domingo, 2 de diciembre de 2012

Zafarranchos anarquistas en el DF, tras toma de posesión de EPN


El periodico capitalino 24 Horas, publicó esta crónica de los hechos en su página http://www.24-horas.mx/atacan-anarquistas-la-capital/


Atacan anarquistas la capital

Tres organizaciones anarquistas lucharon en las calles de la ciudad de México por más de seis horas ARTURO ANGEL, JUAN LUIS RAMOS, GABRIELA RIVERA Y MÓNICA HERNÁNDEZ
diciembre 2, 2012 1:05 am

Los distinguían guantes negros y botas tácticas tipo militar. Se movían articuladamente en forma de media luna y en intervalos de 10 y 15 minutos, empujaban y se reagrupaban y se movían por zonas, con aparentes blancos específicos. Son los grupos que encabezaron ayer la batalla campal en el Centro de la Ciudad de México más extensa en la historia de la capital.

La batalla se extendió por seis horas en un espacio que fue del Congreso, en San Lázaro, hasta el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes, una línea de casi cuatro kilómetros, durante los cuales chocaron con policías capitalinos y federales en 13 puntos de la capital, que produjeron un saldo de al menos 20 heridos, cuatro de ellos hospitalizados y 65 detenidos.

“Esta no fue una movilización para realizar una protesta política aceptable, fue un acto de barbarie y nunca habíamos tenido una provocación de este tipo”, censuró el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. “Está claro que querían provocar desorden”.

Los enfrentamientos, dijo Ebrard, fueron acciones concertadas realizadas por tres grupos de anarquistas, Bloque Negro Anarquista, Cruz Negra Anarquista y Coordinadora Estudiantil Anarquista. El saldo al cierre de esta edición, era de 107 detenidos, de ellos 11 menores, 20 mujeres adultas y hombres 76.

Al parecer integrantes del Bloque Negro Anarquista ingresaron al país por la frontera de Chiapas.

La refriega dejó una ola de destrucción en establecimientos comerciales a lo largo de las principales avenidas del Centro Histórico. No se han cuantificados los daños, pero los reporteros de 24 HORAS contabilizaron por lo menos 49 entre restaurantes, bancos, hoteles, gasolineras y tiendas de ropa, entre otros.

Originalmente coincidieron con #YoSoy132 en San Lázaro y la Sección 22 de la Coordinadora, disidente del SNTE, pero rápidamente se deslindaron en San Lázaro antes de iniciar la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. De la misma manera, el ex candidato presidencial de izquierda Andrés Manuel López Obrador, condenó la violencia y suspendió la marcha que iba a realizar desde el Ángel de la independencia, donde pronunció un discurso.

La violencia coincidió con el comunicado de un nuevo grupo insurgente en el escenario nacional. Se trata del Ejercito Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN). En vísperas de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, anunció en un comunicado que iba a pasar a la ofensiva con sus fuerzas político y militares, para acelerar la formación de grupos de autodefensa y unidades militares en todo el país.

Bien articulados

La jornada violenta inició a las 6:30 de la mañana, a unos 200 metros del Palacio Legislativo, donde se congregaron unas 500 personas. Hombres y mujeres vestían de pantalón de mezclilla, playeras y sudaderas de varios colores, pero su atuendo lo integran tenis y botas negras tácticas tipo militar. Llevaban palestinas y paliacates, que les tapaban la mitad del rostro, y mascarillas anti-gas.

Iban preparados, en mochilas llevaban bombas molotov y petardos, algunos tenían tubos en las manos, y algunos cadenas largas, picos y martillos, que horas después utilizarían para romper banquetas y el asfalto, y tener piedras para lanzarlas a los policías.

Otro grupo de manifestantes, al mismo tiempo, se reunía a unos metros de distancia, pero no estaban encapuchados. Hacían énfasis en que era una movilización pacífica e identificaban sus organizaciones procedentes de universidades, del #132 y de la Sección 22 de la CNTE, entre otros.

Apenas había pasado media hora, cuando tiraron las vallas metálicas pequeñas, que generalmente coloca el Estado Mayor Presidencial como la primera barrera. Armados con ellas, los encapuchados formaron su propio escudo, que les permitío protegerse y golpear las vallas metálicas de los agentes federales.

De forma muy organizada, en grupos de 30 y 35 personas, en una formación de media luna, integrada por dos filas, corrieron hacia las vallas metálicas de la Policía Federal. La primera fila de encapuchados forman un escudo con las pequeñas vallas de las que se apoderaron antes, que les permitió protegerse.

