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domingo, 31 de mayo de 2015

Sendero Luminoso, de la revolución al crimen organizado

El Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) nació en los años setenta, en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, bajo el liderazgo absoluto de Abimael Guzmán, un profesor de filosofía llamado "Presidente Gonzalo" por sus acólitos. En 1980, el mismo año en que Perú recuperaba la democracia, se convirtió formalmente en una organización armada, que se propuso imponer por la fuerza un régimen comunista de orientación maoísta.

En su momento de esplendor, SL llegó a tener un enorme poder, desplazó al Estado de vastas regiones rurales, acumuló muchos millones de dólares gracias a su control sobre el narcotráfico, e impuso su ley con violencia y terror en poblaciones enteras.

"Protegían a los productores de coca del Gobierno y de la DEA, y cobraban cupos a los grupos que sacaban la pasta base de cocaína en avionetas y la llevaban a Colombia. Llegaron a ganar hasta 100 millones de dólares al año, lo que les permitía comprar armas y mantener el apoyo de sus cuadros. Mientras la economía del país se caía a pedazos por la inflación, SL ganaba más terreno, afiliados y simpatizantes, que no veían otra alternativa", explica David Scott Palmer, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston, y estudioso de la historia de SL, en diálogo con Infobae.

Abimael Guzmán al ser capturado, en 1992

Pero en 1992 Guzmán fue capturado y la organización se derrumbó, presa de su verticalismo extremo. "Como todo giraba alrededor de él, nadie estaba preparado para tomar su lugar. Cuando lo descabezaron, SL cayó por su propio peso", dice a Infobae la investigadora argentina Fernanda Daniela Díaz, del Centro de Estudios Suramericanos de la Universidad de La Plata.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación, creada en 2001 para dar cuenta del conflicto armado que asoló a Perú entre 1980 y 2000, llegó a la conclusión de que en el período perdieron la vida 69.280 personas entre caídos en enfrentamientos, asesinados a sangre fría y desaparecidos. SL fue responsable del 54% de esas víctimas; las Fuerzas Armadas, del 37%; y del resto se encargaron organizaciones menores.

La caída de Sendero Luminoso

El arresto del líder fue un golpe del que SL nunca se pudo recuperar. Desencadenó un efecto dominó por el que los principales referentes del Comité Central fueron cayendo uno a uno en muy poco tiempo, y la organización perdió rápidamente la unicidad monolítica que había mantenido en los ochenta. 

"Luego de la caída de Guzmán, SL se fragmentó. Destacaron en estos dos facciones, ambas ubicadas en zonas de producción de cocaína: el Alto Huallaga en la selva norte, y el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), en la selva central y hacia el sur", cuenta Nicolás Zevallos, Investigador del Laboratorio de Criminología Social de la Universidad Católica del Perú, consultado por Infobae.

El primer grupo marcaba una clara continuidad y seguía bajo la influencia de "Presidente Gonzalo", que enviaba sus directivas desde prisión. Estaba conducido por Florindo Eleuterio Flores Hala, alias "Camarada Artemio", el único miembro de la conducción histórica que permanecía en libertad.

Abimael Guzmán, 20 años después, reclamando una amnistía que lo libere

En cambio, la facción del VRAEM rompió con la línea de Guzmán poco después de que cayera preso, porque quería un acuerdo de paz que pusiera fin a la lucha armada, algo con lo que no estaba de acuerdo. Entonces se independizó, formando una especie de "neosenderismo", al que llamaron Proseguir. Entre 1993 y 1999 estuvo liderado por Óscar Ramírez Durand, alias "Camarada Feliciano".

"Estaban recluidos en la selva, en una zona muy aislada, de extrema pobreza y poco desarrollo -cuenta Díaz. Se internaron allí para sobrevivir. En 1999, los hermanos Quispe Palomino traicionaron y entregaron a Feliciano. Entonces nació el 'neosenderismo', que no se considera SL y reniega del pensamiento de Guzmán".

Hay un tercer grupo, fundado en 2009, que renunció a la lucha armada y que propone una salida negociada al conflicto. Es el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), que reclama la liberación de los presos políticos, especialmente, de Guzmán.

Su objetivo es convertirse en un partido político reconocido como cualquier otro y participar de las elecciones, pero el Estado no los autoriza, por sus estrechos vínculos con SL.


Un campamento de la facción de Sendero Luminoso en Alto Huallaga, cuando aún estaba operativa


Sendero Luminoso en la actualidad

Si bien las dos facciones de SL fueron duramente golpeadas por distintas operaciones efectuadas durante el gobierno de Ollanta Humala, la que opera en el VRAEM aún continúa con vida, mientras que la del Alto Huallaga quedó totalmente desarticulada tras la captura en 2012 del Camarada Artemio.

"Los remanentes de Sendero Luminoso tienen mayor presencia en el VRAEM, con una clara relación con la producción de derivados cocaínicos. Están involucrados en al menos dos tipos de actividades. Por un lado, el propio refinamiento y comercialización de pasta básica y de clorhidrato de cocaína. Por otro lado, la protección armada de las rutas de tránsito de estos derivados", dice Zevallos.

