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martes, 25 de octubre de 2016

Iztapalapa, nido de guerrilleros: Cisen

7 agosto 2016

PRIMERA DE DOS PARTES
A“sangre y fuego”, entre decenas de oficios sin respuesta, incapacidad de autoridades, terror y violencia empoderados en sus calles, barrios, colonias y unidades habitacionales, Iztapalapa vive la impotencia de las demandas y denuncias vecinales contra su virtual “colombianización” o “guerrerización”, a merced de pandillas de asaltantes, delincuencia organizada y hasta “células de grupos urbanos radicales”, presuntamente vinculados a vestigios de la guerrilla en México.

Más de 27 mil 130 delitos perpetrados en los últimos once meses, a un promedio 75.9 diarios, oficios delegacionales en poder de El Sol de México, de informes de las mesas de trabajo vecinales, reportes oficiales sobre la incidencia delictiva e información del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), exponen el clima impune de asesinatos, secuestros, asaltos, robos, violaciones y tráfico de drogas, que asola a la delegación política más grande de la Ciudad de México.
Prácticamente se reporta como “zonas sin ley”, a colonias como la Guelatao, Álvaro Obregón, Eje Oriente, Palmitas, Lomas de Santa Cruz, Ejército de Agua Prieta, Año de Juárez, Francisco Villa, Tenorios, Parajes San Juan, Santa Martha, El Arco, El Polvorillo, La Madriguera, El Paraíso, Sinatel, Justo Sierra, El Retoño y El Triunfo, además del Cerro de las Tres Cruces y Sierra Santa Catarina, donde “los secuestradores han instalado casas de seguridad y donde las policías no llegan, ya que esos terrenos son defendidos a sangre y fuego, por sus habitantes”.
En una superficie superior a los 105.8 kilómetros cuadrados, ubicada al oriente de la capital y con casi dos millones de habitantes, colindando con el Estado de México y las delegaciones Xochimilco, Tláhuac, Coyoacán, Benito Juárez, Iztacalco, este suburbio jurisdiccional del oriente de la Ciudad de México, se niega a fenecer bajo los estigmas de la guerra y violencia que le han caracterizado desde mil 321, en su lucha contra la esclavitud de las conquistas tepanecas.
Rica en tradiciones, mitos y leyendas, Iztapalapa es señalada hoy por su espiral creciente de violencia. “Estamos invadidos por la delincuencia y nuestras autoridades están inmovilizadas, por el miedo”, claman los dirigentes vecinales de sus diferentes pueblos, barrios, colonias y unidades habitacionales, que semana a semana, mes con mes, se reúnen en mesas de trabajo, para ventilar el clima de terror que viven por la inseguridad galopante.
Por meses y hasta años, han redactado decenas de oficios dirigidas a sus gobernantes en turno, como hoy lo son la jefa delegacional, Dione Anguiano; el secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida Estrada, o el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera “todos ellos perredistas-, sin recibir respuestas y, en algunos casos, impotentes, frustrados, ante la abierta negativa de sus autoridades, para atender sus demandas de apoyo, auxilio, o su derecho a vivir en armonía y con seguridad.
Los iztapalapenses coinciden con los reportes del CISEN, en donde se reconoce que de los ocho grupos guerrilleros detectados en el país, seis tienen presencia en la Ciudad de México, y entre estos, “algunos vestigios de la extinta Liga 23 de Septiembre” que habrían infiltrado al grupo urbano de “Los Panchos Villa”, dicen residentes de la demarcación, aunque el presidente de Comisión de Seguridad de la Asamblea Legislativa, José Gonzalo Espina, lo niega y asegura que no existe información oficial al respecto.
Guerrilla y “leyendas urbanas”, en el Oriente de la Ciudad
Para los habitantes de Iztapalapa, “las únicas células guerrilleras que hay en la Ciudad de México, están en su polígono. “Nos estamos “colombianizando” o “guerrerizando’, con una mezcla de guerrilla y delincuencia organizada o narcotráfico al menudeo”, sostienen.
