Boletín de Prensa
Los sobrevivientes y las viudas de la Masacre
cometida en la Comunidad Indígena de El Charco, Estado de Guerrero, por
integrantes del ejército mexicano, dan su testimonio de lo ocurrido ahí, hace
catorce años, mismos que llevan luchando por justicia, la que aún no ha llegado
a sus casas.
Diez integrantes del ERPI, se quedaron a dormir
en uno de los salones de la escuela, también se quedaron a dormir varios
indígenas ya que la Asamblea continuaría al día siguiente, alrededor de las dos
de madrugada fueron despertados por voces que desde un megáfono decían;
“pinches indios”, “la van a pagar ustedes”, “.mortereenlos”, El sobreviviente Efrén Cortes Chávez relata
que; “comienzan los fuegos cruzados, ya que al parecer el ejército se confronta
con columnas o columna del ERPI, por el lado de Coxcatlán y Tepuente esto como
entre un kilómetro o 500 metros, el ejército lanza granadas contra la columna y
contra la Escuela también. Algunos miembros del ERPI que se habían quedado en
uno de los salones logran escapar. Entre las 7 y 8 de la mañana, las personas
que aún se encuentran dentro de la escuela gritan que son civiles, que están
desarmados, que van a salir y que se rinden. Cortes Chávez afirma que vio con
vida a Mauro González Castro que era Comisario de la Comunidad de
Ahuacachahue, a Apolonio Jiménez García; Fernando Félix Guadalupe, salen
caminando hacia la cancha Honorio García Lorenzo y Mario Chávez García. Mismos
que después aparecen masacrados. A su vez a Ericka Zamora Pardo, manifiesta que
le consta, que cuando sale a la cancha con las manos en alto, solo había tres
muertos, Honorio García Lorenzo, José Rivera Morales y Ricardo Zavala Tapia, y
que se encontraban con vida dentro del salón los indígenas Fernando Félix
Guadalupe y Ceferino Damián Marcos quienes después aparecen masacrados.
Anastasio Ramírez Simona afirma que vio salir vivo y caminando rumbo a la
cancha a Manuel Francisco Prisciliano, que él no hablaba español, y cuando los
militares gritaron que no alzáramos la cara, el la alzo y le dispararon. Juan
García de los Santos es testigo que en el salón se encontraba herido pero con
vida Fernando Félix Guadalupe, ya que él fue herido cuando dispararon a las
aulas a las 2 de la mañana, que salió a la cancha con vida Apolonio Jiménez
García, quién iba detrás de él, escuchó cuando me grito “Juan ahora si ya me
pegaron”, él solo hablaba mixteco. Santiago Abad quién era Síndico, recuerda
que cuando acompaño a los familiares de los masacrados a recoger los cuerpos,
el cuerpo de Mario Chávez García de la Comunidad de El Charco presentaba tiro
de gracia.
Las viudas Eustolia Castro Ramírez, Juana
Morales Guadalupe, Catalina Leobardo Aurelia, y Marcela Petra Cayetano,
afirman que los cuerpos de sus esposos presentaban tiro de gracia, además de
diferentes huesos rotos.
La Sra. María Julia Lucaria, de la Comunidad
Coxcatlan Candelaria, nunca recibió el cuerpo de su hijo, ya que hubo
una confusión y el cuerpo de su hijo Ceferino Damián Marcos fue confundido por
la familia de Juan García de los Santos, quienes lo enterraron en su comunidad.
Hasta el día de hoy no se ha podido resolver esa confusión y Juan García de los
Santos legalmente se encuentra muerto y no ha podido arreglar este problema.
Ericka Zamora Pardo y Efrén Cortes Chávez,
señalan a El General Oropeza Garnica, como el militar que los interrogó en la
Comunidad de El Charco, mismo que es nombrado en las declaraciones de
integrantes de ejército que participaron en estos hechos como el Comandante de
la 27/a Zona Militar que llego con elementos de refuerzos a El Charco.
La reportera del Periódico del Sur, Maribel
Gutiérrez, manifiesta que recuerda que asistía a las Audiencias Procesales
Jesús Navarrete Prida quién era el Subprocurador de Procesos de la Procuraduría
General de Justicia, quién fue también Procurador General de Justicia del
Estado de México, del año 2001 al 2006, y es uno de los Responsables del
Operativo en contra de la Población de San Salvador Atenco el 3 y 4 de mayo del
2006.
Si hubo presencia de guerrilleros en la escuela
de la Comunidad de El Charco, no justifica las Ejecuciones Extrajudiciales,
torturas y demás violaciones a los derechos humanos cometidas ahí por el
ejército mexicano, la Corte Interamericana ha señalado que en casos de
ejecuciones extrajudiciales es fundamental que los Estados investiguen
efectivamente la privación del derecho a la vida y castiguen a todos sus
responsables, especialmente cuando están involucrados agentes estatales, ya que
de no ser así se estarían creando, dentro de un ambiente de impunidad, las
condiciones para que se repitan estos hechos, lo que es contrario al deber de
respetar y garantizar el derecho a la vida. Además, si los hechos violatorios a
los derechos humanos no son investigados con seriedad, resultarían, en cierto
modo, favorecidos por el poder público, lo que compromete la responsabilidad
internacional del Estado Mexicano.
Han pasado más de 13 años que la Relatora de
Ejecuciones Extrajudiciales Sumarias o Arbitrarias Sra. Asma Jahangir en su
informe del año de 1999 manifestara en relación a la Masacre de El Charco que
“…desea poner de relieve que, de haber habido realmente un intercambio de
fuego, tampoco se justifican las violaciones de los derechos humanos, incluidas
las ejecuciones sumarias, presuntamente cometidas por los militares. Tampoco es
muy pertinente determinar si hubo resistencia armada desde el interior de la
escuela, ya que al parecer los abusos se produjeron tras la rendición del
grupo. La Relatora Especial tiene el convencimiento de que hay muy buenas
razones para investigar las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por las
fuerzas armadas en este incidente.”.
RED SOLIDARIA DÉCADA CONTRA LA IMPUNIDAD A.C.
22 de Mayo de 2012
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