"Por ello se argumenta que sus objetivos económicos se anteponen a su discurso político. En todo caso, el dominio territorial que ejercen tiene como principal función asegurarles el control de las zonas de producción y de las rutas del tráfico", agrega.

Florindo Eleuterio Flores Hala, alias "Camarada Artemio", antes de ser capturado

Muchos investigadores ya ni siquiera consideran como una organización propiamente política a la que opera en el VRAEM. "El neosenderismo es directamente crimen organizado -dice Díaz- porque dejaron atrás la motivación ideológica y se hicieron fuertes en actividades ilícitas, sobre todo en las drogas".

"Al principio -continúa- se mostraban como defensores de los productores de coca y empezaron ofreciendo servicios de protección para el transporte del producto, lo que no era visto como una amenaza por los pequeños clanes de narcotraficantes. Pero hoy toda la droga que sale del VRAEM está manejada por el neosenderismo".

Sin embargo, una operación militar realizada en 2013 los debilitó profundamente. "El gobierno de Humala les propinó un golpe terrible al matar al número 2 de la estructura, Alejandro Borda Casafranca ('Camarada Alipio'), y al 4, Marco Antonio Quispe Palomino ('Camarada Gabriel'). Todavía se están reorganizando. Siguen manejando la droga, pero ya no están haciendo ataques a policías y militares", dice Díaz.

De todos modos, Víctor Quispe Palomino ("Camarada José"), continúa liderando la organización junto a uno de sus hermanos, Jorge Quispe Palomino ("Camarada Raúl"). Se estima que cuentan con una fuerza de 500 hombres.


Víctor Quispe Palomino ("Camarada José"), el líder de Sendero Luminoso en el VRAEM

¿Senderismo de exportación?

En los últimos meses se viene hablando de la presencia de ex integrantes de SL en distintos países de Sudamérica, asociados principalmente a bandas de narcotraficantes. Uno de los casos que más se citan es su supuesta presencia en algunas villas de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina.

Sin embargo, no hay elementos suficientes para afirmar que estos ciudadanos peruanos tengan o hayan tenido vínculos con la organización. "Si hay presencia de peruanos en Argentina es posible que sean representantes de las mafias de la droga que existen en casi todo el continente, y que son los que facilitan la salida de la droga hacia el sur, que ahora parece ser la ruta más favorecida por los productores en el VRAEM", dice Palmer. 

"Es posible y probable que haya agentes peruanos en Argentina, Bolivia, Paraguay y hasta en Brasil, pero dudo mucho que sean militantes de SL. Estos serían los que representan más bien los vendedores del producto, y no los vendedores ideológicos que todavía existen, pero en un número muy reducido y, esencialmente, sólo en el VRAEM", agrega.

Díaz va un poco más allá, y sostiene que en al menos un país sí se pueden verificar nexos con SL. "Está probado que los Quispe Palomino tienen vínculos con grupos en Bolivia para trasladar la producción de droga, lo que se ve en el aumento exponencial de las avionetas. Pero más allá de Bolivia, no me atrevería a decir que hay elementos concluyentes".

Para Zevallos, aún suponiendo que los narcos peruanos que operan en Argentina se presenten como SL, eso no significa que realmente tengan relación. "El SL que operaría en Argentina no evidencia vínculos orgánicos con los remanentes que hay en el VRAEM, aun cuando esté conformado por ex integrantes de SL en Perú. Se trataría más bien de una organización que capitaliza esta identidad para desarrollar sus actividades, logrando control territorial para el comercio de drogas y otras actividades conexas", concluye.



viernes, 29 de mayo de 2015

Sendero Luminoso and peruvian counterinsurgency (Tesis)







A Thesis

Submitted to the Graduate Faculty of the
Louisiana State University and
Agricultural and Mechanical College
in partial fulfillment of the
requirements for the degree of
Master of Arts in Liberal Arts
in
The Interdepartmental Program
In Liberal Arts

by

Russell W. Switzer, Jr.


B.S., University of the State of New York, 1993


May 2007

lunes, 18 de mayo de 2015

En el 35 aniversario de la guerra popular del Perú: Partido Comunista.

¡Proletarios de todos los países, uníos!

EN EL 35 ANIVERSARIO DE LA GUERRA POPULAR DEL PERÚ

“En las luchas sociales, las fuerzas que representan a la clase avanzada a veces padecen algún fracaso, mas no a causa de que sus ideas sean incorrectas, sino de que en la correlación de fuerzas en lucha, las fuerzas avanzadas aún no son tan poderosas por el momento como las reaccionarias, y por consiguiente fracasan temporalmente, pero alcanzarán los éxitos previstos tarde o temprano.”
Presidente Mao Tsetung

I. El Partido Comunista del Perú con profundo sentimiento de clase saluda el 35 aniversario de la guerra popular del Perú: el movimiento político revolucionario más trascendente de la historia peruana hasta hoy. Guiado certeramente por el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, dirigido justa y correctamente por el Partido bajo la Jefatura del Presidente Gonzalo y luchando al amparo del Ejército Guerrillero Popular construyó cientos de Comités Populares en las tres cuartas partes del país conformando la República Popular de Nueva Democracia, movimiento cuya repercusión rebasó las fronteras y fue reconocido como el faro de la revolución mundial.

Su inicio, concretado en una coyuntura internacional de defensa y mantenimiento de la revolución proletaria mundial, ardorosa lucha de los marxista-leninista-maoístas en el mundo; y nacional de desarrollo de la protesta popular contra más de una década de dictadura militar, la que se pretendía contener con ilusiones constitucionales electoreras; en una situación revolucionaria en desarrollo en la que el Partido Comunista estaba preparado con una autoridad reconocida como el Presidente Gonzalo y un grupo de dirigentes probados, con una línea política general que fijaba el rumbo de la lucha de clases, con una militancia y un trabajo de masas profundamente cohesionados en la ideología y la política partidaria, es decir, con un Partido de nuevo tipo listo en una condición favorable y con una opinión pública internacional a favor también del marxismo y la revolución socialista; su inicio, un comenzar de la nada, el ILA 80 fue un rotundo éxito y es gran lección histórica para todos los revolucionarios.

En solo dos años, la guerra popular con el apoyo de las masas, principalmente campesinos, pobres, pasó a su desarrollo cubriendo el ámbito de campo principal y ciudad complemento en las tres regiones del país. Desarrollo que en una década mantuvo siempre la iniciativa política y militar y llegó al equilibrio estratégico, habiendo derrotado todos los planes de la guerra contrasubversiva reaccionaria que pretendió ahogar en sangre la revolución.

Etapa en la cual el P. Gonzalo desarrollando su pensamiento fundamentó sólidamente su tesis de que el maoísmo es una nueva, tercera y superior etapa del marxismo, gran aporte a los comunistas del mundo, asumido por el entonces vivo Movimiento Revolucionario Internacionalista en su conjunto. Etapa en la cual el PCP alcanzó su más alto prestigio como Partido militarizado que dirigía su propia construcción, al EGP y el nuevo poder: la RPND en formación, plasmando así la esperanza de la transformación de la centenaria opresión de la clase y el pueblo en palmaria revolución democrática. Etapa en la cual la conciencia política de las masas alcanzó su más alto desarrollo, organizándose como militantes, combatientes y activistas en los tres instrumentos de la Revolución.

Etapa que si bien cruenta y dramática ha dejado rica experiencia revolucionaria, valiosas lecciones positivas y negativas y numerosos héroes, hombres y mujeres de la clase y del pueblo que nos acompañan con su hermoso ejemplo de lucha por transformar la opresión y explotación en un sistema más justo e igual para las amplias mayorías populares como el socialismo.

II. A causa del insuficiente desarrollo de las fuerzas nuevas, el PCP vivió un giro estratégico en su proceso: un problema de dirección política de la guerra con la detención de la Jefatura y sus principales dirigentes. La guerra entró a su término objetivamente y el P. Gonzalo desde su prisión tomó la iniciativa política de pedir conversaciones para lograr un Acuerdo de Paz que pusiera término a la guerra librada entre el 17 de mayo de 1980 y setiembre 1992, lamentablemente su petición no prosperó por oposición del gobierno de turno y por la nueva línea oportunista de derecha que usurpó la dirección del Partido aduciendo que tomarían el Poder. Nunca se llegó a acuerdo alguno y el Partido asumió la nueva gran estrategia de pasar de lucha política con armas a lucha política sin armas propuesta por el P. Gonzalo, dentro de la cual el Partido brega por superar la derrota y desarrollarse en medio de la lucha de clases de las masas.

III. A 35 años del inicio y 23 de término de la guerra popular y de la detención de setiembre 92, el grupo armado del VRAEM vegeta al margen de la realidad, aislado de las masas y trafica con el nombre del Partido, convirtiendo la ideología en un desvarío burgués completo. El Estado reaccionario desató una política represiva con matanzas, juicios y encarcelamientos de por vida oponiéndose absolutamente a una solución política, amnistía general y reconciliación nacional, dejando sin resolver los pendientes problemas de la guerra: miles de hijos del pueblo, campesinos, obreros, estudiantes, pequeños comerciantes, desaparecidos sin que nadie se ocupe de ellos siendo obligación del Estado encontrarlos y entregarlos a sus deudos; miles de familiares sin saber dónde están ni poder darles respetuosa sepultura; miles de revolucionarios y comunistas sentenciados a condenas draconianas de 20 a 35 años y hasta cadena perpetua, de los que aún quedan 300 prisioneros políticos, entre los cuales tres exdirigentes que ya cumplieron sus 25 años de condena y a quienes el Estado les ha fabricado nuevos casos para imponer la cadena perpetua como al P. Gonzalo y la c. Míriam; miles de liberados impedidos de trabajar en el magisterio y otras entidades públicas, hostilizados por haber sido prisioneros negándoles el derecho fundamental de la incorporación del penado a la sociedad, desconociendo así el propósito de la condena; persiguiendo a quienes asumen el derecho constitucional a participar en la vida política del país con la libertad de pensamiento que la ley permite; y hasta apresando a los abogados, acosando a los hijos, exigiendo el pago de gigantescas reparaciones civiles; prohibiendo incluso la libertad democrática de dar su verdad para que también quede la memoria histórica de los revolucionarios y no únicamente la memoria del Estado y sus entes oficiales como la tal Comisión de la Verdad; además de las decenas de exiliados fuera del país, impedidos de volver. Todo esto por la sistemática persecución política que ha impuesto el Estado y la reacción peruana a comunistas, revolucionarios y a marxista-leninista-maoístas, pensamiento gonzalo extendiéndola a todo progresista, demócrata y pueblo en general que discrepe o luche contra el régimen capitalista.

