miércoles, 27 de junio de 2012
Comunicados #1 y #2 de Coordinación Revolucionaria Libertad
COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA LIBERTAD
MANIFIESTO A LA NACIÓN #2
Al pueblo de México
A los pueblos de América Latina y el mundo
En medio de una verdadera catástrofe social, la cúpula empresarial y política del país ha decidido imponer a toda costa al próximo presidente de la república y conservar la mayoría en el congreso, con el objeto de profundizar la privatización de los bienes nacionales, reforzar el autoritarismo estatal y garantizar la desenfrenada acumulación de capital.
Esta decisión política significa que la maquinaria para consumar un nuevo fraude electoral se encuentra en marcha y puesta a funcionar a todo lo que da.
De esta ominosa decisión dan cuenta una serie de hechos entre los que destacan la campaña de terror que ha significado durante seis años la supuesta guerra contra el narcotráfico, el bombardeo mediático instrumentado por el duopolio televisivo y algunos otros medios electrónicos e impresos, las preferencias fabricadas a modo por encuestadoras privadas, la sumisa actuación del IFE, el acarreo, la compra y la coacción del voto; todo esto a favor de Enrique Peña Nieto, candidato del PRI, así como a favor de otras candidaturas al congreso y a la titularidad de algunos gobiernos estatales y presidencias municipales, candidaturas pactadas entre distintos partidos, incluidos los de la izquierda electoral.
No obstante, una serie creciente de movilizaciones y protestas protagonizadas por diferentes sujetos sociales, están poniendo en cuestión el uso faccioso de las instituciones estatales y la subordinación de la política a las necesidades del capital, tratando de cerrar el paso a este nuevo atentado fraudulento y golpista.
El origen de la mayoría de estas movilizaciones se encuentra en el dolor, la indignación y el hartazgo social que la voracidad, la prepotencia y el cinismo de la clase empresarial y los funcionarios corruptos han generado a lo largo y ancho del país; hartazgo que vienen acumulándose por lo menos desde las brutales represiones perpetradas por el antiguo régimen estatal desarrollista, hasta las masacres cometidas por los gobierno priistas y panistas bajo el actual régimen neoliberal.
Tragedias como la sucedida en Pasta de Conchos, o en la Guardería ABC, o como las que siguen viviendo las familias de las asesinadas de Juárez, o los familiares de los más de 10 mil desaparecidos y de los más de 80 mil asesinados bajo la gestión calderonista; asesinatos, torturas y desapariciones forzadas cometidas contra ciudadanos, periodistas, luchadores sociales y militantes revolucionarios; represiones policiacas como las ejecutadas contra los trabajadores de Sicartsa, los comuneros de Atenco, la APPO, La Otra Campaña, los ecologistas de Guerrero, los comuneros de Cherán, Wirikuta y contra cientos de comunidades indígenas (por mencionar sólo algunos de los acontecimientos y de los movimientos o sectores sobre los que se ha ensañado el abuso del dinero y del poder), han puesto a flor de piel el conflicto que escinde a la sociedad mexicana y han agotado la capacidad que había tenido el capital para realizarse sin tener que recurrir abierta y permanentemente a la violencia y a la guerra, sacudiendo millones de conciencias y haciendo ver la necesidad de un cambio en la dirección y administración de la vida pública del país, aunque la mayoría de la población aún no coincida en los medios o vías para lograrlo.
Justo en este contexto, la irrupción y el eficaz despliegue del movimiento #YoSoy132 ha venido a reanimar la lucha contra la imposición, actualizando las luchas pasadas y posibilitando la articulación de las luchas presentes, al coincidir con un gran número de ciudadanos y organizaciones sociales en la necesidad de vigilar que los poderes fácticos respeten la voluntad popular en la actual contienda electoral, y reconocer ésta como alternativa viable para democratizar pacíficamente la vida pública del país.
Esto ha generado reservas y condenas entre quienes consideran reformista toda participación en la lucha electoral, en momentos en que el dilema político al que nos lleva la catástrofe neoliberal no está en decidir entre Reforma o Revolución, sino entre Revolución o Barbarie, sin que esto signifique aceptar las prácticas oportunistas que marcan el mundo de la “política real”.
La revolución no es un acto voluntarista, sino un proceso en el que los seres humanos, al ejercer nuestra libertad, podemos ser capaces de transformar desde la raíz el conjunto de nuestras relaciones, para interrumpir la barbarie y la devastación que el indetenible enriquecimiento de unos cuantos, y la aspiración al “progreso” interiorizada por la mayoría, ha impuesto a la vida social y a la historia.