Rubén y Angelina, con más de 30 años de residencia en las colonias Santa María Aztahuacán y Ejército de Oriente, aseguran que este problema inició con el grupo urbano radical de “Los Panchos Villa”, en las décadas de los ochentas y de los noventas, y los Gobiernos de Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard en la Ciudad de México.
Comentan que el grupo urbano se dividió en tres facciones: el primero, encabezado por un integrante llamado Eli Homero Aguilar, hombre que estableció un puente de contacto entre los movimientos urbanos de la capital y elementos vinculados a la guerrilla centro y sudamericana.
“Estos movimientos -continúan-, sentaron sus reales en la zona oriente de la capital, donde existe un lugar llamado Fuerte Loreto, por la colonia Guelatao, y se estableció una central de carga, tomada desde hace 25 años y convertida en un emporio, para abastecer gasolina en forma clandestina a diferentes rutas de peseras concurrentes”.
Los iztapalapenses aseguran que dicha área también la utilizaban para el intercambio de diversas mercancías ilícitas, y como zona de albergue u hospedaje de instructores de dichos grupos subversivos, “estableciéndose además los cobros por derecho de piso y los secuestros, principalmente en un predio de la Sierra de Santa Catarina, tomado por narcos y donde nadie entra”.
“Son vestigios, -remarcan- de la “Liga 23 de Septiembre”, encabezados por un tal Rafael Sarmiento, y estas células, a su vez, se coaligaron con otro movimiento popular, cuyo dirigente incluso, fue encarcelado en su momento. Aquí se les conoce como grupos de choque no como guerrilla, están armados e Iztapalapa ya está lleno”.
Reconoce Cisen presencia de grupos armados en la ciudad; ALDF, la niega
En uno de sus reportes, el Cisen reconoce la existencia de los grupos armados Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al Comando Jaramillista Morelense (CJM), la Coordinadora Guerrillera Nacional José María Morelos (CGN), Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR), Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), el Comité Clandestino Revolucionario del Pueblo (CCRP), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
El Centro de Investigación y Seguridad Nacional, es un órgano de inteligencia civil al servicio del Estado, cuyo propósito es generar inteligencia estratégica, táctica y operativa, para alertar y proponer medidas de prevención, disuasión, contención de riesgos y amenazas que pretendan vulnerar el territorio, la soberanía y el orden constitucional, aunque desde la irrupción del EZLN en 1994, su eficiencia operativa ha estado en duda.
Y en unos de sus documentos desclasificados, el Cisen resalta el surgimiento de algunas ramificaciones de estas expresiones paramilitares, y a seis de éstas -EPR, EZLN, ERPI, FARP, TDR y CJM-, se les ubica como con presencia en la Ciudad de México.
Con algunas partes testadas, otro de los expedientes hace referencia “a grupos armados en el Distrito Federal”. En éste, el Cisen admite la existencia de “escisiones” de la guerrilla en el centro del país, con lo que algunos analistas estiman que el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación “supera la idea que éstas (fuerzas) no existen”.
Sin embargo, entrevistado por este diario al respecto, el presidente de la Comisión de Seguridad de la ALDF, José Gonzalo Espina, admite que la comisión legislativa local no ha realizado ninguna labor de campo a Iztapalapa, pero rechaza la posible presencia de grupos armados en la demarcación y pide “ser muy responsables en el suministro de la información”.
“Yo -dijo-, sería el primero en denunciar este problema, si lo tuviéramos palpable. Yo mismo he hablado con el Procurador capitalino, con el Secretario, y no hay delincuencia organizada o este tipo de grupos delictivos, puesto que no hay carteles que operen como operan en otros Estados”.