Panorama antidemocrático impuesto al oponerse a la solución política, amnistía general y reconciliación nacional que el pueblo, la nación y la sociedad peruana demandan y necesitan, y que se suma a la política antipopular que el gobierno de derecha de Ollanta Humala preconiza en representación de la gran burguesía peruana proimperialista principalmente yanqui, cuyo plan de nueva acumulación originaria se ve encontrado con una crisis económica y política a resultas del capitalismo que impulsa, generando la agudización de la contradicción: pueblo-capitalismo en un contexto de elecciones generales y de lenta y larga recuperación económica mundial que ha llevado a la antagonización de las contradicciones interimperialistas por un nuevo reparto del mundo, creando tres frentes de guerra: Medio Oriente, el más candente hoy; en la propia Europa con Ucrania aún no resuelto; y el principal de Asia, frentes que muestran cada vez más clara la bipolaridad en ciernes entre Estados Unidos y China.

IV. La perspectiva del PCP en esta cuarta etapa de lucha política sin armas se presenta alentadora teniendo en cuenta que las masas no cejan de luchar y buscan quién las represente volviendo sus esperanzas hacia el Partido, único organismo de clase que podrá dar el rumbo de sus luchas hacia la revolución y el socialismo.

Sin embargo, el Partido debe persistir en la lucha por la libertad de todos sus dirigentes, militantes y masas; debe asimismo remontar y superar el desequilibrio para continuar su reconstitución empezando por cohesionarse en la ideología del marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, en la nueva línea política general y en la lucha contra el revisionismo escisionista que poniéndose del lado de la reacción quiere destruir el Partido atacando a la Jefatura en prisión; desarrollando al mismo tiempo su lucha política en medio de la lucha de clases de las masas y al servicio del internacionalismo proletario; solamente así devendrá Partido de nuevo tipo y cumplirá su papel oponiendo la revolución a la guerra de rapiña que el imperialismo prepara para resolver su crisis y repartirse el mundo.

COMITÉ CENTRAL 
DEL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ

17 DE MAYO DEL 2015


viernes, 21 de junio de 2013

27 aniversario de la rebelión de los prisioneros de guerra del Partido Comunista del Perú


¡HONOR Y GLORIA A LOS HÉROES DEL PUEBLO Y LA GUERRA POPULAR!

Nuestro pueblo es heroico y el proletariado lo es más, desde que existen combaten cotidianamente la opresión y explotación de las clases dominantes derrochando heroísmo masivo. Precisamente, un 19 de junio de hace 27 años, la rebelión de los prisioneros de guerra del Partido Comunista del Perú, enfrentando y derrotando el siniestro genocidio del Estado peruano, estampó un hito imperecedero de heroicidad dentro de la más gran epopeya del pueblo peruano: la guerra popular 1980 a 1992.

Vale la ocasión para recordar brevemente el contexto histórico de los hechos.

En 1980, las masas populares hartas de la opresión y explotación de una sociedad hundida en la semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo burocrático pusieron a la orden del día la cuestión del Poder; y un Partido Comunista del Perú preparado para dirigirlas hacia la conquista del poder mediante la guerra popular, sujeta y guiada por el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, para construir la República Popular de Nueva Democracia. Esto en un contexto internacional todavía favorable a la revolución. Así el 17 de mayo de 1980 se inició con el rechazo a las elecciones reaccionarias del momento, el levantamiento de cosechas por los propios campesinos y los guerrilleros y con sabotaje eléctrico a las empresas mineras. La incorporación de las masas campesinas y de la juventud tanto masculina como femenina fue significativa siendo el teatro principal de la acción guerrillera el campo y la ciudad complemento. Dos años después, derrotadas las fuerzas policiales militarizadas, surgió el Nuevo Poder, por primera vez en el Perú las masas pobres comandaban su propio poder.

Por su parte el Estado peruano siguiendo la política del imperialismo norteamericano desde Reagan calificó de terrorismo a la revolución y de terroristas a los revolucionarios con el objetivo de desprestigiarlos y defender su sistema opresor y explotador. Desde un inicio desató la represión sangrienta, y al ser derrotadas los cuerpos policiales militarizados y surgir el Nuevo Poder, ordenó el ingreso de las Fuerzas Armadas para combatir al Nuevo Estado recién surgido. Estos fueron los años más cruentos. Aplicando una línea genocida de exterminio declaró el estado de emergencia en Ayacucho, Huancavelica y Apurímac que concentraban 1 millón de peruanos, a los que puso bajo un Comando Político-Militar con carta blanca para “quemar todo, robar todo y matar a todos”, pertrechados hasta los dientes con fusiles, cañones, bombas aéreas, helicópteros artillados, hasta NAPALM, orugas y tanques de guerra desaparecieron pueblos enteros, asesinaron miles de campesinos, quemaron sus tierras y despojaron de sus cosechas.

