expuesto da lugar al más positivo de los ánimos con relación al logro de un Acuerdo Final completamente satisfactorio para ambas partes, capaz de conseguir la refrendación de las grandes mayorías nacionales y digno del reconocimiento internacional. Las FARC-EP consideraríamos como una gran victoria para el pueblo colombiano la suscripción de ese Acuerdo Definitivo de Paz, a cuya elaboración consideramos urgente la vinculación del Ejército de Liberación Nacional y el resto de la insurgencia revolucionaria consecuente. Por eso reiteramos hoy nuestra decidida disposición a alcanzarlo, siempre que se entienda como el concierto de dos voluntades, y no como el sometimiento de una de ellas al imperio de la que se considera más fuerte, porque puede bombardear desde el aire y matar de una vez, cobardemente, decenas de sus adversarios.

Al optimismo y la fe expresados en la consecución de un Acuerdo Final no dejan de atravesarse sombras siniestras, a las que consideramos el pueblo colombiano, movilizado en formas distintas, debe cerrar el camino con firme decisión. La primera de ellas es la promoción y expedición de normas constitucionales y legales que el gobierno nacional sabe van en abierta contradicción con lo pactado y lo pendiente de pactar en La Habana. Lo previsto en materia de tierras y política de explotación de recursos naturales en el Plan Nacional de Desarrollo imposibilita la ejecución de acuerdos puntuales firmados en la Mesa de La Habana, del mismo modo que ocurre con reformas de corte más antidemocrático aun, previstas en el llamado equilibrio de poderes.

Con independencia de la Mesa de Conversaciones, el gobierno insiste en aprobar un marco legal para la paz y una justicia transicional, acordes con el interés exclusivo de ciertos sectores comprometidos hasta los huesos en los más diversos crímenes, al tiempo que adelanta una campaña general de propaganda en torno a las condenas y penas imponibles a los comandantes guerrilleros, todo lo cual aspira a presentar como hechos cumplidos frente a los cuales carecerá de sentido abrir cualquier discusión. Eso sólo puede despertar dudas y desconfianzas.

La reiterada negativa a acordar un cese bilateral de fuegos propuesto desde la primera aproximación por nosotros, y su insistencia en conversar en medio de la confrontación hasta el último día, sólo puede interpretarse como la aspiración a obtener mediante ríos de sangre nuestra rendición en la Mesa de La Habana. Más cuando se desprecian nuestros gestos unilaterales de paz y se reacciona con escándalo, amenazas y emplazamientos a nuestra más que justificada respuesta militar. Buscamos una solución pacífica, civilizada y democrática a la guerra que nos fue impuesta hace 51 años, porque sabemos del dolor que ella causa a nuestro pueblo, porque entendemos que la muerte de las hijas e hijos de la misma patria se produce para beneficio exclusivo de las clases pudientes, porque sabemos que un pueblo reconciliado puede unirse y trabajar por un orden económico y social más justo y humano.
¡Hemos jurado vencer!… ¡Y venceremos!

SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP

Montañas de Colombia, 27 de mayo de 2015.

sábado, 25 de abril de 2015

Carta abierta de las FARC-EP al presidente Santos

En el discurso de instalación de la última sesión del Consejo Nacional de Paz el señor Presidente Santos manifestó que por los hechos acaecidos el 14 de este mes en la vereda La Esperanza, municipio de Buenos Aires, Cauca, la pelota queda del lado de las FARC. Esto seguramente, refiriéndose a que los comandantes guerrilleros se deben manifestar y actuar. Eso suponemos.

A este respecto fuimos claros al manifestar con motivo de la terminación del ciclo 35 de las conversaciones de La Habana, que lo acontecido había sido un tragedia. “Y lo fue (lo afirmamos), porque la guerra es una enorme tragedia. En nuestra patria una tragedia de más de medio siglo. Precisamente por esto nos encontramos en La Habana”. Y pusimos de presente de manera serena tres interrogantes: “¿Qué sucedió? ¿Por qué sucedió? ¿Cómo sucedieron los hechos del 14?” Esto con la intención de manifestar que situaciones de guerra de la naturaleza que se dieron, hay que evitarlas a toda costa. Por eso a renglón seguido insistimos en reiterar la decisión de mantener el cese unilateral e indefinido de fuegos y hostilidades. Ya el país pudo constatar los beneficios de esa iniciativa nuestra, que para desgracia de la nación, fue recibida por algunos como “una rosa llena de espinas”. Frase que desde un comienzo nos hizo entender que cualquier situación crítica de guerra que se pudiera dar en el camino, habría de ser cobrada sin consideraciones de tiempo, modo y lugar. Sin embargo, seguimos sosteniendo la decisión política-militar ya tomada. Pero en el lógico entendimiento de que suspendido unilateralmente el fuego sin haberse solucionado aún el conflicto, se mantiene el natural derecho a la legítima defensa. Al que está quieto hay que dejarlo quieto.

Bien ha anotado el Presidente Santos que “es fácil, muy fácil, seguir hablando de guerra sentados en un escritorio o desde las trincheras de las redes sociales”. Magnífica frase para ser tenida en cuenta cuando cualquier contratiempo que se presenta en el magno proyecto de la paz lleva a los enemigos agazapados y no agazapados de la reconciliación, y a los sabios de última hora en temas desconocidos para ellos, a rasgarse las vestiduras y a pedir que se mantengan sus comodidades a precio de litros de sangre ajena.