Atrás, la segunda línea, inició el primer ataque con petardos que lanzaron con habilidad por encima de las vallas metálicas de la Policía Federal, que miden tres metros de altura. Esta primera línea de ataque se replegó, pero inmediatamente, una segunda tomó su lugar y, con los mismos movimientos, atacó con petardos a los agentes federales.

Durante una hora los manifestantes encapuchados lanzaron los petardos, tenían parque en sus mochilas. Un pequeño grupo, también de encapuchados, con cámaras de video y fotográficas, registraba el ataque. Paralelamente, los manifestantes, que estaban a unos 60 metros atrás de los encapuchados, llamaban a la calma.

Primeros heridos

A las 8 y media de la mañana, los 500 encapuchados cambiaron los petardos por bombas molotov. Sacaron de sus mochilas botellas con gasolina cpntra los agentes federales. La policía dio su primer respuesta con gases lacrimógenos, que en algunos casos fueron tomados por los protestantes y las lanzaron de regreso.

Al comenzar la respuesta policiaca, a lo lejos se escuchó desde una camioneta a un hombre que desde el altavoz dirigen la operación “compañeros no retrocedan del frente, solamente es gas y ya estamos acostumbrados”.

Los encapuchados sacaron de entre sus pertrechos una ganzúa atada a un lazo, la cual lanzaron tras las vallas de la policía y lograron enganchar una de ellas, y la derribaron. Los federales se agruparon con sus escudos para impedir el paso. Minutos más tarde los mismos llegaron al lugar con un camión de basura y lo estrellaron sin hicieron lo mismo.

Se desata la violencia

Los encapuchados se fueron rumbo al Zócalo. A su paso destrozaron inmobiliario urbano, comercios, casetas telefónicas, señalizaciones y realizaron saqueos.

Casi no gritaban consignas, más bien se van dando órdenes, principalmente un grupo de mujeres que les decían al resto del grupo cómo avanzar y a qué velocidad. Hicieron varias pintas y ahí dejaron su primera huella: Acción directa, un grupo identificado como de anarquistas.

Pasaron por Tepito, Lagunilla y Garibaldi y se incorporaron al Eje Central, sin ser detenidos por la policía. Se dirigieron a la Torre Latino, donde comenzó la siguiente embestida, contra la policía del Distrito Federal.

El cerco policiaco los obligó a desviarse por avenida Juárez, y al verse replegados se enfurecieron más, destruyeron banquetas con los mazos y picos, y lanzaron las piedras a los policías. También rompieron los vidrios de los locales su paso.

En otro punto de la ciudad, en Madero y Plaza de la Constitución, a las 11 de la mañana llegó otro contingente de 50 personas, pero sólo gritaban consignas contra Peña Nieto y enseñaban sus pancartas. Los policías federales se mantienen alerta, pero no hay violencia. Cerca de Palacio Nacional, tiraron piedras contra las camionetas que transportaban al gabinete y legisladores.

Una calle más atrás, en Palma y Madero, otro grupo de encapuchados de más de 50 personas lanzó botellas y piedras a la valla de la Policía Federal, que se replegó unos metros hacia la Torre Latino, hasta que se acabaron sus pertrechos dejan de atacar a los gentes y se marchan después de la una de la tarde.

Unas cuadras más por el palacio de Bellas Artes, el enfrentamiento se había intensificado. Eran las 12:30 horas y duró poco más de 30 minutos. Los encapuchados lanzaron bombas molotov, petardos y las bancas que recién colocaron en la Alameda Central y las usaron como fuerza choque contra los escudos de los Policías del DF.

Se notaban molestos los encapuchados. Sacaron del restaurante Wing’s las sillas, las pusieron en fila sobre Avenida Juárez, como una barricada, y les prendieron fuego. Lanzaron botellas, piedras, latas con tierra y periódicos encendidos, que provocó que uno de los granaderos sufriera quemaduras. Los granaderos les regresaban las piedras que les aventaban.

Los dispersaron. Corrieron por Hidalgo, por la Alameda, y por Juárez. Como no pudieron vencer a los policías, iniciaron los mayores destrozos. A su paso estrellaron los vidrios de todos los comercios, destrozaron la Alameda recién inaugurada. Saquearon tiendas de Plaza Alameda y se reagruparon en avenida Reforma e Insurgentes.