Pero la sangre no ahoga la revolución sino la riega, y muestra la trascendencia del proceso de guerra popular capaz de sobrepasar el genocidio masivo y se expandió a casi todo el país. Los guerrilleros compuestos prioritariamente por las propias masas del lugar se hicieron combatientes del Ejército Guerrillero Popular dirigido por el Partido bajo la consigna de “¡UNIR A LOS POBRES! ¡EL PUEBLO NUNCA CONTRA EL PUEBLO!” y se enfrentaron con lo que tenían en su trabajo cotidiano a las Fuerzas Armadas genocidas y no sólo defendieron el Nuevo Poder sino que lo desarrollaron Conquistando las Bases de Apoyo, médula del camino de cercar las ciudades desde el campo.

En 1985, Alan García, más hambreador y más genocida que su antecesor, asume la dirección del viejo Estado. Ante el pujante desarrollo de la guerra popular pretendieron contenerla extendiendo su genocidio del campo a las cárceles de la ciudad; no les bastó una guerra sin prisioneros, pasaron a exterminar a los prisioneros desarmados, comenzaron con 34 quemados vivos en el Pabellón británico de Lurigancho el 4 de octubre de 1985 y se dispuso a infligir un golpe decisivo desatando su furia homicida contra los prisioneros de guerra de El Frontón, Lurigancho y El Callao.

El 19 de junio de 1986, los prisioneros de guerra se rebelaron contra el genocidio en marcha planteando una demanda de 26 puntos muy justa y razonable. García Pérez y su Consejo de Ministros, con la complicidad de las diversas fuerzas políticas reaccionarias y la entonces “Izquierda Unida” encabezada por Barrantes, ordenó aplicarles “eficaz y rápidamente” la misma política contrasubversiva del Estado peruano contra los combatientes y las masas campesinas, exterminarlos a todos. Nuestro país y el mundo entero se estremecieron por la monstruosa y premeditada matanza de 250 prisioneros en un solo día: en Lurigancho asesinaron a todos uno por uno con un tiro a la cabeza, en El Frontón la mayoría fueron volados por el ataque alevoso con cargas de demolición y en El Callao se ensañaron contra las prisioneras donde también asesinaron. El pretendido golpe devastador acabó cayendo sobre la cabeza de quienes lo engendraron que se sumieron en su mayor crisis política de la que jamás salieron, mientras que nuestros compañeros prisioneros de guerra, combatientes de la guerra popular arrancaron con su resistencia a las balas, los bombardeos y los explosivos el ¡Día de la Heroicidad!, defendiendo los intereses de la clase y el pueblo a costa de su propia vida, obteniendo un triunfo político, militar y moral que potenció la guerra popular.

Y la guerra popular desarrolló las Bases de Apoyo conquistando en 1990 el Equilibrio Estratégico. El gobierno de Fujimori prosiguió esa línea genocida del Estado peruano perpetrando múltiples acciones genocidas en campo y ciudad, y un nuevo hecho de exterminio masivo contra los prisioneros de guerra del Penal Miguel Castro Castro asesinando 51 prisioneros en mayo 1992. Una vez más la guerra popular siguió potenciándose y llegó a su punto más alto en julio 1992; hecho histórico reconocido por el propio imperialismo norteamericano en uno de sus informes como el de la Rand Corporation que indicó que el PCP estaba próximo a la toma del poder en el Perú, habiéndose convertido en un problema serio de seguridad para el imperialismo norteamericano y mal ejemplo en su traspatio de América Latina.

Sin embargo, las condiciones internacionales desde fines de la década se complejizaron para el campo de la revolución mundial y la propia perspectiva mediata de la conquista del poder en el Perú. El imperialismo norteamericano comandó una ofensiva general contra la revolución atacando al marxismo de caduco y a la meta de utopía, generando una opinión pública desfavorable a la revolución. Conjunto de cambios que variaron la correlación de fuerzas a nivel mundial en desmedro de la revolución y que exigían a los comunistas la solución de muchos problemas nuevos. Lamentablemente en el Perú, en setiembre del 92 se produjo la detención de la Jefatura y Dirección Central del PCP. Así el PCP vivió un problema de dirección en un momento en que nuevos, complejos y muy serios problemas se tenían que resolver. La reacción peruana por vez primera pasó a tener la iniciativa, así cifras más cifras menos, mientras que en el campo se presionaba con más genocidios, en la ciudad alrededor de 15 mil personas fueron detenidas. Nos aplicaron un régimen de encierro de 23 horas y media, aislamiento unicelular, dispersión en cárceles de todo el país y a los máximos dirigentes los llevaron a apartadas islas, separándolos de todo contacto social, pero su sagacidad política los llevó a proponer conversaciones con el régimen de turno, conversaciones de paz para poner término a la guerra iniciada en 1980. Acción política que en las nuevas condiciones de la lucha de clases servía a los intereses del pueblo pero no a los de sus enemigos por lo que fue vilipendiada por unos y tergiversada por otros.

