Y finalmente abandonaron su silencio. Motivados por su muy personal sentido del tiempo, el EPR salió a hablar en contra de la Ley de Seguridad Nacional y en contra del fuero militar, y ahora las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) dieron una entrevista al periódico Noticias de Oaxaca, para hablar del sentido actual de la lucha armada y de las elecciones de julio próximo en esa entidad. La última vez que los “farpistas”emitieron un comunicado fue en octubre de 2008. Ahora, quien se dice el mayor Salvador es el declarante.
En una entrega de dos partes (I y II) comienza por reiterar lo que ya han dicho ellos y otros grupos: que la revolución popular no se dará este año por cuestiones de efeméride, como destino manifiesto o por determinismo histórico, sino que cualquier manifestación popular -insurrecciones, barricadas, levantamientos y atentados- tendría su origen, no en el movimiento armado organizado del país, sino en el incremento de la marginación pobreza en México, así como por la represión al pueblo y a los movimientos sociales.
Después teoriza y dice que el esquema de lucha guerrilera de los años 70 no tiene viabilidad en nuestros tiempos. Y desliza una crítica implícita a otros grupos: “las organizaciones guerrilleras y revolucionarias que impulsan la lucha armada, si quieren seguir siendo alternativa para el pueblo deben evoluionar y generar nuevas formas y mecanismos para desarrollar el trabajo político y militar, porque de lo contrario se caería en la inanición, el estancamiento o, lo que es peor, el retroceso”.
No se trata, dicen, de traicionar los principios revolucionarios sino de una readecuación de la estrategia y táctica a las condiciones de esta realidad cambiante. El problema es que en la entrevista esta definición se queda corta y no explican cuáles son las nuevas expresiones guerrilleras, cuáles son los cambios de adaptación de la lucha armada al siglo XXI. Es un pendiente que dejan las FARP. A ver si en uno de sus órganos oficiales Verde Olivo lo aclaran.
Ya en el tema local, uno no sabe qué pensar. El mayor Salvador, líder de un grupo guerrillero que le ha declarado la guerra al Estado y a sus instituciones, considera que los comicios de julio próximo representan una oportunidad ideal para realmente iniciar la transición democrática en Oaxaca, "si la oposición gana y se lo propone".
Va más allá al considerar la elección oaxaqueña como el “laboratorio de las alianzas que permitan abrir el paso a un cambio de la correlación de fuerzas de los partidos con rumbo al 2012".
La apuesta por el cambio por la vía electoral parece exagerada viniendo de un grupo armado. Sobre todo si se consdera que uno de los elementos de la alianza es el PAN.
Pero no sólo eso, las FARP sugieren que sea la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no nada más parte activa del cambio, sino la garante que haya una elección limpia y sin fraude en Oaxaca. “Tanto la coalición como el magisterio deben tener la capacidad de ver que ambos se necesitan. Y como ambos se necesitan, ambos deben de salir beneficiados”.
Del candidato de la alianza opositra al PRI, Gabino Cué Monteagudo, aseguran que es un aspirante "con reales posibilidades de ganar, si no hay un fraude y si además es capaz de vencer a la poderosa maquinaria oficial", aunque considera que su discurso es "demasiado técnico y no le llega a la gente, ni la base lo entiende (…) Otra de sus debilidades es que no ha podido acercar al PRD estatal al movimiento social y al magisterio de manera unificada y sin ello se pierde demasiada fuerza política".
Se puede entender el respeto guerrillero por todas las formas de lucha, incluida la electoral. Lo que no checa es el exacerbado entusiasmo y esperanza de que de unos comicios de Estado, surja la luz al final del túnel para Oaxaca.
En este sentido, por el timing de la entrevista, la publicación es un regalo caido del cielo para el PRI, que ahora en campaña podrá decir que los guerilleros apoyan a Gabino, para tratar de identificarlo con el radicalismo y la violencia. “Gabino, el amigo de insurrectos; Eviel, el candidato de la paz”. O algo así.
San Juan Copala
Hablando de Oaxaca, es muy preocupante la emboscada del martes pasado contra la Caravana Internacional de Observadores de Derechos Humanos que acudía a San Juan Copala a documentar los abusos a los derechos humanos en la región indígena triqui.
Dos personas muertas: Betty Cariño (directora del colectivo CACTUS, de Oaxaca) y Tyri Antero Jaakola (ciudadano finlandés), más cuatro desaparecidos: los periodistas David Cilia y Érika Ramírez, así como David Venegas y Noel Batista, fue el saldo del indignante ataque que debe resolverse a la brevedad.
El ataque no sólo ha de inscribirse en la lucha intestina del pueblo triqui, sino que involucra a un autodeclarado municipio autónomo zapatista, y por ende base social del EZLN en Oaxaca, que ha sido agredido una y otra vez por paramilitares y por el gobierno estatal que los financia.
miércoles, 28 de abril de 2010
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