El legislador panista subraya que “por supuesto hay delincuencia, pero en realidad hoy por hoy, no hay algo formalmente que nos haga decir que existen estos grupos operando en la Ciudad de México”.
Inercial crecimiento criminal en calles de la demarcación
Desde 2015, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, en ese orden, han sido las delegaciones donde se ha registrado el mayor número de homicidios dolosos, y donde se iniciaron más de 50 por ciento de las averiguaciones por asesinatos.
En el documento “Datos de incidencia delictiva del fuero común municipal 2011-2015” del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) se establece que en los primeros diez meses de 2014 se iniciaron en esa jurisdicción 127 averiguaciones previas por el delito de homicidio doloso.
Sin embargo, en el mismo periodo de 2015, la cifra de investigaciones por muertes intencionales sumó 145. En el caso de la GAM, durante el periodo referido de 2014 se iniciaron 102 averiguaciones previas por homicidio intencional, que para 2015 aumentaron a 133.
No sorprende que con base en los últimos informes de la Procuraduría capitalina y el SESNSP, se reporte que durante el periodo de julio de 2015 a junio de 2016, en Iztapalapa se hayan registrado 27 mil 130 delitos, a un promedio de 75.9 ilícitos diarios y cerrar con dos mil 278 ilícitos el mes de junio del presente año.
De acuerdo a dichos informes, en el primer semestre de 2016, este polígono delegacional sufrió 13 mil 500 delitos, con un 20 por ciento de ilícitos de alto impacto, lo que lo mantiene como una de las demarcaciones con más violaciones a la ley.
Con esta tendencia al alza, 2016 ya es el año más violento del sexenio del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ya que en el primer semestre se registraron 477 asesinatos, es decir, un aumento del 8 por ciento, respecto el mismo periodo de 2015, con un crimen cada nueve horas.
Nula respuesta de autoridades a demandas en juntas vecinales
De acuerdo a las relatorías de hechos de las mesas de trabajo vecinales sobre seguridad pública en la delegación, se ha solicitado el retiro de vehículos chatarra en la calle Primera Cerrada de Margaritas y Callejón de Margaritas de la colonia Palmitas, por la obstrucción del drenaje e insalubridad que provoca, pero la delegación Iztapalapa no ha dado respuesta.
En la secundaria “Federico Froebel” Número 98, por la Unidad Habitacional Santa Cruz Meyehualco y en la colonia Lomas de Santa Cruz, predomina un clima de robos y asaltos ante la escasez de vigilancia y patrullajes. “Se ha solicitado a la delegación visitas de verificación a diversos negocios en donde se venden bebidas alcohólicas, sin obtener respuesta alguna”.
Durante una mesa de trabajo de la junta vecinal de la Unidad Habitacional las Rosas, ubicada en Avenida Fuerte de Loreto, colonia Ejército de Agua Prieta, se planteó la extrema inseguridad al interior y al exterior del inmueble, por la falta de patrullajes tanto de la delegación como por parte de la SSP.
En la secundaria Manuel Acuña Número 306, también de la colonia Palmitas, se han reportado múltiples robos y se han solicitado cámaras al interior del plantel y la colocación de un botón de emergencia.
Con fecha 25 de febrero de 2015, se envió oficio al secretario de Seguridad Pública central, Hiram Almeida Estrada, solicitándole mayor seguridad y cámaras en la colonia, para frenar la ola de robos con arma de fuego y armas punzo cortantes.
“En múltiples ocasiones y a diferentes autoridades se les ha hecho entrega de un disco en donde se aprecian los rostros de los asaltantes, pero a la fecha no se ha dado respuesta alguna por parte de autoridad delegacional ni de la SSP”, se indica en la minuta. (Continúa)

