El pasado 16 de febrero publiqué en este espacio el texto Descarrilar el Metro, pésima idea, en el que revisé el caso de Adrián Magdaleno, quien fue detenido por la polícia del Distrito Federal el 4 de febrero, acusado de pretender lanzar una lata de gas butano en la línea 2 del Metro “con la intención de descarrilarlo”, según dijo la versión policiaca que teníamos hasta ese momento.
Por diversas vías he recibido observaciones de la imposibilidad de dicha acción con las herramientas disponibles por las personas acusadas. Incluso un grupo afín a los detenidos comentó que la acción era meramente propagandística y no terrorista.
De manera más contundente, un grupo anarquista contestó vía un comunicado que fue colgado en la red Liberación Total, redactado por alguien que, aseguran, tiene experiencia en esas cosas de sabotear. Transcribo íntegro el texto por sus peculiaridades técnicas:
“A continuación un valioso asesoramiento técnico escrito por un veterano saboteador.
“En relación a la detención del anarquista mexicano Adrián, un analista escribió: “Descarrilar un tren, una pésima idea”. Ahora, la versión del descarrilamiento es aquella que fue proporcionada por la policía.
“Aun no se tiene la versión de Adrián, que está bajo un estricto aislamiento en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, y la poco creíble versión facilitada por la policía y aceptada por periodistas y analistas, es desplomada a trasves del aporte de este veterano saboteador.
“Aun así, quedan en pié dos posibilidades: un incauto transporte del artefacto en el metro o una acción que fracasó en su intento. En ambos casos, solidarizamos con el compañero Adrián.
“Presxs en Guerra a la Calle!!!
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“Sobre descarrilamientos y estupideces…
“Es obvia la desinformación puramente propagandística y difamatoria en el caso de Adrián, también por el hecho de que algunas latas de gas butano ni siquiera le hacen las cosquillas a un tren o a unas vías.
“Sólo para darle un pliegue a una vía (tal vez capaz de procurar un descarrilamiento), sirven al menos unos cientos de gramos de explosivos de alto potencial (en que el acoplamiento con el gas no tiene ningún sentido técnico) y si nosotros ponemos (el calcúlo será subestimado) que la superficie del corte de una vía es de 50 cm², para cizallarla, el cálculo se hace fácilmente (25 gramos de explosivos de tipo militar por cada cm ²), que toma alrededor de 1,250 kilogramos de explosivos de alto potencial (militar).
“Si, luego, se calcula que, por ejemplo, la dinamita comercial es más débil y con la pólvora negra (la cual debe ser cuidadosamente direccionada a través de un envase de material estable, como una placa gruesa ya que adentro de una “lata” simplemente no haría otra cosa que una llamarada que ni cosquillas le hace a una varilla de 8 mm) para calcular hay que multiplicar por 6 veces para lograr el mismo efecto a nivel de destrozo, o sea por lo menos 6 o 7 kilos de pólvora negra, pues es claro desde ya la desinformación de los “datos” del “articulo”.
“La hipótesis de que se usara contra las vías (implícita, en caso de chismes sobre el “descarrilamiento”) no hubiera hecho detener ni por un momento el tráfico. Si fuera cierto la “noticia” del “humo en el tren” aun estaríamos frente a un fulminante de fabricación torpe y adelantada.
“Además, no es casualidad que una de las “reglas” de la guerrilla urbana es la de evitar lo más rígidamente posible el transporte de artefactos y/o explosivos en los medios públicos de masa por el peligro potencial muy grande para la gente “ajena a los hechos”, peligro ya lo suficientemente grande con todos los otros medios de transporte en un entorno poblado …
“Un veterano saboteador,
“Marco Camenisch”.
Hasta aquí la didáctica versión, que suena razonable en cuanto al poder de fuego necesario para sacar de riel un tren. También creo urgente conocer la versión del inculpado,a quien no se ha dejado hablar en público. Aun así, e independientemente de las motivaciones concretas de Magdaleno en este caso, mantengo firme mi reflexión de fondo, de rechazo al terrorismo y la muerte de personas inocenes en acciones rebeldes.
miércoles, 3 de marzo de 2010
De un veterano saboteador
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Por supuesto, muy a pesar de la controvertida cátedra técnica sobre explósivos, lo único que no se puede justificar son los "actos de propaganda" que busquen herir a cualquier persona, aún comprobándole culpabilidad alguna sobre algún tema a dirimir. El terrorismo no es viable en ningún contexto de liberación social. Los guerrilleros mexicanos se han caracterizado por tener una ética muy sólida; muy a pesar de los actos comprobados de secuestro que han efectuado. Incluso de ahí se desprende la suspicacia de sí fue el EPR quien secuestró a García Vilaseca, pues en su cautiverio fue herido cruelmente, violando todo sentido de humanidad.
ResponderEliminarExacto. Tienes razón en lo del tema de la ética sólida de los grupos guerilleros. Por eso dudo que el EPR esté detrás del secuestro de García Valseca. Ellos no dudan en revindicar sus actos. Aunque, por supuesto, todo es posible. Un saludo.
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