sábado, 15 de junio de 2013

La guerrilla opera en un tercio de India y se convierte en “la mayor amenaza del Estado"


Nota – El siguiente artículo se publicó en la edición del diario “El Mundo” de Madrid del pasado lunes 10 de junio de 2013, pág. 30. Pese a algunos errores (como señalar que la guerrilla maoísta viene actuando “desde principios de los años 80” cuando su lucha armada contra el Estado semifeudal indio comenzó en 1967) se trata de un interesante artículo tanto por su extensión (a toda página con una gran foto con el texto “Un guerrillero maoísta posa con una gorra en el estado de Chhattisgarh, zona clave dentro del llamado `corredor rojo´”) como por ser de los escasas informaciones que aparecen en la prensa burguesa española sobre la Guerra Popular en la India.  La transcripción es de Gran Marcha Hacia el Comunismo. Madrid, junio 2013.


La nueva India – Una guerrilla en auge
EL DESAFÍO DE LOS HIJOS DE MAO


David Jiménez / Indore (India) – Enviado Especial

Los políticos del Partido del Congreso regresaban de un mitin  cuando una mina explotó al paso de su convoy. Atacantes en fatigas militares asaltaron los vehículos y sacaron a los supervivientes a rastras. El veterano dirigente local Mahendra Karma fue llevado a un apartado y preguntado si tenía un último deseo. “Permaneció en silencio y fue apuñalado por una de las guerrilleras”, según el testimonio de uno de los campesinos que presenció el ataque. “Las demás mujeres se abalanzaron sobre él”. El cadáver del dirigente del Partido del Congreso en el estado de Chhattisgarh fue encontrado con 78 heridas de machete.

La emboscada de los maoístas el pasado 25 de mayo mató a 29 personas y eliminó a la cúpula regional de la formación que gobierna la India. Fue la confirmación de que la guerrilla se encuentra, tres décadas después de alzarse en armas, más fuerte que nunca. Los rebeldes operan ya en un tercio de los 626 distritos del país, gobiernan zonas remotas en las que cobran sus propios impuestos y cuentan con una fuerza de 40.000 efectivos. “Eran enemigos del pueblo y merecían  morir”, aseguraba el ilegalizado Partido Comunista de  la India, el brazo político de la guerrilla, al describir su acción en Chhattisgarh.

Mahendra Karma se había convertido en un objetivo de los rebeldes desde que en 2006 organizó un novedoso y fracasado intento de frenar su avance: la creación de Salwa Judum o “cacería de purificación”, una milicia popular armada por las autoridades para combatir allí donde el ejército no alcanzaba. El resultado ha sido más víctimas civiles y un recrudecimiento del conflicto. “Gobierno y maoístas dicen actuar en favor de los pobres”, asegura Meenakshi Ganguly, de la organización Human Rights Watch en la India. “Pero las atrocidades cometidas por ambos dañan a la gente que dicen querer defender”. La guerrilla se alimenta de la persistente pobreza en sus zonas de influencia, concentradas en las selvas del llamado “corredor rojo” que incluye el estado de Chhattisgarh y áreas de Madhya Pradesh, Orissa, Andhra Pradesh y Maharashtra. Formada por tribus locales con una historia de resistencia centenaria, incluida su beligerancia hacia los colonizadores británicos, han adoptado la ideología de Mao Zedong en China. Su objetivo final: un gobierno liderado por el proletariado y el final de lo que llaman “la dictadura de los ricos”.

Las reformas y el crecimiento de los últimos años han mejorado la vida de millones de indios, sobre todo en las urbes, pero también han agrandado las diferencias entre una élite que se ha beneficiado desproporcionadamente y las comunidades rurales que apenas lo han hecho. La urbanización de zonas hasta hace poco campesinas ha creado símbolos de desigualdad como el de Gurgaon, una ciudad satélite desarrollada en las afueras de Delhi: nuevos rascacielos y centros comerciales se mezclan con descampados donde los desplazados por la construcción se hacinan en tiendas de campaña. “No tenemos otro lugar done ir” explica la anciana S. Sharma, cuya vivienda fue expropiada para hacer sitio al parque tecnológico de Gurgaon.