En consecuencia, si pretendemos incorporar a la revolución al mayor número de voluntades individuales y colectivas es necesario utilizar las mismas leyes e instituciones que norman la lucha electoral y llevarlas al límite de sus posibilidades, para poner alto a la violencia criminal e institucional y dar lugar a un proceso político nacional efectivamente democrático, sin perder de vista que la clave de la transformación social profunda no está en dichas leyes y mucho menos en sus instituciones, sino en el establecimiento, desde abajo, de nuevos ordenamientos que garanticen otra forma de cohesión y convivencia humana; una forma social no capitalista, autónoma, autogestiva, autosustentable y capaz de desarrollar sus propias formas de autodefensa.
Por todo lo antes dicho, al tiempo de reiterar la postura de las organizaciones que integran esta coordinación de seguir formando parte del actual movimiento democratizador y de acompañar, con nuestras propias formas de lucha, las acciones que tengan que darse para cerrar el paso a la actual intentona golpista, hacemos un llamado a las organizaciones populares, democráticas y revolucionarias del país a la reflexión, la discusión y la articulación política fraterna, con el objeto de responder a los altos requerimientos del momento político actual.
Junio 27 de 2012
¡Por la unidad y la emancipación del pueblo!
COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA LIBERTAD
ANTECEDENTE
Viernes 8 Jun.2012
Manifiesto a la Nación #1
Primer llamado a detener, "con las armas, si fuese necesario, a quienes intenten mantener a toda costa el control del Estado y los excesos del capitalismo".
A los medios de comunicación electrónicos y escritos:
Comunicamos que algunas de las organizaciones que impulsamos a partir del 2006 la realización coordinada de una serie de actividades político-militares, hemos decidido cerrar el ciclo en el que emitimos 18 Manifiestos a la Nación, los cuales fueron suscritos por cada una de las organizaciones participantes. Asimismo comunicamos nuestra decisión de abrir un nuevo ciclo en esta coordinación, en la que los Manifiestos que seguiremos emitiendo no llevarán el nombre de cada una las organizaciones que los suscriben, sino sólo una consigna y un nombre para la coordinación.
¡Por la unidad y la emancipación del pueblo!
COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA LIBERTAD
MANIFIESTO A LA NACIÓN #1
A los mártires del 10 de junio
Al pueblo de México.
A los pueblos de América Latina y el mundo.
Hace seis años varias organizaciones revolucionarias armadas iniciamos un proceso de coordinación, en un renovado esfuerzo por contribuir a cambiar el rumbo que los poderes fácticos han impuesto a la vida del país.
Esta coordinación fue una respuesta a la política represiva que los grandes monopolios, y el gobierno foxista, decidieron instrumentar contra distintos movimientos sociales (Sicartsa, Atenco, Oaxaca, La Otra Campaña, etc.,) para sostener al régimen neoliberal y profundizar la devastación capitalista.
Fue una respuesta a la imposición mediática, al maquinado fraude electoral y a la violencia institucional, a través de lo cual un grupo reducido de empresarios capitalistas impuso al usurpador Felipe Calderón H., en la presidencia de la república.
A partir de dicha coordinación dimos a conocer dos manifiestos dirigidos a la Nación, en los que denunciamos el fraude electoral que se estaba fraguando; emitimos uno en la capital del país y otro en la Ciudad de Oaxaca, en medio de la represión ulisista y foxista contra la APPO. Y ya consumado el fraude, el 5 de noviembre de 2006, detonamos simultáneamente varios artefactos explosivos en distintos puntos de la capital, asumiendo la responsabilidad de esta simbólica protesta en un tercer manifiesto.
Lo que siguió después es de todos sabido. Bajo el gobierno ilegítimo de Calderón se reforzó aún más el capitalismo mafioso que existe en nuestro país y, en consecuencia, se profundizó el proceso privatizador y el despojo de los bienes nacionales. Y lo más grave de todo, fueron o han sido destruidas casi 100 mil vidas -entre muertos y desaparecidos- bajo los efectos catastróficos de la guerra sostenida por el gobierno so pretexto de combatir al narcotráfico, y millones de familias mexicanas han visto dolorosamente vulnerada y golpeada su integridad física y moral, y su mermado bienestar.