También hicieron pintas donde dejan la A de anarquistas. Escriben en la pared: “Muera Peña”, “Estado fallido”, “San Marx”.

Los grupos

Marcelo Ebrard, responsabilizó al grupo anarquista Bloque Negro México de los actos vandálicos registrados ayer en varios puntos de la capital. Dijo que el saldo de los eventos ocurridos en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, el Centro Histórico y Paseo de la Reforma es de 103 detenidos, entre ellos 11 menores.

Los presentados ante el Ministerio Público hay 72 hombres y 20 mujeres.

“Estamos indignados en la ciudad de México frente a estas agresiones; no quedarán impunes”, reiteró en el segundo reporte del día sobre los hechos.

En la víspera de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México, apareció un nuevo grupo insurgente en el escenario nacional. Se trata del Ejercito Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN).

Fechado el viernes 30 de noviembre, el primer “comunicado revolucionario” de la organización repudia el fraude electoral y exige “el respeto a la voluntad popular expresada en el reciente proceso electoral”.

En 11 líneas de acción, llama a “pasar a la ofensiva de acuerdo a nuestras fuerzas político y militares”, “perseguir a Peña Nieto en todos sus eventos para que tenga que salir huyendo como en la Universidad Iberoamericana”, y “acelerar la formación de grupos de autodefensa y unidades militares en todo el territorio nacional”.

Además, también convoca a acelerar la construcción de policías comunitarias y de gobiernos autónomos y repudiar a los organismos e instrumentos oficiosos, como el Instituto Federal Electoral (IFE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). “Tomar en nuestras manos el destino de nuestros pueblos”.

El comunicado está firmado por los comandantes insurgentes Damián, Ricardo y Tania.

En los desmanes de ayer, resaltó la falta de coordinación en las fuerzas de la Policía Federal, misma que no tiene cabeza, pues la administración federal sólo nombró a Manuel Mondragón y Kalb, ex secretario de la policía capitalina, como encargado de despacho de la subsecretaría de Planeación.

Además, en los hechos violentos se evidenciaron las diferencias entre la policía capitalina y la policía federal, quienes se acusaron mutuamente de abusar de la fuerza para repeler a los grupos de estudiantes, activistas y anarquistas que protestaron ayer en el primer cuadro de la ciudad.

La policía capitalina criticó a su contraparte de disparar balas de goma, mientras que la federal se deslindó del uso de granadas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

En Guadalajara, otro enfrentamiento afuera de la Feria Internacional del Libro, dejó cuatro policías heridos y 22 detenidos.





El periodico El Universal publicó el mapa de los disturbios, en su pagina http://www.eluniversal.com.mx/graficos/graficosanimados12/EU-Mapa-Disturbios/mapa2.html





Esta es la crónica del diario La Jornada, sobre los mismos hechos, tomado de su pagina http://www.jornada.unam.mx/2012/12/02/index.php?section=politica&article=006n1pol


Siete horas de disturbios en el DF; daños severos a comercios y mobiliario urbano.

Fernando Camacho y Laura Poy

Domingo 2 de diciembre de 2012, p. 6

Grupos de jóvenes –encapuchados, con máscaras de Anonymous y antigás– se sumaron a la convocatoria de la Convención Nacional contra la Imposición (CNI) y el movimiento #YoSoy132 y, armados con palos, tubos, bombas molotov y piedras, protagonizaron durante siete horas enfrentamientos con las policías federal y capitalina, dejando una estela de destrucción.

Comercios, cafés, cajeros automáticos, hoteles y mobiliario urbano (desde arbotantes hasta monumentos) acusaron serios daños al paso de esos manifestantes. En las refriegas hubo decenas de heridos.

La protesta fue en repudio al arribo de Enrique Peña Nieto a la Presidencia. Su meta era romper el escudo de seguridad tendido por la Policía Federal alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro. Así, cuando llegaron al cerco de enormes mallas metálicas comenzaron a lanzar bombas molotov y piedras.

La respuesta de los uniformados fue también descomunal: lanzaron gases lacrimógenos y pimienta, chorros de agua a presión y, en un momento dado, disparos con balas de goma (la Policía Federal negó haber usado esos proyectiles).

El primer encontronazo ocurrió minutos antes de las siete de la mañana –los jóvenes habían salido dos horas y media antes del Monumento a la Revolución– sobre avenida Zaragoza, a unos metros del cruce con Emiliano Zapata (frente a la estación San Lázaro del Metrobús).