miércoles, 24 de junio de 2015

London riots: Guerrilla warfare erupts as no one knows where mob will strike next



It was the rush–hour riot. In broad daylight at 5pm, as commuters across London were preparing for their journeys home, violent gangs returned to launch a third night of mayhem on the streets of the capital. 

Parts of London that had been unscathed during the previous two nights of looting and arson were suddenly exposed to the full force of highly mobile mobs of youths intent on battling the police. On high streets across the city shopkeepers and residents prepared themselves for the attacks and attempted to protect their property and themselves.
Sunday night saw the rioting spread for the first time beyond Tottenham, with violence flaring in Edmonton, Enfield and Brixton. But yesterday the violence spread further across the capital.
The third night of rioting began shortly before 5pm in a fashionable quarter of Hackney, east London.
Hundreds of youths smashed shop windows, vandalised a bus and threw bottles and other missiles at lines of police.

Later the police were forced to turn and flee as gangs of youths wearing hoods, masks and balaclavas swarmed up side streets hurling flaming logs, bricks and bottles. Barricading the roads with burning wheelie bins, they armed themselves with shards of glass.
The air filled with towering plumes of black smoke as two cars were set alight on Clarence Road and the ground shook with a loud blast as a petrol tank exploded, shooting out a ball of flame.




Tomado de  http://www.telegraph.co.uk/news/uknews/crime/8690251/London-riots-Guerrilla-warfare-erupts-as-no-one-knows-where-mob-will-strike-next.html

jueves, 21 de febrero de 2013

Jefe militar de Guerrero habla de guerrilla y delincuencia


El estado, entre guerrilla y crimen organizado, advierte el jefe de la Novena Región Militar


Por Daniel Velázquez

Guerrero “tiene una problemática histórica en donde se entiende perfectamente bien que de pronto haya expresiones de descontento”, dijo el comandante de la Novena Región Militar, el general Genaro Fausto Lozano Espinoza.

Pero aclaró que no cree “en las formas de expresar esas inconformidades”, porque considera que “hay mecanismos legales para hacerlo”.

En entrevista en sus oficinas de la Novena Región Militar, en Acapulco, el comandante confirmó que en Guerrero prevalece la guerrilla y hay muchos cárteles de la delincuencia organizada en disputa por los mercados de consumo.

Sostuvo que las ejecuciones que se registran en Acapulco y en otras regiones del estado son ajustes de cuentas entre bandas.

Expuso que “casi se puede decir” que en Guerrero hay una cultura de la violencia, que el cultivo de amapola y mariguana en la entidad son un fenómeno cultural y que la historia de la guerrilla en el estado tiene sus raíces en el resentimiento social producto del rezago en que se encuentra la entidad.

Lozano Espinoza es general de división diplomado de Estado Mayor tiene 44 años al servicio del Ejército y su primer acercamiento directo con la entidad lo tuvo entre 2005 y 2007, cuando fue jefe del Estado Mayor de la Novena Región Militar.

Guerrero “tiene una historia amplia en términos de violencia, se puede decir que casi hay una cultura de la violencia y que se refleja lamentablemente en muchos incidentes, homicidios fundamentalmente, en personas que salen heridas y que no necesariamente son hechos asociados a la delincuencia, que surgen en una riña familiar, y eso lo vemos todos los días en los medios, de tal manera que nos refleja cierta proclividad hacia el uso ilegal e indiscriminado de armas y la comisión de delitos que se persiguen de oficio por estar involucrado el uso de armas de fuego”, explicó.

Resentimiento social y guerrilla

La guerrilla “prevalece” en Guerrero, dijo el comandante, pero expresó que él “no le llamaría guerrilla, le llamaría gente que tiene un gran resentimiento social”, y en la medida en que se avance en generar condiciones de desarrollo en el estado habrá mayor seguridad para todos.

“Nadie puede negar que lo que alimenta estas expresiones sea el resentimiento, si lo vemos hasta antropológicamente, hay que recordar que a Guerrero en la época virreinal llegaban barcos con esclavos, esa gente ya traía un resentimiento social por el hecho de ser esclavos, y luego nuestros indígenas que también fueron agredidos, hay un resentimiento, por eso me refiero que es histórico, por eso digo que es antropológico; y luego viene el mestizaje, la relación de razas entre afromexicanos con indígenas, todo esto integra históricamente un problema de resentimiento social que pasan muchos años pero en el sentir colectivo prevalece el resentimiento social”, dijo.

Al preguntarle si tiene ubicados a los grupos guerrilleros, el comandante Lozano Espinoza insistió en que “no le llamaría guerrilla, yo le llamo gente con la cual el Estado tiene una deuda histórica”, y dijo que como el problema de la guerrilla tiene muchos años en la entidad, “tenemos varios puntos perfectamente ubicados, caracterizados, pues a lo largo de tantos años en este tema hay mucha información y mucha experiencia”.