Durante este negro periodo dirigimos a la Nación quince manifiestos, denunciando, entre muchos otros sucesos lamentables, el asesinato y la desaparición forzada de luchadores sociales y militantes revolucionarios, fijando nuestra postura ante esta brutal realidad, al tiempo de seguir desarrollando nuestras tareas de organización y reconstrucción política.
Y ahora el episodio más trágico y doloroso de nuestra historia amenaza con volverse a repetir. Los poderes fácticos pretenden erigirse en el gran elector, y de paso regresar al PRI a la presidencia del país.
Ante el acelerado deterioro de la nefasta gestión panista -que en dos sexenios rebasó los estragos que los Priistas perpetraron en 70 años- dichos poderes pretenden imponer a Enrique Peña Nieto, valiéndose de la manipulación mediática, de la organización de un nuevo fraude, de la acción de los cuerpos policiacos y militares del país, y del terror sembrado en la población por los cárteles del narcotráfico, con el propósito de profundizar la explotación económica, la opresión política, la exclusión social, la destrucción ecológica y, en general, la destrucción de todo elemento extraño y opuesto a la depredación capitalista.
Para lograr este propósito, el régimen político está intensificando la guerra sucia electoral contra Andrés Manuel López Obrador, candidato del Movimiento Progresista, tratando de usar en su contra la crítica que éste ha hecho al uso faccioso de las instituciones o falseando la mención que en días pasados formulara, en la Plaza de Tlatelolco, respecto de la vía armada como posibilidad para la transformación de los pueblos; intentando asociar mediáticamente la imagen y el proyecto de AMLO con la violencia social y la violencia de las armas, omitiendo impúdicamente la violencia estructural, la violencia institucional y la violencia criminal que sostiene el Estado del capital, y que el gobierno mafioso calderonista se ha encargado de profundizar contra la inmensa mayoría de la población; omitiendo además la enfática reivindicación proclamada por AMLO sobre la vía pacífica de transformación social, vía que respetamos, pero que la plutocracia se ha encargado de bloquear a fin de mantener sus privilegios, y que sólo una colosal fuerza social –no necesariamente violenta- podrá franquear, para dar una nueva forma a la vida pública del país.
Y es justo en este contexto que ha surgido un nuevo movimiento social contra la manipulación mediática y la pretensión de los poderes fácticos de decidir la elección. Nos referimos al #YoSoy132, movimiento político apartidista de una generación de jóvenes que saltó por vez primera de las redes sociales y el ciber-espacio, a las calles y plazas de las principales ciudades del país, para exigir la democratización de los medios de comunicación y así abrir paso a un voto libre e informado.
Sin duda este nuevo movimiento perturba y amenaza con frustrar las actuales pretensiones oligárquicas, pero sobre todo hace ver a la izquierda política la apremiante actualización de sus instrumentos de análisis, a fin de dar una nueva forma a la actividad política, una forma que más allá de los procesos y coyunturas electorales, posibilite la reorganización del Estado desde el desacato a cierto tipo de ordenamientos jurídicos o de leyes que nos condenan a reproducir el actual estado de cosas y a hacer del capitalismo mafioso un presente continuo.
El desacato a esos ordenamientos formulados para garantizar la acumulación de capital es un camino emprendido desde hace décadas por diversas organizaciones revolucionarias, a fin de construir una nueva fuerza capaz de interrumpir o desviar el rumbo que ha impuesto el capital a la vida moderna. Una fuerza capaz de responder con las armas, si fuese necesario, a quienes intenten mantener a toda costa el control del Estado y los excesos del capitalismo.
Hoy que se cumplen 41 años de la criminal agresión perpetrada por las huestes del régimen priista contra el movimiento estudiantil, rendimos homenaje a los mártires del Casco de Santo Tomás y, al mismo tiempo, saludamos a las viejas y nuevas generaciones de mexican@s cuya protesta ha venido a evidenciar los propósitos de la élite dominante.
A estas generaciones, y a sus respectivos movimientos, les comunicamos que nos mantenemos atentos al desarrollo de los acontecimientos que se están produciendo, y que estamos dispuestos a seguir acompañando las luchas que tengan que darse para frustrar la nueva intentona golpista y seguir impulsando la transformación social profunda de nuestro país.
¡Por la unidad y la emancipación del pueblo!
COORDINACIÓN REVOLUCIONARIA LIBERTAD
Junio 8 de 20010.
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