Fue un choque de una violencia inusitada. Tanta, que maestros de Oaxaca, que se ubicaban a unos metros de ahí, sobre la avenida Eduardo Molina, y supuestamente se unirían al contingente, se quedaron a la expectativa.

La refriega continuó a pesar de los llamados de los profesores oaxaqueños para que las personas se replegaran.

Gran número de los muchachos que participaron en las trifulcas llevaban camisetas negras con el símbolo de los movimientos anarquistas (la a mayúscula encerrada en un círculo).

Antes de las 10 de la mañana, hora en la que estaba previsto el arribo de Peña Nieto a la Cámara de Diputados (los acontecimientos retrasaron la sesión solemne), manifestantes y elementos de la fuerza pública habían participado en por lo menos una docena de escarceos. Volaban bombas, piedras y tubos de un lado, y latas de gases del otro. El caos.

Aunque los jóvenes más representativos de #YoSoy132, al igual que los maestros, se abstuvieron de participar en los choques, sí, en cambio, se organizaron en brigadas para dar auxilio a los muchachos que caían heridos, desmayados o afectados por los gases.

Parecía que los jóvenes de los pasamontañas habían previsto los distintos escenarios, y llegaron bien pertrechados para disminuir los efectos de los gases, ya que usaban pañuelos y vinagre, entre otros instrumentos.

Así, mientras en el Palacio Legislativo comenzaba la ronda de oradores de los partidos, en los puntos de choque se corrió el rumor de que uno de los manifestantes había muerto justo al recibir un proyectil –una bala de goma, decían unos; una lata de gas, sostenían otros– proveniente de las filas de la PF.

Integrantes de #YoSoy132 informaron en un primer momento que se trataba de Carlos Yahir Valdés, quien habría muerto a consecuencia del impacto.

Sin embargo, Adrián Ramírez, de la Liga Mexicana en Defensa de los Derechos Humanos, informó que el joven lesionado es en realidad Carlos Valdivia, y que su estado de salud es grave, pues la bala le provocó desprendimiento de retina y serio traumatismo craneoencefálico, aunque ninguna de las dos versiones pudo confirmarse después.

A partir de ese momento el encono se agravó. Arreciaron los ataques de ambas partes, así como la destrucción de mobiliario público: parabuses, luminarias, banquetas, tapas de coladeras y estaciones del Metrobús.

Los manifestantes utilizaron carros del supermercado para trasladar bombas incendiarias, piedras, tubos e, incluso, extintores, que trataron de arrojar a los uniformados.

Luego de dos horas y media de enfrentamientos se leyó en medio del caos el comunicado conjunto preparado por la CNI y #YoSoy132, minutos antes de que los grupos participantes en la movilización se dirigieran al Zócalo por Eduardo Molina hasta llegar a Eje 1 Norte.

En la retaguardia se concentraron grupos de jóvenes con letra a en sus playeras, quienes iban destruyendo semáforos, casetas telefónicas y señalizaciones urbanas con tubos y palos.

Pequeños grupos de manifestantes vestidos de negro atacaron dos gasolineras en las inmediaciones del Metro Tepito, en las que saquearon un camión repartidor de refrescos y destruyeron un vehículo particular, además de sustraer gasolina, al tiempo que la vanguardia magisterial se separó del resto de la marcha.

En su recorrido por Eje Central, jóvenes encapuchados saquearon tiendas de conveniencia, lo que generó una respuesta de elementos de la policía capitalina que venían resguardando la movilización, aunque algunos transeúntes se oponían a cualquier acto de represión contra los manifestantes, y hubo quienes les ofrecieron pedazos de ladrillo para lanzarlos a los uniformados.

En la esquina con la calle de Tacuba ocurrió una confrontación en la que los manifestantes lanzaron piedras y bombas incendiarias, mientras los agentes respondieron con gas lacrimógeno.

Minutos después hubo un nuevo enfrentamiento, frente al Palacio de Bellas Artes, donde personas en su mayoría vestidas de negro comenzaron a lanzar piedras y botellas contra los elementos de seguridad, quienes se protegían con sus escudos, aunque hubo confrontaciones cuerpo a cuerpo.

La situación se volvió más caótica: mientras algunos manifestantes corrían espantados ante el avance de los granaderos, otros los confrontaban y les lanzaban piedras, en medio de las sirenas de los bancos con los cristales destrozados, los escarceos y gritos en la Alameda y una motocicleta en llamas en medio de la avenida.