Desde ahí el Jefe del PCP, el doctor Guzmán propuso terminar la guerra con o sin acuerdo para entrar a un momento de paz como necesidad del pueblo, la nación y la sociedad peruana en su conjunto. Y ¿quiénes se opusieron a la paz? Los que quisieron que la guerra prosiguiera con su costo en vidas y otros perjuicios: los reaccionarios burgueses pro imperialistas, la izquierda burguesa, los jefes de los organismos de derechos humanos (los agentes después de la CVR) para no darle “ninguna ventaja a Guzmán” como dijeron y la prosiguen hoy los mercenarios antipueblo de VRAE. Han transcurrido 21 años desde que el PCP decidió terminar la guerra y durante todo ese tiempo los prisioneros políticos nos hemos desenvuelto en lucha política sin armas. Creyeron que nos habían cambiado la cabeza, pero no es así, porque precisamente ha sido nuestra ideología la que nos ha permitido enfrentar las inicuas condiciones de aislamiento, encierro y larga carcelería, pues la ideología es una decisión libre y voluntaria que adoptan las personas en determinado momento de su vida y nadie, ni con ley o sin ley te la puede arrebatar porque se trata de una manera de concebir el mundo.

Precisamente a partir de la ideología del proletariado universal, el marxismo-leninismo-maoísmo y su aplicación creadora a nuestra realidad, el pensamiento gonzalo es que analizamos la realidad desde el punto de vista de los intereses de las mayorías. ¿Cuál es hoy la realidad? La sociedad peruana actual es capitalista, dependiente del imperialismo y con rezagos semifeudales subsistentes. Sobre este carácter se desenvuelve el sistema económico, el que se sustenta en la explotación y opresión, en la creciente concentración del capital y en una nueva acumulación originaria. El gobierno de derecha de Ollanta Humala mantiene, defiende y desarrolla este sistema de explotación capitalista al servicio de la gran burguesía y el imperialismo promoviendo la militarización del régimen. La lucha por el poder no está a la orden del día, las masas del pueblo luchan por sus reivindicaciones, derechos y libertades democráticas arrebatadas por la dictadura fujimorista y sus continuadores Toledo, García y Humala quienes para imponer el neoliberalismo y desenvolver su plan de nueva acumulación originaria niegan derechos, despellejan al pueblo y quitan sus recursos naturales. El pueblo peruano no tiene paz ni democracia ni desarrollo: centenares de hijos del pueblo han sido asesinados en las protestas sociales, se criminaliza la lucha popular, se fortalece la legislación antiterrorista y aplica el derecho penal del enemigo, el ciclo de crecimiento de la economía peruana sólo ha beneficiado a un puñado de grandes burgueses y sus amos imperialistas acumulando cuantiosas ganancias a costa de míseros salarios, desocupación y el hambre de los de abajo. Todo esto dentro de un contexto internacional signado por la más grande y grave crisis del sistema capitalista que prosigue y tiende a agravarse, intensificando la lucha de clases internacional y potenciando las contradicciones fundamentales; crisis que prueba que el sistema capitalista es un sistema caduco y que jamás va a resolver los problemas de la clase y los pueblos del mundo, así mismo prueba la vigencia y validez del marxismo-leninismo-maoísmo y la necesidad de la revolución y de partidos comunistas marxista-leninista-maoístas que dirijan las luchas del proletariado y el pueblo en el mundo y el país para plasmarla.

La matanza de 335 prisioneros que la reacción tenía en sus garras es prueba incontrastable de la política reaccionaria que el Estado peruano aplicó contra los prisioneros políticos, dentro de su siniestra política contrasubversiva genocida, cruel y vesánica contra los pueblos más atrasados del Perú, para desaparecerlos por ser pobres, como en Umaru, Bellavista, Accomarca, Cayara, Huambo, Huambalpa, Putis, Los Cabitos, Estudiantes De La Universidad Del Centro, La Cantuta, El Mantaro, El Santa, El Río Huallaga, entre muchos otros con miles de muertos y miles de desaparecidos, que los reaccionarios con la complicidad de los organismos de derechos humanos, que jamás defendieron a los prisioneros políticos y de guerra del Partido Comunista del Perú, porque para ellos no somos humanos, no somos ciudadanos, no somos personas. Hoy, quedamos 300 prisioneros políticos y de guerra, quedan sus aberrantes leyes de excepción, rotuladas antiterroristas, propia de dictaduras abiertas, y que hoy lo siguen usando como arma de guerra contrasubversiva y, a pesar de que la guerra terminó hace 21 años, han profundizado el aislamiento del doctor Guzmán y la profesora Iparraguirre, siguen fortaleciendo su legislación antiterrorista dando leyes para sepultarnos de por vida en prisión, quitan beneficios penitenciarios, emiten leyes para impedirnos trabajar y perseguirnos de por vida si obtenemos la libertad y proyectan las leyes de negacionismo y modificaciones a la de apología para amordazarnos e impedir que la verdad histórica de la guerra popular quede establecida e imponer la verdad reaccionaria. Pero la guerra popular está grabada en el lomo de los cerros y el alma de los pobres, tiempo al tiempo sus grandiosos logros iluminarán las futuras jornadas por venir y a las generaciones venideras.

Y a todo esto, los responsables políticos directos de la barbarie genocida, política general del Estado peruano a lo largo de su guerra contrarrevolucionaria, contra los campesinos, los obreros, las mujeres, los estudiantes: el arquitecto Fernando Belaúnde, de 1980 a 1985; el señor Alan García, del 85 al 90; y Alberto Fujimori del 90 para adelante ¿han asumido su responsabilidad ante el país o ante los tribunales? Nunca, ninguno, ni siquiera se les ha acusado de estos crímenes contra ciudadanos peruanos, hasta se dicen “demócratas” cuando no son sino defensores del viejo orden, representantes de la sanguinaria dictadura del gran capital.