“Nos dijeron que la tierra donde habíamos vivido siempre no era nuestra”.

En pocos lugares la brecha entre la nueva opulencia y la vieja pobreza es más evidente que en Chhattisgarh, un estado rico en yacimientos mineros que sirve de materia prima a grandes corporaciones del país. El dinero se concentra en unas pocas familias y no ha llegado a las cientos de aldeas que siguen sin electricidad o agua corriente. La mitad de los niños de las zonas más deprimidas están desnutridos.

Para la escritora y activista india Arundhati Roy, que convivió con los maoístas durante semanas para escribir su ensayo “Caminando con los camaradas”, la violencia de los rebeldes es una lucha existencial por defenderse de una alianza formada por políticos corruptos y las elites que dominan el país. “Se enfrentan con violencia a una violencia estructural que busca su desaparición”, según la autora de “El dios de las pequeñas cosas”.

Roy ha sido duramente criticada en su país por defender a quienes el Gobierno describe como simples terroristas y “la mayor amenaza contra el Estado”, en palabras del primer ministro Manmohan Singh. Las autoridades han buscado una doble estrategia para frenar el alzamiento, duplicando los fondos para el desarrollo de las zonas más pobres del “corredor rojo” y buscando la victoria militar con la ofensiva Caza Verde, lanzada en 2009 y todavía en marcha.

Los rebeldes se han mostrado hasta ahora más preocupados por el dinero llegado de Nueva Delhi, y no tanto por las armas. Colegios, hospitales y carreteras construidos por el Gobierno han sido saboteado, al igual que las señales de televisión y radio. El ministro de Desarrollo Rural, Jairam Ramesh, cree que la guerrilla busca mantener el retraso y la pobreza de las comunidades donde opera para sobrevivir”. “No se debería trasladar una idea romántica de los maoístas. Están propaganda miedo y terror”, según Ramesh.

La historia de un conflicto

  Inspirados por la ideología de Mao Zedong, los naxalitas indios buscan derrocar al Estado indio desde principios de los años 80 y claman por un gobierno dirigido por el proletariado.

*   Los rebeldes han crecido en número hasta alcanzar los 40.000 efectivos, pasando de simple guerrilla a ejército regular y operando en 180 de los 626 distritos del país. En las zonas bajo su control cobran impuestos, fijan las leyes y administran justicia.

*    Más de 8.000 personas, la mayoría civiles, han muerto desde 2001 en el conflicto. Frente a los maoístas está el Ejército indio, que desde 2009 busca una victoria militar completa, y milicias conocidas como “cacería de purificación”, formadas por 5.000 voluntarios del Gobierno. /D.J.

*    Las autoridades indias han utilizado una doble estrategia para frenar el alzamiento, duplicando los fondos para el desarrollo de las zonas más pobres del “corredor rojo”.




(Tomado de http://rsamadrid.wordpress.com/2013/06/15/el-mundo-trata-la-cuestion-naxalita-con-mas-veracidad-que-el-pcpe/ )

viernes, 14 de junio de 2013

Birmania autoriza misiones humanitarias de la ONU en territorio rebelde


 Bangkok, 14 de Junio.- El Gobierno de Birmania ha desbloqueado el desarrollo de las operaciones humanitarias de Naciones Unidas en la zona norte del país, controlada por la organización armada de la etnia kachin, indicó hoy el organismo multinacional.

Un convoy de diez camiones que transportaban alimentos, otros víveres y cerca de 5.000 tiendas de campaña para dar cobijo a las personas necesitadas partió el pasado miércoles hacia el territorio kachin colindante con China, explicó la ONU en un comunicado.

La autorización a Naciones Unidas para distribuir ayuda básica entre los miles de desplazados por los combates librados entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla fue dada por el Ejecutivo tras el preacuerdo de alto el fuego alcanzado por las dos partes el pasado 30 mayo.

Los dos años de intermitentes combates entre la guerrilla kachin y las tropas gubernamentales han causado cerca de 100.000 personas desplazadas, de las que más de la mitad se encuentran en áreas controladas por la organización rebelde, según la ONU.

La Organización para la Independencia Kachin, cuyo brazo armado es el Ejército de Liberación Kachin, persigue una mayor autonomía para la región en la que habitan los miembros de la etnia, situada al norte de Birmania que bordea con China

 Una mayor autonomía es la reivindicación principal de casi todas las minorías étnicas birmanas, que incluyen a los shan, karen, rakhine, mon, chin o kayah, además de los kachin, y que representan más del 30 por ciento de los 53 millones de habitantes del país.

La guerrilla kachin cuenta en sus filas con entre 7.500 y 8.000 combatientes y controla áreas del extremo norte del país en las que obtiene financiación mediante el cobro de impuestos al intercambio comercial fronterizo.

La organización kachin dice representar a cerca de 1,2 millones de personas de esta etnia.

Birmania, después de casi medio siglo de regímenes militares, atraviesa una etapa de reformas encaminadas hacia la paz y democracia desde que la última junta se disolvió y entregó el poder a un gobierno civil afín formado, en su mayoría, por exgenerales del anterior régimen.

jueves, 13 de junio de 2013

ONU alerta sobre reclutamiento de niños soldados en conflictos armados y guerrillas


13 junio, 2013

Las Naciones Unidas denunciaron ayer el impacto “devastador” que tienen sobre la infancia los diferentes conflictos armados que tienen lugar actualmente en muchos países, y denunció al mismo tiempo el reclutamiento de niños por parte de los grupos armados que actúan en Colombia, lo cual es, a tenor de la regulación existente, un crimen de guerra. Ello se desprende del último informe anual del secretario general del organismo internacional, Ban Ki Moon, sobre la “Situación de los niños en conflictos armados”.

El documento, está fechado el 13 de mayo pero fue difundido públicamente ayer mismo durante un evento especial en Nueva York. La encargada de hacer la exposición general del documento fue la representante especial del secretario general, Leila Zerrougui. “La justicia internacional debe tener lugar preponderante cuando los tribunales nacionales carecen de la capacidad o de la voluntad para llevar a los perpetradores de estos crímenes ante la justicia”, advirtió Zerrougi.

El estudio, correspondiente al año 2012, contiene un capítulo especial sobre Colombia y allí se sostiene que se logró documentar “el reclutamiento y el uso generalizado y sistemático de niños por grupos armados no estatales”, vale decir, por la guerrilla colombiana. Es de recordarse que justo en estos momentos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) participan en un diálogo de paz con el Ejecutivo de dicho país en un complicado y tortuoso proceso que apenas va por su segunda fase, iniciada antier.

El informe sostiene que al menos se conocieron el año pasado unos 300 casos de reclutamiento de niños soldados. “En febrero de 2012, durante una redada en el Meta, el Ejército Nacional de Colombia encontró a una niña de 10 años y un niño de 12 años de edad, ambos vestidos con uniformes de las Farc”, es uno de los muchos casos relatados en el documento. “En marzo y abril de 2012 se denunciaron amenazas de reclutamiento de niños por las Farc (…) En Guaviare, esas amenazas forzaron a siete muchachos de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años a desplazarse”, agrega el estudio.

El caso de las niñas mereció atención especial por parte de las Naciones Unidas en su informe. “Si bien no se denuncian todos los casos, las niñas siguen siendo víctimas de actos de violencia sexual atribuidos a integrantes de grupos armados no estatales. Las niñas asociadas con dichos grupos son a menudo obligadas a mantener relaciones sexuales con adultos y presuntamente obligadas a abortar si quedan embarazadas”, denunció el organismo internacional. “En marzo de 2012 en Nariño, una niña de 16 años fue violada varias veces por miembros encapuchados de un grupo armado no estatal”, destaca el documento.

El ente multilateral expresó además preocupación por las continuas amenazas y ataques que reciben los educadores que se oponen u obstaculizan de alguna forma el reclutamiento de niños soldados en Colombia. “En septiembre de 2012 en Arauca, por ejemplo, tres maestros y un director de escuela se vieron obligados a desplazarse tras recibir amenazas de un grupo armado no identificado”, se puede leer en el capítulo especial del documento dedicado al vecino país.

Incumplimiento de la norma

El recurso a la violencia para dirimir los conflictos internacionales está prohibido en virtud de las disposiciones fundamentales del ordenamiento jurídico internacional. A pesar de ello, la guerra es un denominador común de muchos rincones del orbe, cuyos efectos se hacen sentir con mayor agudeza en los sectores más vulnerables de la población civil, vale decir, aquellos más propensos a ver sus derechos violados.

A pesar de que los civiles cuentan con una protección especial según las directrices contenidas en el Derecho Internacional Humanitario y que en especial los niños, deben recibir incluso garantías adicionales en razón de su condición, lamentablemente es en los conflictos armados cuando los derechos de la infancia son más ignorados. Una de las situaciones más penosas sin duda alguna es el reclutamiento de niños para que participen directa o indirectamente en las hostilidades.

“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar la protección y el cuidado de las niñas y niños afectados por un conflicto armado”, reza el artículo 38 de la Convención de los Derechos del Niño, considerado como el instrumento legal más suscrito y ratificado del mundo. Esta Convención cuenta con un Protocolo Facultativo sobre lo relativo a la participación de niños en los conflictos armados, que entró en vigor hace sólo once años.

El primer artículo del referido Procolo dispone que los países harán lo posible para que ningún menor de 18 años pueda ser combatiente en escenarios bélicos. A modo muy excepcional, el Protocolo expresa la posibilidad de que un menor de edad sea reclutado en determinadas circunstancias, siempre y cuando ello se haga cumpliendo con ciertas medidas de salvaguardia tales como que el reclutamiento en cuestión sea voluntario y con el consentimiento de sus padres.

Se considera que el reclutamiento de niños soldados es un crimen de guerra y como tal ha sido objeto ya de jurisprudencia por parte de la Corte Penal Internacional en La Haya. Charles Taylor, expresidente de Liberia entre 1997 y 2003, fue sentenciado en abril del año pasado por dicha instancia. Uno de los once crímenes por los que fue condenado, fue precisamente el reclutamiento de menores de edad. La sentencia que recibió el otrora mandatario fue de medio siglo de cárcel.

 Efectos devastadores

Usualmente los niños que han participado en conflictos armados tienen un temor fundado de volver a sus hogares puesto que en muchos casos, han sido los victimarios en masacres o matanzas en sus propias comunidades. Existe una estigmatización, marginación y rechazo hacia ellos que les hace susceptibles de caer en manos de la delincuencia común o bandas organizadas. Debido a que fueron sacados del sistema educativo, sus destrezas o habilidades suelen ser lo único con lo que cuentan, al carecer de formación académica o profesional alguna, lo cual redunda en desempleo y pobreza.

Desde el punto de vista psicológico, los niños soldados a menudo presentan síntomas postraumáticos, de ansiedad, depresión, trastornos de conducta, sintomatología producto del abuso de substancias psicotrópicas o tóxicas, desregulación de los impulsos agresivos y de la conducta violenta, junto a fuertes sentimientos de pérdida e incluso de desarraigo. La reintegración social suele ser difícil o en algunos contextos, sencillamente imposible. El proceso de rehabilitación suele demorar muchos años e incluso toda la vida.

En lo que atañe particularmente a las niñas soldados, además de los evidentes trastornos ocasionados por las agresiones y violencia sexual experimentadas, las lesiones físicas pueden ser irreversibles. Ello sin tomar en cuenta por otro lado, la alta probabilidad que tienen de sufrir el contagio de algún tipo de enfermedad sexual incurable y por tanto, potencialmente mortal. Cuando vuelven a sus casas, son rechazadas -aún más que los niños- por sus comunidades y sus familias, especialmente si han sido violadas o regresan con hijos producto de las relaciones durante su reclutamiento.

¿Qué es un niño soldado?

De acuerdo con la definición universalmente aceptada, emanada de los Principios de Ciudad del Cabo de 1997, un niño soldado es “toda persona menor de 18 años que forme parte de cualquier fuerza o grupo armado, regular o irregular, con independencia de las labores que desempeñe”. El reclutamiento de niños para que se conviertan en combatientes o soldados, se suele hacer forzadamente, incluso mediante el secuestro y extracción de sus familias y comunidades de origen o residencia habitual.

En general, las partes involucradas en una guerra recurren a los niños soldados por varias razones: mayor disposición a obedecer órdenes, susceptibles de ser manipulados y además, se les considera idóneos para ciertas labores específicas como las de tipo “doméstico” en el campo de batalla o como porteadores de municiones, detectores de posiciones enemigas y hasta como señuelos, siendo en este último caso, las víctimas directas en caso de algún ataque.

(Fuente: nuevaprensa.com.ve)


Contexto

Liga al reporte Children and armed conflict
Report of the UN Secretary-General:

http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/67/845


Leila Zerrougui

La Sra. Leila Zerrougui fue nombrada Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los niños y los conflictos armados con la categoría de Secretaria General Adjunta en septiembre de 2012. En esa capacidad actúa como voz de la conciencia y defensora independiente con el fin de concienciar sobre la relevancia de los derechos y la protección de los niños y niñas afectados por los conflictos armados.

Justo antes de su nombramiento, la Sra. Zerrougui era Representante Especial Adjunta del Secretario General y Jefa Adjunta de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), donde, desde 2008, lideró las iniciativas de la Misión dirigidas a reforzar el estado de derecho y la protección de los civiles.

La Sra. Zerrougui es experta jurídica en derechos humanos y en administración de la justicia y ha seguido una destacada trayectoria profesional dedicada al fortalecimiento del estado de derecho y la promoción de estrategias y acciones para la protección de grupos vulnerables, en particular las mujeres y los niños.

La Sra. Zerrougui, abogada de profesión, fue miembro desde 2001 del Grupo de Trabajo sobre la detención arbitraria establecido por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y desempeñó las funciones de Presidenta y Relatora del Grupo de Trabajo de 2003 a mayo de 2008. Anteriormente, había trabajado como experta en varios grupos de trabajo y comités de la Comisión de Derechos Humanos.

Antes de trabajar en el ámbito internacional, la Sra. Zerrougui ya contaba con una dilatada carrera profesional en el sistema judicial argelino y, en 2000, fue nombrada miembro del Tribunal Supremo de Argelia.  También fue juez del tribunal de menores y juez de primera instancia de 1980 a 1986 y juez del tribunal de apelaciones de 1986 a 1997. De 1998 a 2000, la Sra. Zerrougui trabajó como asesora jurídica en el gabinete del Ministro de Justicia y, de 2000 a 2008, como asesora jurídica en el gabinete del Presidente de la República. También ocupó varios puestos de alto nivel en el Gobierno argelino y fue miembro de la Comisión Nacional de Argelia para la Reforma del Sistema Judicial.

La Sra. Zerrougui se graduó en la Escuela Nacional de Administración de Argel en 1980. Desde 1993, ha ocupado varios puestos académicos en facultades de derecho de Argelia y fue profesora asociada en la Escuela Superior de la Magistratura de Argel. Es autora de numerosas publicaciones sobre la administración de la justicia y los derechos humanos.

La Sra. Zerrougui nació en 1956 en Souk-Ahras (Argelia).