29-junio-2010
Las bandas paramilitares del crimen organizado han logrado lo que las guerrillas de origen político no:
1. Control territorial que mina la gobernabilidad del país y singifica, en los hechos, la extinción del Estado de derecho en zonas localizadas del territorio nacional
2. Superioridad de fuego
3. Anulación de elecciones en algunas zonas (como se verá tras el asesinato de ayer en Tamaulipas)
4. Control de energéticos, vía el amago a Pemex
5. Poderío económico trasnacional
6. Dominio de fronteras (exportan e importan, lo mismo drogas, dinero, armas que personas)
7. Cobro de impuestos (extorsiones, derechos de piso)
8. Estabecen un sistema de justicia propio: tienen poder sobre vidas humanas; deciden quién debe vivir y quién no
9. Están a un paso de sustituir el régimen democrático por uno autoritario basado en sus AK-47.
No hay discurso oficial que logre revertir esta realidad. No se trata de voluntarismos o de apelar a una realidad diferente para que ésta se conceda. Así está hoy México.
En el camino se dicen muchas cosas:
Que fue un error de Calderón lanzarse en esta guerra sin calcular bien los riesgos .
Que debió hacerse de la vista gorda y no sacudir el avispero (y dejarlos crecer, claro).
Que no había de otra.
Que la clase política es en realidad la beneficiaria de esta lucha artificial porque es cómplice de los narcos.
Que generando empleos se acaba con la tentación de vender droga.
Que es la descomposición suprema del régimen al llevar al capitalismo hasta sus más extremas consecuencias.
Que votando por el _________(ponga el partido que quiera) se acabará la zozobra porque ellos sí saben cómo acabar con esta situación; porque el candidato ______________sí tiene la llave y los pantalones para poner a los malosos en cintura.
Que estaríamos mejor con López Obrador.
Que ningún delincuente tiene más fuerza que el Estado.
Que vamos ganando.
Que los narcos no existen, que es un complot diseñado desde el gobierno para criminalizar la protesta social.
Todo eso suena facilón y maniqueo, propio de nuestra mediocre clase política que reduce todo a tres tipo de soluciones: a) a balazos; b) cerrando los ojos, o; c) prendiéndole veladoras a un caudillo.
No se han planteado alternativas serias para romper la lógica económica de un negocio global, en el que México ocupa un lugar preponderante, pero no el único.
Por desgracia nuestro país carece de liderazgo en el concierto mundial, como para convocar a una gran reunión internacional para buscar que se consigan las tres A:
- Abatir los niveles de consumo mundial.
- Analizar los márgenes de la legalización de algunas drogas.
- Atacar a niveles quisquillosos el lavado de dinero, así como también, de manera importante pero secundaria, el tráfico mismo de armas y drogas.
Es el camino más largo, sí, pero el que puede garantizar resultados. De otra forma, si seguimos pensando chiquito y doméstico, los nueve puntos iniciales se pueden convertir en el doble o el triple.
lunes, 26 de julio de 2010
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