En este Día De La Heroicidad, al rendir solemne homenaje a nuestros héroes, hito en el heroísmo masivo de nuestro pueblo, nos comprometemos a seguir su luminoso ejemplo de entregar la vida luchando por los intereses del proletariado, y del pueblo. Persistimos en solución política, amnistía general y reconciliación nacional. Llamamos al proletariado y al pueblo peruanos a desarrollar la lucha por la libertad de los presos políticos y prisioneros de guerra como parte indesligable de la lucha de la clase y el pueblo contra el sistema capitalista opresor y explotador.

Finalmente decimos que no somos terroristas, somos revolucionarios, somos comunistas, somos marxista-leninista-maoístas, pensamiento gonzalo, el doctor Guzmán no es terrorista, es el Presidente Gonzalo, la más alta expresión del proletariado, el más grande marxista-leninista-maoísta viviente, en cuya Jefatura y todopoderoso pensamiento nos reafirmamos pues sólo así seguiremos sirviendo al pueblo de todo corazón fundidos en sus luchas en función de la revolución socialista al servicio de la revolución mundial bregando indoblegablemente por nuestra meta comunista.

¡GLORIA A LOS HÉROES DEL PUEBLO!
¡COMPAÑEROS DE EL FRONTÓN, LURIGANCHO Y EL CALLAO, PRESENTE!
¡SOLUCIÓN POLÍTICA, AMNISTÍA GENERAL Y RECONCILIACIÓN NACIONAL!
¡PRESOS POLÍTICOS LIBERTAD!
¡VIVAN LAS LUCHAS DEL PUEBLO!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN!

Perú, 19 de junio 2013

Comité Nacional de Prisioneros Políticos y de Guerra del Perú




(Tomado de http://www.cedema.org/ver.php?id=5698 )


miércoles, 26 de diciembre de 2012

Balance 2012 de lucha anti guerrillera en Perú


Tomado del diario El Comercio, de Perú. http://bit.ly/VcY6Y3


Balance 2012: Cayó ‘Artemio’ pero los tentáculos de Sendero Luminoso se extendieron

Un experto en temas de subversión, dos ex ministros y una congresista analizan la política contra el terrorismo y narcotráfico ejecutada por el Gobierno este año

Mientras que el terrorismo en el Huallaga cayó, en el Vraem los Quispe Palomino extendieron su campo de operaciones.

Por Sebastian Ortiz


Al iniciar su Gobierno, el presidente Ollanta Humala afirmó que acabaría con los remanentes de Sendero Luminoso del Huallaga y del valle de los ríos Apurímac y Ene (Vrae) Su promesa tomó fuerza con la captura de Florindo Eleuterio Flores Hala ‘Artemio’ en febrero pero dos meses después, la operación Libertad reveló las falencias de la estrategia antisubversiva.

En aquella incursión de la Policía Nacional y Fuerzas Armadas al valle de La Convención, en el Cusco, el Gobierno sufrió el más duro golpe perpetrado por las huestes de los hermanos Quispe Palomino en este año: ocho agentes muertos, el penoso rescate del cadáver del suboficial PNP César Vilca y la salida por la puerta falsa de los ministros del Interior y Defensa.

Hoy, un experto en temas de terrorismo, dos ex ministros y una congresista analizan la política contra la subversión aplicada en el 2012 por el actual régimen. La mayoría coincide en que se avanzó poco en el terreno militar-policial y que los senderistas aprovecharon esto para ganar terreno en la región sur andina del país.

EL HUALLAGA TRAS ‘ARTEMIO’

El ex ministro de Defensa Roberto Chiabra reconoció que la caída de ‘Artemio’ fue un golpe importante del Gobierno al terrorismo. Sin embargo, consideró que su captura no ha significado un verdadero cambio para la situación de los pobladores en el Huallaga. ¿La razón? “El narcotráfico sigue operando en el lugar”, dijo.

En comunicación con elcomercio.pe, el general EP (r) reiteró que el enemigo ha sido mal enfocado y que las fuerzas combinadas deben tener como prioridad a los cárteles que operan en el país. “Si le quitas el narcotráfico, ¿a qué se dedican los senderistas? ¿Cómo se financiarían? No tienen nada”, aseguró.

Sostuvo que pese a la desintegración del Comité del Alto Huallaga, en el lugar todavía existen laboratorios clandestinos de droga y que las rutas de entrada y salida de insumos químicos para la elaboración de pasta básica de cocaína aún son controladas por las organizaciones criminales.

En esa misma línea, el ex titular del Interior y congresista fujimorista, Octavio Salazar, advirtió que en el valle del Monzón se encuentra el camarada ‘Héctor’ y 26 terroristas más enviados por los Quispe Palomino desde el Vraem para tomar posesión del terreno dejado por el último integrante del Comité Central de Sendero Luminoso en ser capturado.