Agregó que lo que esos grupos buscan son soluciones justas, porque “ellos tienen muy claro que la vía de la subversión, de subvertir el orden, la ley, no ha sido un camino adecuado, ha sido estéril a lo largo de los años. Es la vía de la conciliación, la vía del acuerdo, el consenso, de la participación, la que resuelve”.

Agregó que deben llegar servicios básicos como agua potable, servicios de salud que no están peleados con usos y costumbres, y se debe promover el desarrollo para superar los rezagos históricos generando industrias del potencial que tiene el estado, “con el empleo, con el trabajo vienen ingresos y viene una mejora del entorno económico y social de la gente, esa es la vía para crecer y para ser mejores”.

Dijo que el presidente de la República está preocupado por atender a los grupos más desprotegidos “y seguramente en los próximos meses estaremos viendo ya acciones muy concretas para ir rescatando y resolviendo estas deudas históricas del estado con estos grupos que se expresan, al principio lo dije, justifico ampliamente su resentimiento y su queja, lo que no justifico son las formas, porque las formas sí están al margen de la ley y si queremos un estado mejor pues tenemos que empezar todos por respetar la ley y canalizar nuestras demandas por las instancias legales, las instancias políticas y al final de cuenta son las que dan resultados”.

Dejar que actúe la política

Sobre los movimientos de autodefensa surgidos el 6 de enero de este año en Ayutla, Tecoanapa y San Marcos, y que se han ido extendiendo a otros municipios como Iguala, Tixtla, Copala, Florencio Villarreal y Tlapa, el general Lozano Espinoza no quiso opinar.

“En estos momentos está operando la acción política, debemos privilegiar la acción política, y pues en este momento, para no crear ninguna interferencia con ello, pues vamos a dejar que opere la acción política que seguramente madurará, tendrá resultados y eso será en beneficio para todos”.

Explicó que con la acción política en esas zonas donde surgieron los grupos de autodefensa están llamando a la legalidad para que los vecinos regresen a sus labores y que dejen que las autoridades hagan su trabajo. “Eso está haciendo la acción política, dejemos que prospere”, dijo.

A pregunta expresa de que la aparición de esos grupos de ciudadanos en autodefensa demuestra la desconfianza en las autoridades y por ello prefirieron hacer justicia por sí mismos, Genaro Lozano reiteró que no opinaría al respecto.

“Quizá más adelante podamos abundar sobre el tema, quizá lo pertinente será que la acción política siga trabajando y que encauce estas acciones por la legalidad, que la gente entienda, comprenda que lo mejor es la vía de la ley, la justica de lo legal y la concertación política para llegar a obtener mejores resultados de la gestión pública”.

De la Policía Comunitaria, que tiene 17 años de funcionar en diversas comunidades del estado, el general reiteró que su postura es “no crear ninguna interferencia” en la labor de conciliación que realiza el Estado con los grupos de ciudadanos organizados.“Estamos apoyando de manera muy solidaria a las autoridades, estamos siendo absolutamente prudentes, cuidadosos para abrir los espacios de seguridad para que la política pueda actuar”, excusó.

Del caso de las seis turistas españolas que sufrieron un ataque sexual la madrugada del 4 de febrero en una casa de playa ubicada en San Andrés Playa Encantada, el comandante de la Novena Región Militar dijo que en ese lugar opera “una banda de delincuentes” donde constantemente se cometen “robos a vehículos, camiones de carga, violaciones que han ocurrido, es un tema de seguridad pública absolutamente, pero que el Ejército le da el respaldo a las autoridades de seguridad pública”.

Dijo que el Ejército desplegó Bases de Operaciones Mixtas en la zona en las que participan militares, marinos, policías federales, policías estatales, “que están haciendo los recorridos, que están trabajando en localizar a los responsables, seguramente en los próximos días habrá unos actos”.