Las FARC-EP han sido claras al manifestar que la paz es un imperativo. Y que está en La Habana para cumplir con lo acordado con el gobierno el 26 de agosto de 2012. Su contenido es claro. Está al alcance de quien lo quiera conocer o repasar en los medios electrónicos de comunicación social. Y lo ponemos de presente porque comentaristas de oficio y varios burócratas, más afanados en agregar tiempo a su carrera hacia la jubilación que en buscarle soluciones al conflicto, pontifican teniendo en cuenta su propio parecer sin ni siquiera evaluar lo sucedido en nuestra patria en los últimos sesenta años.

El proceso de paz hay que sacarlo al otro lado. Y rápido. Sin recurrir a artilugios mañosos y sin dilaciones injustificadas. El Acuerdo General para la Terminación del Conflicto es claro. En la Agenda se encuentran los instrumentos requeridos para llegar a la meta deseada. Ya que el balón está de nuestro lado, al decir del doctor Santos, se propone que aceleremos el proceso en el entendido sí, de que hay tiempos que no se pueden obviar. La consecución de la paz no se logra con cronómetro en la mano, sino evacuando temas. Si de celeridad se trata, desde el ciclo 34 de conversaciones tenemos todas las propuestas referidas a víctimas sobre la mesa. Dicho esto, consideramos entonces que se deben adelantar algunos pasos que precipiten la terminación del conflicto, para lo cual hay que dejar la subjetividad a un lado y ser prácticos.

1- Le sugerimos al señor Presidente de manera comedida, que el papel que viene asumiendo de activista de la paz y hacedor de la guerra corresponda más a su deseo de allanar el camino hacia una solución posible de reconciliación y menos a su necesidad de encenderle una vela a dios y otra al diablo. La política local no debe alterar su ruta. Reconocemos que viene siendo azuzado (para emplear un término ya utilizado por nosotros) y retado desde columnas de opinión, micrófonos, salones sociales, escenarios políticos y aún desde oficinas públicas como la Vicepresidencia, desde donde se han atrevido a indicarle cómo debe proceder. Es indispensable el mantenimiento de su serenidad.

2- No hemos logrado entender por qué en La Mesa se dilatan o posponen decisiones que se han debido evacuar hace meses. Exigimos apresurar la marcha cuando se trata de asuntos de total obviedad. Desde que pusimos a consideración la creación de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas hasta la fecha de su integración, transcurrió un año y tres meses. Y una vez entregado el informe, ha sido imposible darle trámite a sus conclusiones. El desgaste para lograr algo tan importante para el país y para el fin del conflicto, es inexplicable. Mucho más cuando expresidentes, el propio Jefe de Estado y quienes saben de historia de Colombia, reconocen que el conflicto se ha extendido por más de cincuenta años. Lo afirman y lo reiteran.

No existe quien conociendo los informes de los comisionados -todos ellos venidos de procedencias dispares y de origen ideológicos contrapuestos-, no concluya que se da una responsabilidad del Estado por acción o por omisión, por la tragedia surgida hace décadas y que aún persiste. De allí que se hable de un número significativo de victimarios procedentes de sectores diversos de la sociedad colombiana.

Así las cosas proponemos al país:

a) Que se difunda masivamente el informe aludido. Imperante esta necesidad. Urgente. Debe enviarse a todos los rincones del país para su estudio y consideración. A las universidades, colegios, normales, para que así se contrarreste el hecho de que el país retiró de su pensum de formación académica la historia de Colombia. Si no se conoce lo que ocurrió en la patria en los últimos cincuenta o sesenta años, no se puede crear una conciencia y una cultura de la paz.

b) Que el señor Presidente conozca de manera detallada dicho documento denominado Contribución al Entendimiento del Conflicto Armado en Colombia, (Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas), de febrero de 2015, e invite a su gabinete ministerial y funcionarios con capacidad de decisión a que se ocupen de su lectura y estudio.

c) La integración inmediata por la Mesa de una comisión de evaluación de los resultados del informe y del estudio de los alcances para la paz, de la responsabilidad del Estado. Urge hacerlo para establecer precisamente responsabilidades jurídico-políticas derivadas de su fundado contenido.

d) La integración inmediata de una comisión que conduzca al cumplimiento del subpunto 7 del punto 3 de la Agenda sobre terminación del conflicto que dice así: “7. En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre otros, el fenómeno del paramilitarismo”. La comisión que se cree para informar sobre el fenómeno del paramilitarismo debe ser integrada en la próxima ronda sin dilación alguna.

e) No se ha dado un proceso de paz en el mundo en el que no se haya conocido la verdad de lo ocurrido antes de la firma del acuerdo final, para lo cual, sin excepción que se conozca, se han abierto previamente los archivos de los diversos regímenes. Por esto, pensando en las víctimas y en el derecho nacional e individual a la verdad, solicitaremos todos los días y seguiremos insistiendo cada vez que nos encontremos con los plenipotenciarios del gobierno, en que se abran los archivos. Se deben dar a conocer las actas de los consejos de ministros que desde los años veinte del siglo pasado se guardan en secreto como si la historia fuera necesaria taparla para que no se juzgue. Que se abran los archivos de la policía secreta, de los agentes de inteligencia del Estado (SIC, DAS, fuerza pública en general, Ministerio de Guerra, hoy de Defensa, en lo relacionado al conflicto interno, y de Gobierno, hoy del Interior). ¡Que se abran los archivos! Le pedimos a los plenipotenciarios del gobierno y al Presidente Santos que en momentos en que buscamos conjuntamente la paz, no le tengan temor a la verdad. Que se abran los archivos.

SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP