martes, 25 de diciembre de 2012
El EZLN y los militares (análisis)
Tomado del portal La Silla Rota http://bit.ly/V0vJMY
DE ORDEN SUPERIOR
25/DIC/2012
El EZLN y los militares
por Jorge Alejandro Medellín
1.- Se equivoca quien piense que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es o se convirtió en asunto menor para el Estado mexicano. Los zapatistas y el Subcomandante Marcos (Rafael Sebastián Guillén Vicente) han estado siempre bajo la mira del aparato de seguridad no solo como una expresión de auténtica inconformidad social, sino también como un foco de inestabilidad interna y desorden en el sureste y en otros puntos del país.
2.- Como expresión de una problemática social y política construida por el PRI y heredada por décadas por un sistema de suyo excluyente, corrupto y corruptor, el neozapatismo creado por activistas nacionales y extranjeros tuvo las condiciones más que necesarias para crecer y justificar su existencia en un contexto de resquebrajamiento del sistema político que en menos de seis años vivió un aparente derrumbe de sus estructuras para darle paso a un inusitado, inepto e irresponsable panismo en el poder.
3.- De 1994 a la fecha, el zapatismo del EZLN ha visto crecer a al menos dos generaciones de campesinos, indígenas, activistas y organizaciones civiles que son testigos del olvido y ninguneo oficial, del abandono del sistema y el regreso a las viejas prácticas corporativistas y de engranaje social tan recurridas por el priismo, el perredismo y un sector pragmático y acomodaticio del panismo.
4.- El zapatismo del EZLN también ha sucumbido al mesianismo de sus fundadores y dirigentes, concientizadores primero del oprobio y la brutalidad del sistema hacia los más desposeídos, y luego reventadores de procesos democráticos que tenían todo el derecho de ocurrir y darse como parte del crecimiento, de los tropezones y reacomodos de una sociedad muy distante de la perfección poética y utópica defendida por los redentores de un mundo mejor.
5.- El sistema, el aparato de Estado no ha apartado la vista del zapatismo. Entre 1994 y apenas el 2003, alrededor de 235 mil militares y marinos fueron movilizados por los gobiernos federales priistas y panistas hacia Chiapas para cercar y arrasar a los zapatistas, a sus bases de operaciones y a las comunidades que simpatizaran con ellos.
6.- La Fuerza Tarea Arcoíris (FTA) y la Fuerza de Tarea del Golfo Sur (FTGS), una formada inicialmente por 18 mil efectivos de la Sedena y la otra por 12 mil de la Marina, fueron creadas para acabar con el zapatismo a sangre y fuego. Se les capacitó de manera express y luego a conciencia dentro y fuera de México para no dejar piedra sobre piedra en la zona de control zapatista.
7.- La Sedena llegó a movilizar a 95 mil elementos en dos años de despliegue y reordenamiento táctico en 60 bases fijas, móviles, patrullas volantes y puestos de control que más tarde se convirtieron en pequeñas guarniciones para Operaciones de Baja Intensidad.
8.- La Marina, con menos personal especializado y capacitado para operar en Conflictos de Baja Intensidad (CBI), creó y fortaleció un grupo de 1,650 efectivos para a los que desplegó en 12 puestos de combate para infiltrarse en la zona zapatista. Los marinos operaron en patrullas que fueron entrenadas para operaciones de rastreo en selva y montaña por personal de los US Navy Seals.
El curso de patrullaje y operaciones especiales en ríos estuvo a cargo del Teniente de Navío Edwin D. Kaiser, de la Marina de los Estados Unidos (hoy Capitán de Navío y desde el 2008 Comandante de la Fragata de Misiles Guiados USS Simpson –FFG-56)
9.- Los marinos mexicanos aprendieron al menos 17 técnicas para rastrear zapatistas y eperristas y para evitar ser rastreados y capturados por columnas rebeldes en Chiapas y Guerrero. El adiestramiento recibido fue similar al que se les da a los militares de operaciones especiales en la Marina y el Ejército de los Estados Unidos.
10.- El EZLN y los otros grupos guerrilleros no perdieron tiempo y se rearmaron en estos años. La educación, el adiestramiento y el adoctrinamiento crecieron a la par de la continua explotación de vivida durante cientos de años en Chiapas. El abuso, el cinismo oficial y la manipulación prevalecen. Las condiciones para un estallido social nunca han dejado de estar presentes.
Tampoco la experiencia y adiestramiento de las fuerzas armadas para enfrentar el fenómeno del rezago y la burla ancestrales se ha ido. El ruido del que advierte Marcos en su comunicado de regreso, produce eco.
¿Qué pretexto van a decir ahora Enrique Peña Nieto y el viejo sistema priista para negar la justicia a los zapatistas y a todos los indígenas aplastados por la historia oficial y la no tanto?
¿Va a lanzar Sebastián Guillén a los indígenas a una guerra verdadera o seguirá emboscado en el sopor de la selva disparando desde la noche a quien no concuerde con la utopía?
Esto apenas empieza
@JorgeMedellin95
Etiquetas:
Chiapas,
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