“Se está creando el Comité Regional Oriente de la facción de los Quispe Palomino. ‘Héctor’ y sus hombres están realizando una labor de adoctrinamiento, es decir, creando bases de apoyo. ¿Qué significa tener bases de apoyo? Tener control sobre la cadena del narcotráfico, incluyendo a cierto sector de la población. Ellos serán sus ojos y oídos”, explicó en diálogo con este medio.

LA PERCEPCIÓN DE DERROTA

Veinticuatro agentes, entre policías y militares, han fallecido en los últimos 12 meses en el ahora valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) y en el valle de La Convención. Algunos perdieron la vida durante emboscadas y otros fueron víctimas de los francotiradores senderistas. Uno de ellos, el abatido ‘William’, fue sindicado como el asesino de la mayor PNP Nancy Flores.

El experto en temas de terrorismo y narcotráfico Rubén Vargas señaló que este Gobierno al igual que el aprista carece de una brújula para saber a qué dirección llevar la lucha contra los remanentes de Sendero Luminoso en el valle cocalero. “Las fuerzas combinadas han venido soportando ataque tras ataque. Lamentablemente, no se ha podido revertir la percepción de derrota en el Vraem”, agregó.

Vargas opinó que lo primero que debe hacer el Ejecutivo es repetir “la experiencia exitosa” que tuvo un grupo especial de la Policía Nacional en el Huallaga y que fue utilizada en el único éxito en el valle cocalero del sur: la intervención a ‘William’ en setiembre. “Las acciones de inteligencia deben ser prioritaritas, incluso más allá de la instalación de nuevas bases”, complementó.

LA EXTENSIÓN SENDERISTA

Uno de los resultados negativos de este año, según el analista, es que las huestes de los hermanos Quispe Palomino “han amplificado significativamente su radio de presencia, influencia y acción”. Ahora, continuó, no solamente están en el Vraem, también se encuentran en la selva del Cusco y las zonas andinas de la provincia de Jauja (Junín).

“En los últimos meses hemos visto cómo el terrorismo, que estaba encapsulado en el Vraem, ha crecido territorialmente hostigando a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional”, expresó.

Por ello, Vargas afirmó que no ha existido ningún avance en la lucha antisubversiva y que, por el contrario, se registra un retroceso en esta.

“Insisto, el grupo terrorista está dominando territorios en los que antes no estaba y que tienen relación directa con el corazón energético del Perú. El terrorismo en el Vraem se ha convertido en una amenaza para la seguridad del país en medida de que está en capacidad de poner en riesgo, de atacar, el corazón energético del Perú (Camisea) y dejar sin energía al 40% del territorio nacional”, manifestó.

Aunque el ex ministro Salazar coincidió con la opinión del experto en temas de terrorismo en el sentido de la expansión de los remanentes, destacó como avances del Gobierno en el 2012 la aplicación del plan Vraem y el anuncio de compra de helicópteros, equipamiento para policías y militares y la construcción de nuevos cuarteles.

LA AMENAZA DEL ‘PENSAMIENTO GONZALO’

En una línea paralela al senderismo del Vraem, en Lima y ciudades del interior del país el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) se ha infiltrado en gremios como el Sutep y en las universidades. Según el sociólogo Gonzalo Portocarrero, en el fondo el grupo “no han renunciado a la lucha armada, pero pretenden usar la legalidad coyunturalmente sin haber renunciado a la violencia”.

A juicio del autor del libro “Profetas del Odio” , el “instigador” del Movadef es el sanguinario terrorista Abimael Guzmán, que está recluido en la Base Naval del Callao, pero las cabezas visibles son sus abogados Alfredo Crespo y Manuel Fajardo .

El analista Rubén Vargas señaló que se debe tener cuidado que la ley del negacionismo, impulsada desde el Ejecutivo y lista para el debate en el pleno del Congreso, “se vaya a convertir en un bumerán en medida de que los dirigentes del Movadef vayan a querer convertirse en perseguidos políticos”.

Cuestionó que la norma, modificada en las comisiones de Justicia y Constitución, sancione a quien pretenda negar un hecho terrorista que haya sido castigado por sentencia judicial. “La pregunta que nos hacemos es, ¿acaso todos los ciudadanos deben estar enterados de una sentencia judicial? ¿Acaso la Constitución no nos permite criticar u opinar sobre las resoluciones judiciales? Ni el Gobierno ni el Congreso tienen una idea clara de cómo enfrentar al brazo político de Sendero”, aseguró.

En respuesta, la presidenta de la Comisión de Justicia, Marisol Pérez Tello, defendió la iniciativa e indicó que todavía puede ser perfeccionada durante el debate. Explicó que esta ley está dirigida a aquellas personas que conociendo perfectamente los fallos sobre el terrorismo, insisten en negar los delitos de este tipo.

La legisladora se animó a sostener que el proyecto de ley del negacionismo y la aprobación de las normas que impiden a profesores condenados por terrorismo estar en las aulas y la que castiga hasta con 35 años de cárcel el financiamiento de acciones subversivas, constituyen un avance del Gobierno para frenar al Movadef.

Reconoció que en un inicio hubo cierta pasividad frente ante este movimiento, que pide la liberación de Guzmán, y aseguró que la tarea de enfrentarlo ideológicamente no solo recae en el Ejecutivo o Congreso, también en los partidos políticos y en la sociedad.