“Estamos precisamente ubicando a los delincuentes que cometieron esta atrocidad, seguramente en los próximos días ya tendrán noticias del resultado del trabajo, en este momento no es pertinente hablar más sobre el tema para no entorpecer la investigación, pero se está actuando y en los próximos días habrá datos específicos”.

Las declaraciones del comandante de la Novena Región Militar coincidieron con el día en que la vigilancia en la zona donde ocurrió la agresión empezó a relajarse, pues los retenes que había instalado el Ejército se retiraron y sólo quedaron dos patrullas, una de la Marina y una de la policía estatal.

Se le preguntó si el problema de la inseguridad en el puerto es muy complejo y por esa causa el Ejercito asumió la coordinación de la Operación Guerrero Seguro, pero el jefe militar insistió en que la coordinación “tiene que recaer en quien tiene el mayor peso, esa es una lógica de organización, de administración y operativa, no tiene otra lógica más que esa”.

–Y antes ¿por qué no era así?

–Ahí sí yo no sé, porque no estaba aquí.

Larga lista de cárteles en el estado

El comandante de la Novena Región Militar dijo que en el estado continúa la presencia de los cárteles nacionales, como el de “los Beltrán Leyva, el cártel del Pacífico”, los cuales están asociados a células menores “que mutan constantemente” y eso hace más complejo el combate.

Indicó que los cárteles pequeños como La Barredora y el Cártel Independiente de Acapulco se mezclan con otros grupos como Los Templarios y La Familia Michoacana, “es una gran cantidad de organizaciones y de ahí se derivan a más que están por todas partes”.

Al comandante de la Novena Región Militar se le preguntó por la información que en septiembre del año pasado publicó el periódico Excélsior, de que en el puerto operaban por los menos 14 grupos de la delincuencia organizada, y respondió que es probable que aún subsistan esos grupos, porque “no desaparecen de un año para otro, la lista es larga porque hay una base social en todo esto”. Esos grupos se disputan el mercado de consumo de droga en el puerto, dijo.

Genaro Lozano no dio un número exacto ni precisó los nombres de los grupos delictivos que operan en la entidad.

El narcomenudeo es el fenómeno que afecta a Acapulco y a otros municipios del estado, “a partir de que los narcotraficantes empezaron a expandir el mercado del consumo en México, a partir de ahí detonó la violencia, porque la lucha es por los territorios”, dijo Lozano Espinoza.

Explicó que Acapulco no es un centro de distribución de drogas hacia otras partes del país, sino que es un lugar de consumo “y lo que pelean las bandas es el territorio para el consumo, porque el verdadero negocio o el negocio productivo para ellos es el narcomenudeo”.

La violencia en Costa Grande y Tierra Caliente tiene el mismo origen que la violencia en Acapulco, es la disputa de territorios de consumo entre bandas que se dedican al narcomenudeo, explicó.

Dijo que el cultivo de amapola y mariguana en la sierra, que comparten estas dos regiones del estado, no tiene que ver con la violencia, porque la Costa Grande es una ruta para la droga que sale al mar y la Tierra Caliente es una ruta de la droga que sale a los estados vecinos, como el estado de México, Michoacán y Distrito Federal.

“Las muertes que vemos que ocurren, son ejecuciones al interior de las organizaciones que tienen como propósito mantener la disciplina de esas organizaciones, y es matando a la gente como ellos pretenden hacerlo, entonces por eso es que vemos eso de que amaneció muerto atado con cinta canela con un tiro de gracia en la cabeza, pues es alguien que no entregó la cuenta, que se robó el dinero, que lo sorprendieron consumiendo la droga que le dieron para vender, que lo sorprenden vendiendo droga de otra organización, no la de ellos, ajustes de cuentas, lamentablemente así ocurre, desde mi perspectiva la mayoría de muertes son eso”, sostuvo.

Delincuencia, Estado de derecho y democracia

En la lucha contra el narcotráfico el Ejército defiende “el Estado de derecho, la democracia y la libertad”, que son los riesgos para la seguridad interior y son los delitos en los que incurre la delincuencia organizada, de acuerdo con la explicación de Lozano Espinoza.