La ola de destrucción se prolongó desde avenida Juárez hasta la glorieta a Colón, en Paseo de la Reforma. Pasado ese punto, los grupos que destruían fachadas de restaurantes, tiendas y cajeros automáticos se dispersaron paulatinamente, hasta que –cerca de las 14 horas– unos metros más adelante los ataques se disolvieron con la misma virulencia con que habían iniciado.

Ya cerca del Ángel de la Independencia se pudo observar a una anciana que daba ladrillos a los manifestantes para que los arrojaran, unos turistas sonrientes tomando fotos y un joven balaceándose en monociclo, mientras un indigente dormía en el suelo, totalmente ajeno a lo que pasaba a su alrededor.

Al ver la placidez de su sueño, un hombre que portaba una pancarta con la leyenda No a Peña apuntó con una sonrisa: El único hombre que puede ser feliz este día es ése.

Por la noche, integrantes de Acampada Revolución informaron que decidieron levantar el plantón instalado en junio pasado con el fin de evitar mayores riesgos con las autoridades, aun cuando destacaron que fue un espacio vital para la consolidación del movimiento estudiantil.

En tanto, el gobierno federal aseveró que esos hechos de violencia son asunto del fuero común. En un comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación, aseguró que respeta el ejercicio de la garantía de libertad de expresión, cuyo límite establece la Constitución.





Tras los hechos, se conoció un comunicado del Colectivo Lak Hormiga, dando a conocer el saldo de heridos y convocado a movilizaciones:


COMUNICADO URGENTE sobre la represión del día de hoy
de Jennifer Rosado, el sábado, 1 de diciembre de 2012
Compañeros

Ante la fuerte represión que estamos sufriendo escribimos este comunicado para informar que uno de los heridos de gravedad durante las represiones afuera de San Lazaro es Kuy, el compañero de las fotos es nuestro compañero Juan Francisco Quinquedal, de la Otra Campaña y de la Otra Cultura, de 67 años de edad, quien presenta una lesión en el cráneo con masa encefálica expuesta, por lo que su estado de salud se reporta como grave. En este momento se encuentra en la Cruz Roja de Polanco, tiene tres horas en quirófano y no se sabe si es atendido por un especialista por lo que urge que se le atienda con médicos y en un lugar calificado.

El compañero Kuy, Francisco Quinquedal, tiene una larga trayectoria dentro de la lucha del pueblo mexicano, profesor de Teatro, su trabajo se a caracterizado por realizar montajes de obras de carácter social y formativo, estuvo presente durante todo el desarrollo dela Otra y fue activo participante en la lucha por la libertad de los compañeros de Atenco. En fin es un compañero valioso que merece toda nuestra solidaridad en estos momentos.Carlos Jair de 24 años, con herida también en el cráneo, es compañero de la UACM, miembro del Comité de Lucha, reconocido por su comité de lucha.Los otros heridos son Julián Uriel Sandoval Díaz resultó con un impacto en el globo ocular derecho, lo que lo mantiene en estado delicado. Otros de los heridos son Rubén Fuentes Pablo, de 31 años, con un impacto de bala en el muslo izquierdo; Adrián Luna Guzmán, de 23, presenta golpes en diferentes partes del cuerpo y José Iván Villavicencio, que también resultó lesionado con una bala de goma en el muslo derecho.Por lo que llamamos a la solidaridad y a la acción urgente para que a todos los heridos y en especial al compañero cuya situación es mas delicada, Kuy, se les traslade a la brevedad a un centro de salud adecuado para lograr salvarle la vida.

Urge a su vez completar la lista de heridos, la gravedad de sus lesiones, el lugar donde se les esta atendiendo y la lista de los detenidos; compañeros la situación es delicada, les llamamos a la acción y a la movilización para lograr salvar la vida de nuestros compañeros.Exigimos un cese a la represión y la atención de calidad para que los compañeros victimas de la represión sean atendidos a la brevedad en hospitales que les aseguren la atención adecuada para que salven la vida.



1 comentario:

  1. Gracias por la compilación. Estos locos no tienen idea de hacia dónde nos puede llevar esto. En 1988 Cuauhtémoc Cárdenas tuvo los huevos necesarios para marcarles el alto a los extremistas, a diferencia de Andrés Manuel López Obrador, a quien en su loco mesianismo sólo le importa tumbar a Peña a como dé lugar.

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