El comandante de la Novena Región Militar dijo que la oposición al Ejército para que realice labores de patrullaje y retenes es mínima, y por el contrario, hay un reclamo para que sean los militares quienes se hagan cargo de la seguridad.

“Quienes han criticado son muy poquitos, realmente la sociedad su reclamo es que esté el Ejército, de hecho en este momento todo mundo pide que esté el Ejército”, dijo.

Indicó que su acción se fundamenta en el artículo 89 fracción sexta de la Constitución y en la Ley Orgánica del Ejército que establece que la segunda misión del Ejército es garantizar la seguridad interior. “El Ejército no puede permanecer omiso ni ocioso ante un mandato constitucional y un mandato orgánico”, dijo.

Explicó que los casos en que la delincuencia organizada ha afectado la seguridad interior del país son cuando “ponen un retén en cualquier lugar, impiden que salgan los productos del campo o cobran a la gente, ahí está afectada su libertad; cuando alguien quiere poner un pequeño negocio y si no les dan una cuota se lo queman, está afectada su libertad de empresa; la libertad de tránsito, la libertad de transitar con sus productos, con su ganado, etcétera; cuando hay presidentes municipales amenazados o cooptados lamentablemente no pueden ejercer plenamente sus facultades constitucionales como autoridad, entonces el pueblo votó por alguien para que dirija los destinos de ese municipio y no ocurre, está afectada también la democracia; cuando la gente comete ilícitos quebranta la ley pues afecta el Estado de derecho y en ocasiones, como ya ocurrió en el pasado, estaban muchos municipios afectados por la presencia de la delincuencia, hace seis años que prácticamente tenían controlado todo el quehacer de un municipio, entonces ahí está afectada la gobernabilidad. Cuando todo está afectado está afectada la seguridad interior, entonces el Estado mexicano en su parte de gobierno tiene que recurrir al uso de la fuerza del Estado para poder revertir ese fenómeno y eso se hace con soldados que somos profesionales, que tenemos una preparación muy amplia en muchos temas que tienen que ver con la seguridad interior de la nación”.

Agregó que los militares también tienen claro los límites de su actuación. “Ahí está el artículo 21 de la Constitución que define con toda claridad lo que es la seguridad pública y quiénes son los responsables, que son autoridades civiles de los tres órdenes de gobierno”.

Del fallo de la Suprema Corte de Justicia, que resolvió que los militares que cometieron delitos contra civiles deben ser juzgados en tribunales civiles y no de las Fuerzas Armadas, Lozano Espinoza dijo que los militares “estamos muy claros que tenemos una subordinación absoluta al poder civil”.

“El artículo 13 de la Constitución establece con claridad que ningún ciudadano mexicano puede ser juzgado por tribunales especiales pero subsisten los tribunales militares, yo desde que entré al Ejército hace 44 años tengo muy claro que si yo cometo un delito del orden federal seré sancionado por autoridades federales, si cometo un delito del orden común seré sancionado por autoridades del fuero común, y si cometo un delito del fuero militar seré sancionado por las autoridades militares, nosotros estamos sujetos a los tres fueros, esto hace que el individuo tenga que mantener una actitud positiva ante la vida, legal en cualquier actividad de su vida, no sólo en el ejercicio de sus funciones sino en la vida común”.

El comandante de la Novena Región Militar no quiso comentar sobre las sentencias de la Corte Interamericana sobre el caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla, de las indígenas víctimas de abuso sexual por el Ejercito, Inés Fernández y Valentina Rosendo, y los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, pues dijo que “eso es de historia pasada, hay que ver hacia adelante”.

“En Guerrero el pueblo le tiene confianza a su Ejército, unos cuantos podrán hacer uso de esas informaciones antiguas y las sacarán a colación cada vez que se les ocurre, pero la realidad es que la gente en todos los poblados que pasamos nos piden que no nos vayamos, nos piden que estemos con ellos, esa es la realidad”, dijo.

Cuando se le mencionaron los casos en los que ha estado involucrado el Ejército por abuso a civiles, como Inés Fernández y Valentina Rosendo, el comandante dijo “entre comillas”; y la misma expresión empleó cuando se le mencionó el caso de los campesinos ecologistas.

Cuando se le preguntó el por qué de su expresión “entre comillas”, Lozano Espinoza no quiso explicar, dijo que el Estado mexicano ya aceptó la sentencia de la Corte y prefería no abundar “en un tema muy antiguo”.

Sobre la desaparición de los dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, Eva Alarcón y Marcial Bautista, ocurrida el 7 de diciembre de 2011, y sobre el asesinato de Juventina Villa Mojica, ocurrido el 28 de noviembre, dijo que no tenía información de los casos.

La siembra de amapola y mariguana, un fenómeno cultural

El comandante de la Novena Región Militar dijo que la siembra de amapola y mariguana en la sierra del estado tiene que ver con un “fenómeno cultural” heredado de padres a hijos, y para erradicarlo se necesita una estrategia de transformación cultural de la sociedad, que permita llegar a la conciencia de la gente.

Consideró que el cultivo de amapola y mariguana en la entidad “está en un nivel que ya ni siquiera lo perciben como un delito sino como una forma de vida, entonces esto genera un fenómeno cultural”.

El tema del fenómeno cultural del cultivo de enervantes salió cuando se le preguntó sobre el trabajo del Ejército en la erradicación de cultivos ilícitos en la sierra. Lozano Espinoza dijo que el Ejército “contribuye” en la destrucción de plantíos.

“Yo no le llamaría erradicación, la erradicación es un concepto más amplio en donde tienen que participar mucho actores políticos, empresariales, la misma sociedad para tratar de que el fenómeno ya no exista, eso sería erradicar. El Ejército contribuye con este tema de la erradicación realizando la destrucción de los plantíos que proliferan en la zona serrana de este estado, nosotros vamos, destruimos, pero falta un trabajo de aproximación a la gente que vive en estos lugares para tratar de encontrar las soluciones asequibles, para que puedan finalmente erradicar el fenómeno”, dijo.

Explicó que se necesitan políticas públicas de desarrollo regional que permita a los ciudadanos que viven en la sierra del estado tener proyectos productivos para que tengan otras actividades.

“La idea es revertir el fenómeno cultural y obviamente son problemas de largo plazo, son cosas que tienen que ocurrir con el tiempo, haciendo lo pertinente para finalmente reducir en un gran porcentaje las aéreas de siembra, es muy complejo llegar a esos niveles”, reflexionó.

Dijo que los ciudadanos que cultivan enervantes deben tener incentivos para que no continúen en esas actividades y para ganar la voluntad de la gente son necesarios los programas sociales como Oportunidades, ayuda para adultos mayores, proyectos productivos, alternativas de producción con proyectos de desarrollo grandes y pequeños.

“Hasta en tanto no nos aproximemos a este tipo de temas es muy difícil revertir un fenómeno que tiene ahí 60 años”, dijo.

Explicó que el Ejército destruye en promedio en Guerrero unos 400 plantíos diarios de amapola y en lo que va del año han destruido cerca de 8 mil plantíos.

“Esto es un problema de mucho tiempo, es un problema incluso cultural que realmente se ha hecho poco por erradicarlo como fenómeno cultural, hasta el momento el Ejército seguimos yendo a la sierra y destruyendo plantíos y la gente sigue sembrando, es un fenómeno que incluso crece porque la siembra se hace extensiva e intensiva, (con) mecanismos de hidroponia para mejorar la producción, y el hecho es que seguimos encontrando la misma cantidad de plantíos que tradicionalmente hay en Guerreo”, expresó.

Lozano Espinoza también consideró que el uso de las armas de manera ilegal es parte de la cultura de la población. Indicó que en lo que va del año han asegurado unas 200 armas de diversos calibres en las siete regiones del estado, “desde armas de grueso calibre hasta rifles calibre 22 escopetas y demás”.


Tomado de http://suracapulco.mx/archivos/66876